viernes, 29 de julio de 2022

PRIVILEGIOS

 Privilegios.




 

Desde 1147 acaricia el aire de España el Milagroso Pendón de San Isidoro. En la canícula de aquel año, el emperador Alfonso VII se vio detenido en los escarpes de Baeza, en su avance hacia Almería. Interviene Isidoro cuando ya las huestes leonesas se disponen a levantar el cerco. Fruto y recuerdo de esta intervención es la efigie del Santo, caballero sobre caballo tendido a galope, enjaezado con silla de altos borrenes y rico freno enfundado en sedas. La efigie es doble, por ambos lados del paño, que las damas de León bordaron en el mismo Real de Baeza.”

De esta manera aparece descrito en su página web la traza del pendón que da nombre a la MUY ILUSTRE, REAL E IMPERIAL COFRADÍA DEL MILAGROSO PENDÓN DE SAN ISIDORO de LEÓN, conocido popularmente como pendón de Baeza, que acaba de celebrar el pasado  lunes, 25 de julio, el 875º aniversario fundacional, con diversos actos en la Real Basílica Colegiata de San Isidoro de León.



Son innumerables las vinculaciones que la ciudad de León atesora con respecto al Santo  sevillano, la historia que se ha podido escribir gracias a su intervención y presencia entre nosotros,  pero de todos los privilegios que el santo ha otorgado a la diócesis legionense brilla por su incomparable grandeza la prerrogativa  de tener expuesto al Santísimo durante todo el día.

Poder recrearse en oración mediante  la contemplación extasiada del Señor minimizado en la forma eucarística.

Un privilegio sin duda.

Felicidades sean dadas a la Real Cofradía, privilegiado por la efemérides  y por el santo  lugar  que alberga tan ilustre huésped. 

Acompañando ni más ni menos que al Santísimo Sacramento del Altar.


lunes, 25 de julio de 2022

HISTORIAS DE NUEVA YORK

 HISTORIAS DE NUEVA YORK.

Por Marta Redondo, corresponsal DMV en Nueva York. 

Durante una semanita, corta pero intensa.

 

Es difícil escribir sobre Nueva York sin incurrir en alguno de los tópicos que se han dicho sobre ella.



La ciudad que nunca duerme. A cualquier hora del día la calle estalla de vida. Una orgía de olores provenientes de distintos puestos de venta ambulante de bebidas, smoothies, perritos calientes, kebaps, y opciones gastronómicas de lo más variopintas. En cualquier rincón un afroamericano dispuesto a venderte algo. Una explosión de vidas y  diversidad transitando por el metro, por calles y avenidas, desde autobuses, esperando un taxi amarillo que llegará al momentos. Las carreteras plagadas de coches, bicicletas que serpentean por el interminable carril bici que recorre como una arteria, toda la ciudad. Hileras infinitas de bicicletas donde algunos se sirven simplemente para hacer ejercicio en bicicleta aerostática.

 






Queens, es status, mansiones inalcanzables, bienestar, barbacoas en las calles, pistas de tenis inalcanzables.  Riqueza aséptica.










Bronx es agentes de policía extra, vendedores de droga en las esquinas, como palomas mensajeras expendedoras de muerte, buitres blancos que acechan para causar desastres alrededor, colegios encerrados en jaulas para que no se escapen los estudiantes. Ninguno quiere estar allí estudiando cuando puedes triscar a tu libre albedrío enredado con tu pandilla, reinando en las calles, causando temor ante los que se cruzan en tu camino. No mola la escuela,  y menos si a la entrada les despojan de armas, que son su fuerza, su poderío, su triunfo. En el centro del barrio,  la escalera por la que Joaquín Phoenix se lanzaba a risotada limpia siendo un Joker irreverente que desafiaba al mundo desde el corazón del barrio más golfo e inseguro de Nueva York.

 

 

 


 

 

 







 

 

 

 

 

 

Harlem, imperio negro, reminiscencias africanas de los que llegaron para ser tratados  como perros salvajes, como animales de carga, sin paga, sin techo propio, orillados en los sótanos de las casas. Para satisfacer las necesidades de los señoritos blancos. Ahora son los afroamericanos que cantan orgullosos y esperanzados en las misas godspell ataviados con el vestuario africano que les recuerda quienes fueron. ¡Aleluya! Allí tenemos el teatro Apollo donde brillaron Michael Jackson, Aretha Franklin, Charlie Parker, Stevie Wonder, Lionel Richie. Donde lloró la trompeta de Luis Armstrom. Harlem vibró de alivio cuando Barack Obama ganó las elecciones y el primer y hasta ahora único presidente de Estados Unidos quiso establecer allí su despacho para no olvidar sus orígenes.

 





















 

 

 

 

 

 

 

 

Los que tampoco olvidan sus orígenes ni su historia de sufrimientos son los judíos del barrio de Williamsburg, en Brooklyn. Siempre fieles a su ortodoxia férrea, ataviados de negro riguroso que les cubre por entero incluso bajo el impenitente sol de un implacable julio neoyorkino. Guardianes de la tradición con tanto celo como del patrimonio que saben acumular muy bien y con mucho tino. El idioma hebreo campa a sus anchas por el barrio. Pureza, recato, discreción, y todo bajo la atenta mirada del rabino que ojea a los muchachos para encontrarle marido a las mujeres. Todo ello a cambio de una jugosa cantidad. Endogamia y segregación del resto en Williamsburg. Una de las comunidades judías más numerosas del mundo. 

 

 

 

Y Manhattan, vanidosa, se mira al Hudson exhibiendo sus alhajas, rascacielos que  dibujan la silueta skyline que recorta el cielo en las noches estrelladas proyectando miles de luciérnagas sobre el río mientras los ojos del mundo miran a la Babilonia presuntuosa que es la envidia del mundo, la vergüenza de los pobres locos que gritan su misericordia y la admiración de las gentes que se mueren por cantar, como Sinatra, cruzando el puente de Brooklyn mientras se emocionan ante la contemplación de lo inalcanzable.

 

 


viernes, 15 de julio de 2022

LUNA DE CUERNOS

 


HAMBRIENTO DE DIOS




Hambriento De Dios.
Por Marta Redondo.
Para COPE León.

Llega el verano. Retornan  los amigos. Ayer recibí la visita de uno muy especial venido del convento dominico de  Bolonia. Antiguo alumno y amigo. Hablamos  de Fray Tomás Pío María, fraile dominico que acaba de realizar los votos temporales. Tomás por el nombre de su fundador, Santo Tomas de Aquino, Pío por el papa dominico Pío V quien proclamó a Santo Tomás doctor De la Iglesia y María por la intenso devoción a la madre.
Hace diez años yo era profesora de religión en el instituto Núñez de Arce de Valladolid. Durante una guardia me tocó acudir a una clase de 4 de ESO donde el profesor de turno estaba ausente por enfermedad. Recuerdo que me preguntaron que quién era yo. La mayor parte de los alumnos no me conocían. Solo una pequeña parte acudían a clase de religión.
En la primera fila un alumno menudo, con ojos vivarachos y sonrisa pícara me miraba intrigado.
Realizó varias preguntas. Que de qué iba la asignatura. Que cuantas horas a la semana implicaba matricularse. Muchas inquietudes…se confesaba ateo aunque pienso que no del todo.
Al año siguiente se matriculó en Religión. Era un alumno implicado. Transmitía la sensación de estar hambriento de Dios. Era rebelde. Vehemente en sus planteamientos. Quería conocer las palabras del papa, ferviente provida. Comenzó a acudir a misa. Su madre rezaba con constancia por él. Con el tiempo se hizo catequista. Se empeñó en convencer a su tía para que le costeara el viaje a Río de Janeiro. Quería encontrarse con el Papa en la JMJ de 2013. Crítico con muchas cosas pero gran amante de la pureza de la liturgia católica que le enamoró desde el principio.
Aquel alumno se llamaba David.
Hoy quiere que le llamemos Fray Tomas Pío María

viernes, 8 de julio de 2022

MIRAR PARA OTRO LADO

 


VIVA LA MONTAÑA, VIVA


 Viva la montaña, viva.

Por Marta Redondo para COPE León. 

 

Esta semana conocíamos por las noticias localesque Valdepiélago, municipio regado por el emblemático río Curueñoes un pueblo solidario donde los haya ya que ha decidido prescindir este año de sus afamadas fiestas patronales para destinar su presupuesto a los afectados por la guerra de Ucrania. «Llevamos dos años sin fiestas por la pandemia así que podemos estar un año más sin ellas», explica Julio González, su alcalde, quien ha sido el  promotor de esta iniciativa, con la que desde este pueblo de la montaña central leonesa ha dado todo un ejemplo de solidaridad. Las fiestas de Valdepiélago de agosto son un referente en la montaña, con una gran tradición de corros de lucha leonesa y de toros, que han llevado a localidad a importantes figuras pero este año las prioridades han sido otras.

El  regidor afirmaba que «es el momento de aportar nuestro granito de arena a esta gente que lo necesita tanto en estos momentos». En total, ese «granito» asciende a la nada despreciable cantidad de 25.000 euros, que serán donados a Cáritas Ucrania. La encargada de recoger el cheque fue la responsable de Cáritas de León, Beatriz Gallego, que a través de su filial española, hacen llegar este dinero al país actualmente en guerra con Rusia. 

«Nos parece un gesto muy interesante, que demuestra una sensibilidad muy especial con la terrible situación que vive este país», explicaba Gallego emocionada.

No es porque yo pase los veranos en un pueblo de montaña del vecino valle del Toríopero no me queda más que enorgullecerme de que sea la montaña cuna de iniciativas solidarias y generosas. 

Una iniciativa hermosa y esperanzadora.

Viva la montaña, viva. Viva el pueblo montañés.

viernes, 1 de julio de 2022

FESTEJAR LA VIDA

 



Festejar la vida.

Por Marta Redondo


Mientras se queman los últimos cartuchos de unas anheladas fiestas después de dos años de alegrias robadas y revivimos  los recuerdos de los momentos vividos durante este curso que comenzábamos entre embozos impuestos por esta implacable lacra vírica que a tantos y tanto se llevó por el camino se alzan, ecos que aún cercanos se antojan costálgicos  . 

Ha sido un  curso difícil en el que hemos visto arribar a nuestros centros, como naves rescatadas de naufragios,  a unos cuantos alumnos y alumnas refugiados venidos de países en guerra, en especial ucranianos. 

Ayer, en muchos centros celebrábamos nuestro último claustro.

Cada curso escolar que termina es un ciclo que se cierra. Una misión cumplida. La culminación de un trabajo. El premio a un esfuerzo. La recogida de una cosecha que será buena si se ha puesto cuidado en el sembrado. Llegan los agradecimientos, las lágrimas furtivas, los abrazos sinceros de alumnos y familiares que agradecen la tarea y esfuerzos empleados.

Si hay algo que como educadores nos reconforte es comprobar que salen adelante. 

Es edificante constatar  que  pese a estar a  final de curso este año un tanto inverosímil por haber eliminado septiembre de la Enseñanza Secundaria Obligatoria, muchos alumnos se niegan a tirar la toalla y se aplican con esmero al estudio, aunque sea un tanto in extremis,  con el apoyo de las familias que les animan y ponen cuidado para que los hijos consigan superar los escollos impuestos por  una sociedad hiperestimulada y la revolución hormonal que los adolescente traen de serie.

Aquel muchacho tímido, mal estudiante, pero que no se rindió.

Estos días  me encontré con  uno de ellos. Está estudiando Ciencias Ambientales, tiene ilusión por cambiar las cosas, recordaba las clases de religión, el cariño recibido. 

Su amplia sonrisa denotaba paz y agradecimiento. 

Fue un encuentro agradable, un buen preámbulo para celebración de unas vacaciones de verano que preconiza que pronto comenzarán nuestros ritos veraniegos, este año más normalizados.

Hay ganas de festejar la vida. Sean pues dadas  gracias a Dios por un curso finalizado y un julio  que se despliega pleno de anhelos veraniegos. 


LA MELENA AL VIENTO

  Los padres marroquís son muy duros con sus hijas, profe. Bajaba la mirada, avergonzada por no saber que más añadir a su mirada velada. Est...