Por cierto, yo también tengo un “petrof”. Lo mismo me animo y montamos una timba.
Los finales de curso son agotadores así que no vendría de más un desahogo desfogante de este tipo.
Renato Carossone y pandilla.
Hoy no hay mucha literatura.
El agotamiento no provoca ni inspira grandes textos ni pequeños.
Pero la música, como siempre, rescata de una posible renuncia.
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