viernes, 16 de abril de 2021

ESTA IGLESIA NUESTRA


 

EL DESORDEN DE TU NoMbre

 


Beso verso, tiempo y viento.

 

Dibujaron un beso en tu boca

y te hiciste de espuma

y de mar y de arena blanca.

De lejos escucho el viento

entre los acantilados,

versos de bruma y nieve

enredados en el tiempo.

Beso, verso y  espuma, 

viento y tiempo.

JESÚS, MAESTRO




Jesús Maestro. 
 Decía el gran Don Bosco que un buen maestro siempre debe dirigirse de manera sencilla y diáfana a sus pupilos de modo que todo el mundo pueda entenderle. Este propósito cobra hoy más sentido en el actual concepto de aula inclusiva que se maneja en las leyes educativas. En nuestros centros , todos y cada uno de los alumnos deben ser atendidos y tenidos en cuenta. Con especial atención a los vulnerables esos llamados alumnos con necesidades educativas especiales o aquellos que por circunstancias familiares, características psicoevolutivas o entorno socio familiar requieren refuerzos y dosis extra de paciencia y esmero. Jesús, maestro de maestros, conocía a la perfección el arte de la didáctica y la pedagogía. A través de sus parábolas y mediante ejemplos cotidianos y accesibles ofrecía a los suyos las lecciones de vida y los mensajes acerca del Reino De Dios. Su buena noticia hoy sigue hoy siendo válida. Los alumnos siempre guardan silencio cuando desgranamos el Evangelio en las clases. El tirón de Cristo sigue siendo indiscutible. Y es que el buen maestro siempre sabe hacerse accesible a los suyos y más cuando sus palabras rezuman vida eterna.

sábado, 3 de abril de 2021

RESUCITADAS, CON ÉL


 Gracias por resucitarme de entre los necios.

Recordarme que el poder de la palabra milagro, 

reside entre tu frondoso cabello nítido y negro 

brillante como la piel de la pantera 

que acecha entre las sombras sin lograr 

arrebatar a la luz el poder 

que tiene 

sobre la sombra.

Venciste mi muerte con tu transparencia.

Lloré  mi pena

y sin dejar de ser yo

en mi necedad 

constante

percibí 

el amor que se oculta

tras la noche selvática 

de mi perenne inconsciencia.

Resucité por tu nombre

gracias a la vida dúctil 

de unos ojos de niña 

dulce Laia.

Te doy gracias

porque le has ocultado 

esto a los sabios

y se lo has revelado a los sencillos

y humildes,

 como a ti Laia,

que 

Ahora eres de Cristo.

Aunque nunca dejaste de serlo.

Seguimos sin entender nada.

Resucítame, Señor, Contigo.


Hoy, durante laVigilia Pascual, en la catedral de León, el Obispo Luis Ángel ha bautizado a Laia.

Ad gloriam Dei.





IRRUPCIONES

 

Soy retazos de momentos

que recojo por los huertos.

Ni te tengo

ni te sueño,

ni te enredo,

ni te bailo,

ni te siento,

ni te aplaudo,

ni te retengo,

ni te gozo.

Son momentos  de retazos

que recojo por los huertos, todos muertos

más los sueño y los revivo mientras vivo.

LO QUE NOS DIO LA GANA