viernes, 29 de septiembre de 2017

BUSCANDO RESPUESTAS


Eran enormes como estrellas. Claros como ventanas acabadas de limpiar. Sorprendentemente diáfanos y transparentes.
Interrogaban clamando respuestas. Y rogaban coherencia. Suplicaban referentes.
Aquellos ojos arrebatadores rogaban porqués.

De pronto alzó su mano y lanzó, de manera rotunda aquella pregunta.

Profe..¿.tú crees en Dios?

Confieso que me descolocó.

Pues claro  Gara. No podría dedicarme a esto si no tuviera fe. Sería profesora de cualquier otra cosa. Pero no de Religión 

Pensaba todas estas cosas mientras escuchaba a nuestro Delegado esta semana durante la Eucaristía previa al acto de entrega de la Misio Canonica. El envío que anualmente recibimos los profesores de la Diócesis de León para acudir a un Centro a realizar esta importante misión eclesial. Ellos saben que no somos profesores como el resto. Me lo decía una alumna en un cuestionario de evaluación inicial que les pasé esta semana. Me apunté a clase de religión porque los profes de esta asignatura sois pacíficos y nos ayudáis a dar sentido a muchas cosas.
Quizá andar siempre entre las cosas de Dios nos configure de alguna manera.
Enorme tarea y responsabilidad la que tenemos por delante.
Ellos claman coherencia y solicitan respuestas. 
Tarea difícil pues en la que implicarse. 

Contesté a Gara con una sonrisa y a su vez le hice la misma pregunta en la confianza que me brindó su espontaneidad.

.- ¿Y tu?¿Crees en Dios?

Nos confesó que aún lo  estaba buscando. Pero que la cercanía de un familiar que había fallecido le hacía plantearse interrogarse.

Espero que nunca se canse de buscar la Verdad. Al final seguramente sea la Verdad la que la encuentre.

Por cierto esta alumna Gara Jiménez ha sido noticia esta semana al convertirse en portada de Telva. Una leonesa internacional de hermosos y grandes ojos azules afortunada poseedora de un bello corazón en búsqueda.

martes, 26 de septiembre de 2017

ELEGÍA


Resultado de imagen de TIZA ROTA


Todos los finales deberían ser felices del mismo modo que todas las primaveras deberían ser eternas. No estamos preparados para el dolor. Escozor que quema las entrañas y secuestra el alma.
Veo tus ojos negros, vivarachos, sedientos de experiencias. Veo tus manos ávidas de apertura.
Soñabas con explorar universos y surcar horizontes al lado de tus alumnos al ritmo trepidante de esa fe ciega en todo y todos.
Una fe que no pudo alimentar tu esperanza. 
La esperanza que te abandonó.
Triste final envuelto en lágrimas de sangre que sirvieron de tálamo a tu desesperación.
Se fueron los colores que envolvían tus sueños.
Pero dejaste una estela de luz que venció la oscuridad que nos ha dejado tu pena.
Todos los finales son felices querida amiga. Y tu eres eterna. De ese modo fuiste diseñada.
Querida mentora, gracias por empoderarme.

viernes, 22 de septiembre de 2017

QUIERO VER A LOS MIOS


Decía Concepción Arenal , miembro de las conferencias de San Vicente de Paul, célebre activista feminista y visitadora de cárceles que la clave está en odiar el delito pero compadecerse del delincuente.

Pero yo quiero contaros aquella historia.

La conocí mientras desarrollaba un voluntariado en Proyecto Hombre. Me habían encargado redactar un escrito para evitar que un muchacho que había atracado en una gasolinera entrara en prisión por primera vez. Si el chico se avenía a someterse a un tratamiento de desintoxicación podría librarse de entrar en la cárcel.
Fue entonces cuando ella me contó algo sobre ese mundo de barrotes.
Justina, carmelita vedruna era bajita y tenía unos ojos azules vivarachos que parecían estar siempre sonriendo. Acudía varias veces a la semana al centro penitenciario donde todos la conocían y admiraban. Su labor consistía en escuchar y acompañar. Sólo con eso conseguía devolverles un poco de la dignidad perdida por años de tropelías y quebrantos.
Julio fue uno de aquellos presos que se le quedaron prendidos en el corazón. Traía una historia dura de consumo de drogas y un nutrido expediente delictivo en su currículum vitae.

.- Recuerdo la primera vez que vi a Julio - me contaba - Era incapaz de mirarme a la cara. Y cuando lo hizo vi en sus ojos un sufrimiento atroz.

Luego - proseguía su relato- nos fuimos conociendo y fue abriendo su corazón. La confianza fue aumentando.

 Justina a menudo le instaba a que mejorara sus hábitos de aseo.

.- Quítate esas barbonas - le decía. Y entonces Julio se pasaba la mano por la barbilla y bajaba la cabeza deliciosamente ruborizado.

Un día Justina enfermó. El corazón le jugó una mala pasada. La intervención fue larga y complicada y tras la anestesia la mujer deliraba diciendo con voz entrecortada "quiero ver a los míos ". Sus familia reforzó sus cuidados y desvelos ignorando que detrás de aquella expresión estaban los que ella consideraba su verdadera familia: los presos.

Una vez restablecida de la intervención le informaron de que tenía una visita muy especial. Un elegante muchacho enfundado en un flamante traje  y con un afeitado impecable. Acababa de salir de la carcel. 

Ya estaban aquí

Ya estaban aquí... los suyos.


viernes, 15 de septiembre de 2017

LA SONRISA DE LA TRISTEZA


¿Qué puede haber de bueno en una despedida?
Pues lo hay si esa partida deja frutos y presagia alumbramientos gozosos.
El pasado sábado despediamos a Isabel y Maripepa. Amigas Carmelitas misioneras que cierran casa y presencia en León para irse cada una a una punta de la península. La maternidad, colegios en Boñar, Santa Lucía. Mucho les debe nuestra Diocesis a esta congregación fundada por el Beato Francisco Palau y que cuenta entre sus miembros con más de 30 hermanas leonesas. Han sembrado de Evangelio nuestros pueblos. Esos pueblos que ven aligerarse las calles tras el éxodo estival. Y es que las  gentes quieren ciudad y bullicio. Quieren reunión y regazo como el de esta Iglesia Diocesana que acoge cada año la Semana de Pastoral. Esperado evento otoñal. Animada este año, como el anterior, por un lema claramente mariano. En cuanto tu saludo llegó a mis oídos la criatura saltó de alegría en mi vientre. Palabras que Isabel pronunció ante una Virgen peregrina que había acudido a su encuentro. Una Virgen en camino como nuestra advocación leonesa, que hoy celebramos. Imagen entrañable que reside en la Basílica del pueblo al que da su nombre. Un templo exaltado recientemente en el libro Virgen del Camino, enclave de misterios del escritor Isidro Cicero que asegura que sus muros albergan, entre otros enigmas,  un auténtico parque temático sobre el rosario.
En silencio una madre llora rota de dolor con el hijo entre sus brazos. Aún así en medio de su desdicha levanta su rostro maternal para esbozar una mirada que sabe a sonrisa .
El desgarro de la pérdida siempre acompaña a cualquier adiós por mucho que sepamos mientras agitamos sonrientes nuestros pañuelos al viento que ese alejarse será tan sólo un hasta pronto.

martes, 12 de septiembre de 2017

HUESOS




Andábamos acelerados aquella mañana.
Con las prisas no me quedó otra que dejar a Bogman sin su habitual hueso de desayuno.
A menudo me olvidaba de él. No era un bicho al que le hubiera tomado cariño. Con frecuencia se mostraba rencoroso y puñetero. Más de una vez se había tirado a morderme. Fue la idea de los niños del gueto la que le había salvado de la perrera.

.- ¡Adam! ¡Baja!

Irena Sendler había llegado más pronto de lo habitual.
El celo de mi amiga  por salvar a aquellos niños no tenía fondo. Cada día llegaba antes. Decía que era más fácil pasar desapercibido a primera hora entre aquellos gorilas alemanes.
Mi  preciosa y rubia amiga, enfermera polaca, se jugaba el tipo cada vez que entrábamos en el gueto. Parecía no conocer el miedo.
Pero tenía razón. El gueto hasta las diez de la mañana se veía desierto. Quizá guardando luto por las pérdidas del día anterior. Cada mañana una buena partida de judíos se embarcaba rumbo a Auschwitz en uno de aquellos trenes infernales.

Aquella mañana habíamos pensado llevarnos cinco niños: Marek, de tres, Leyla de ocho, Lukash de siete, Jarek de cinco y Alfred, que tan sólo contaba con dieciocho meses.
Cada día estaban más delgados. Cuando les tomábamos en brazos daba la sensación de estar recogiendo un montón de huesos hilvanados. Huesos como aquellos que Bogman tomaba cada día a primera hora del día.

Bueno, cada día excepto aquel...

Irena tenía apuntados todos los nombres de los que habíamos salvado. Guardaba celosamente la lista en un tarro de cristal escondido en el sótano de su casa.

.- Así algún día podrán volver con sus familias. Me decía esperanzada.

Me preocupaban especialmente Alfred y Marek, los benjamines del grupo. Los pequeños solían aullar cuando los metíamos en la ambulancia. No dejaba de ser un receptáculo oscuro, lejos del calor familiar. Encerrados con dos desconocidos en tensión y un fiero pastor alemán. Precisamente alemán...

Por eso la estrategia de pisarle el rabo a Bogman con fuerza para que ladrara tapando los aullidos de los niños estaba funcionando a la perfección.

Aquel día delos cinco sólo pudimos llevarnos a cuatro. La familia de Lukash había sido ya deportada. El pequeño Alfred dormía plácidamente cuando su madre nos lo entregó entre callados sollozos para no despertarlo.

No sé cómo pude olvidarme de atarlo

Subimos rápidamente al vehículo.

De pronto, una vez dentro el bebé comenzó a llorar, le siguieron Jarek y el pequeño Marek. 
Irena,como de costumbre buscó a Bogman para pisarle con fuerza el rabo pero el perro, libre de ssu ataduras habituales, se había refugiado bajo la guantera, en el asiento del copiloto. Degustaba con hambre  de muchas horas el contenido de una bolsa que yo había comprado y olvidado la noche anterior. Justamente la que albergaba su desayuno no consumido.

 El pastor alemán se deleitaba a esas horas recreándose con glotonería avariciosa en el disfrute de su hueso mañanero,





viernes, 8 de septiembre de 2017

EN UN TALLER DE CARPINTERÍA


La cosa empezó en un taller de carpintería
¿Les suena?
Los hermanos Isaac, Lucien y Preside se afanaban en tener todo listo. Les urgía terminar los primeros muebles para montar definitivamente la escuela. Corría el año 1918, mes de septiembre,  y habían conseguido alquilar una sencilla vivienda en la calle Alfonso XIII - hoy llamada la RÚA- , en el número 42 en la ciudad de León, muy cerquita del conocido y querido convento de las Concepcionistas. No había que comer, tampoco muchos muebles que ensuciar. Vivían de un modo muy sencillo y humilde pero les impulsaba la ilusión de enseñar. Pronto la vivienda reunió las condiciones dignas y los primeros niños y niñas comenzaron a llegar. Su fecha de apertura se produjo en la festividad de todos Los Santos. Hoy quienes se acerquen por allí pueden ver una placa donde se puede leer una inscripción que reza "En está casa se estableció el primer colegio marista".

Al siguiente año se decidió abrir una segunda escuela en la calle la Serna. Y será Veinticinco  años después cuando deciden trasladarse a la Calle Álvaro López Núñez donde se levantó un hermoso edificio lo suficientemente grande para albergar unas instalaciones donde el alumnado pudiera completar una espléndida formación espiritual, humana y académica con la necesaria práctica deportiva. Y fue fructífera esta apuesta por el deporte ya que el equipo juvenil de balonmano logró en varias ocasiones ser campeón de España lo que le llevó a ser varias veces distinguido como "Mejor Centro Deportivo" en la Gala del Deporte que cada año organiza nuestro Ayuntamiento.
Comienzos austeros que sin embargo devinieron en una institución que hoy es un referente educativo en la capital leonesa. Cada año aparecen en el ranking nacional entre los cien mejores colegios de España por esa fuerte apuesta en Innovación Educativa y por invertir capital humano y económico en una educación en valores.
Cien años se cumplirán pues este año de la presencia Marista en León con lo que tocará celebrarlo por todo lo alto.
Enhorabuena a toda la comunidad marista.

domingo, 3 de septiembre de 2017

UNA BODA DE CUENTO DE HADAS




Con cariño para mí prima Marina y su marido Pablo

La historia que os conté es cierta. Ambos son personas que conozco y que hoy permanecen unidos pese a los numerosos vaivenes que pasaron.

Quiero daros las gracias porque fue un día inolvidable en compañía de mi familia. Disfrutamos mucho de vuestra felicidad. Esa felicidad que irradiabais por los cuatro costados y que al desbordarse fue capaz de contagiarnos.

Ha sido una boda mágica llena de momentos inolvidables. Una lección de buen hacer donde hasta los más pequeños detalles fueron mimados con esmero.

Gracias por hacernos partícipes de vuestro pequeño universo de amor.

Os regalo la pequeña reflexión que escribí para vosotros.


Aquella pareja atravesaba  por una fuerte tempestad.
Cuando sus familiares y amigos conocieron los tristes hechos que iban a motivar su separación todas las voces les aconsejaban en el mismo sentido.
.- Dejadlo. Es incomprensible que sigáis juntos.
Pero ella no se resignaba.
.- Ha habido tanto amor entre nosotros. Y sigue existiendo - me decía- no puede haberse apagado.
Fueron fuertes vientos, casi huracanados los que pretendían acabar con la hermosa travesía que la pareja había decidido completar.
Pero en aquella barca viajaba un polizón que sabía que su unión era tan indestructible como el alma de los que la formaban. Los fieles amantes también lo sabían.
Él me lo decía un día.
.- Aquí siempre hemos sido tres. Mi mujer. Cristo y yo.
¿De modo que ese era su secreto?
Jesús es el polizón a bordo que achica el agua cuando la tempestad amenaza con hacer zozobrar la barca. Susurra palabras balsámicas en medio de la desazón que produce la rutina. Anima a pasar por alto , calándose las lentes de la comprensión , las pequeñas asperezas de la convivencia.
Es el mejor socio posible, como lo fue para Santos y Mari Carmen o para Belen y David. Y como lo sigue siendo para muchos de los que estamos aquí.
Si os mantenéis firmemente unidos a Él os dará un Reino de felicidad en el que el amor con mayúsculas será una constante más allá de la muerte.

Os deseamos una dicha celestial.

viernes, 1 de septiembre de 2017

AMANTES DE LA VIDA

Ambas amigas parecían muy unidas. Una de ellas era muy hermosa. Llevaba una gran pamela amarilla semejante a un sol dorado. Parecía una estrella de Hollywood. Se lamentaba de no tener suerte en el amor. Acababa de salir de un fuerte desengaño sentimental.

La otra mujer era dicharachera. Mantenía una sonrisa perenne. Le comentaba a su amiga la necesidad de deshacerse de una relación tóxica que la estaba deshaciendo el alma. 

En un momento de la conversación la mujer de la Pamela le hizo a su amiga la siguiente reflexión.

.- Aurora. Sufrimos porque estamos vivas. El amor es dolor. ¿Sabes por qué en medio de la adversidad somos capaces de mantener viva la esperanza? Porque nos hemos echado de amante a la vida.

Inmediatamente capturé la expresión y me propuse convertirla en lema personal.

Recién empezado septiembre y a las puertas del otoño regresamos a la rutina inmersos ya en la vorágine propia del inicio de curso. Con la cartera llena de proyectos personales. Tiempo de renovar vestuarios escolares y poner hogares a punto. Repletos de deseos e ilusionados ante un nuevo curso escolar. Nostálgicos ya de un verano que nos permitió reposo.Un verano en el que probablemente pudimos recrearnos en la contemplación  de paisajes .  Por cierto, hoy se celebra la jornada mundial de Oración por el Cuidado de la Creación convocada por nuestro Papa Francisco. Quizá sea buen momento para acordarnos de esa gran herida de fuego que ha sufrido nuestra Cabrera.

Este ha sido un verano marcado también por la tristeza del terrorismo en nuestras costas españolas. 

Pero seguro que a nuestra memoria acuden ahora también muchos momentos dulces con familia y amigos que hicieron inolvidable nuestro receso estival. Son los instantes de belleza los que siempre, aún en medio de las peores dificultades, nos acaban rescatando. En el fondo todos tenemos de amante a la vida. Por eso nos aferramos con tesón a ella. El nos diseñó de esta forma. A su imagen y semejanza. 

Feliz regreso amigos.

PRIMER AMOR

  Es una ternura verles escribirse versos de amor. Amor de niños que despiertan a la primavera. El niño  que juega a hombre calándose una vi...