Belleza. Quiero captarte en esos instantes para apropiarme de un poco de eternidad...
viernes, 28 de mayo de 2010
Adoro Medina
domingo, 16 de mayo de 2010
EL TERCER SECRETO DE FATIMA
“No fue la Iglesia que impuso Fátima –diría el Cardenal Manuel Cerejeira, de venerada memoria–, sino que fue Fátima, la que se impuso a la Iglesia”
1.- Lo importante es que el mensaje, la respuesta de Fátima, no tiene que ver sustancialmente con devociones particulares, sino con la respuesta fundamental, es decir, la conversión permanente, la penitencia, la oración, y las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. De este modo, vemos aquí la respuesta verdadera y fundamental que la Iglesia debe dar, que nosotros, cada persona, debemos dar en esta situación.
2.- La novedad que podemos descubrir hoy en este mensaje reside en el hecho de que los ataques al Papa y a la Iglesia no sólo vienen de fuera, sino que los sufrimientos de la Iglesia proceden precisamente de dentro de la Iglesia, del pecado que hay en la Iglesia. También esto se ha sabido siempre, pero hoy lo vemos de modo realmente tremendo: que la mayor persecución de la Iglesia no procede de los enemigos externos, sino que nace del pecado en la Iglesia y que la Iglesia, por tanto, tiene una profunda necesidad de volver a aprender la penitencia, de aceptar la purificación, de aprender, de una parte, el perdón, pero también la necesidad de la justicia. El perdón no sustituye la justicia.
3.- En una palabra, debemos volver a aprender estas cosas esenciales: la conversión, la oración, la penitencia y las virtudes teologales. De este modo, respondemos, somos realistas al esperar que el mal ataca siempre, ataca desde el interior y el exterior, pero también que las fuerzas del bien están presentes y que, al final, el Señor es más fuerte que el mal, y la Virgen para nosotros es la garantía visible y materna de la bondad de Dios, que es siempre la última palabra de la historia.
4.- Se equivoca quien piensa que la misión profética de Fátima está acabada. Aquí resurge aquel plan de Dios que interpela a la humanidad desde sus inicios: “¿Dónde está Abel, tu hermano? [...] La sangre de tu hermano me está gritando desde la tierra” (Gn 4,9). El hombre ha sido capaz de desencadenar una corriente de muerte y de terror, que no logra interrumpirla... En la Sagrada Escritura se muestra a menudo que Dios se pone a buscar a los justos para salvar la ciudad de los hombres y lo mismo hace aquí, en Fátima, cuando Nuestra Señora pregunta: “¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quiera mandaros, como acto de reparación por los pecados por los cuales Él es ofendido, y como súplica por la conversión de los pecadores?” (Memórias da Irmā Lúcia, I, 162)
jueves, 13 de mayo de 2010
El Papa en Portugal
1.-Verdaderamente, los tiempos en que vivimos exigen una nueva fuerza misionera en los cristianos, llamados a formar un laicado maduro, identificado con la Iglesia, solidario con la compleja transformación del mundo. Se necesitan auténticos testigos de Jesucristo, especialmente en aquellos ambientes humanos donde el silencio de la fe es más amplio y profundo: entre los políticos, intelectuales, profesionales de los medios de comunicación, que profesan y promueven una propuesta monocultural, desdeñando la dimensión religiosa y contemplativa de la vida. En dichos ámbitos, hay muchos creyentes que se avergüenzan y dan una mano al secularismo, que levanta barreras a la inspiración cristiana.
martes, 11 de mayo de 2010
Mi hija pronto tomara la Primera Comunión
Me gustaría darte siempre respuestas que te hicieran feliz, poder ahorrarte sufrimientos, contarte que en el mundo las personas viven en paz, comparten el pan y sus derechos son respetados; no querría admitir que más cerca de lo que tu piensas hay odio, hambre e injusticias.
Muchas de estas preguntas que me haces porque soy tu madre y tu confianza está puesta en mí, han surgido desde que te estás preparando para recibir la Primera Comunión.
En la Eucaristía, Jesús se hace pan y vino, se hace compañero en nuestra vida, en nuestras miserias y alegrías. Nunca te sentirás solo, porque Él se ha quedado contigo y te da alimento y fuerza.
Cuando recibas la comunión, no olvides que lo haces en comunidad, que en ella Jesús te une con Él y con los que están recibiendo su cuerpo y su sangre contigo. Tú también te haces pan y vino, alimento para los demás, compartes con ellos lo que tienes, te harás familia con la familia de Jesús.
Por eso, al mirar tus ojos que esperan, cojo tus manos pequeñas en las mías. En tus manos están las respuestas a tus preguntas; este mundo no es perfecto, pero hoy has sido llamado para construirlo, para cambiarlo, para hacerlo justo y bueno:
Usa tus manos, comparte lo mucho o poco que tienes.
Usa tu risa para alegrar a los que están tristes.
Usa tus pies para acompañar a los que están solos.
Usa tu boca para acercar a Jesús a los que viven sin esperanza.
Ahora que vas a comulgar, siempre que me encuentre con tu mirada te responderé
con la respuesta de Jesús.
“Ve y anuncia el Evangelio”
martes, 4 de mayo de 2010
LA MELENA AL VIENTO
Los padres marroquís son muy duros con sus hijas, profe. Bajaba la mirada, avergonzada por no saber que más añadir a su mirada velada. Est...
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Soy profesora de Religión en un Instituto de Enseñanza Secundaria en la provincia de Valladolid, concretamente en Medina del Campo. El prime...
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E s una técnica para lograr el silencio total que usamos habitualmente los profesores que trabajamos en el Aula con el método de Ap...