domingo, 30 de junio de 2019

EN MODO CUADRANTE Y SONANTE


EN MODO CUADRANTE Y SONANTE.

Por Marta Redondo

Era una iglesia pequeña y un tanto oscura. Yo iba de la mano de no sé quién. Pasamos enfrente de un cepillo cuyo letrero rezaba: para las benditas ánimas del purgatorio. Recuerdo que me explicaron que el objeto de tales peticiones aseguraba que cada vez que alguien echara una moneda,  un alma del purgatorio volaría al cielo. Me quedé  elucubrando sobre cómo sería posible la transmutación de moneda en alma alada, qué suerte de encantamiento propiciaría  que en el vil metal se  obrara tal prodigio. Supongo que, siendo niña, me faltaban capacidad de abstracción y conocimientos teológicos para entender. Pero    me  temo que aún perduran tales lagunas. 

Aún cuando vivimos inmersos en una sociedad donde todo se mide, pesa y cuantifica me resulta difícil entender que todo lo que no pase por el tamiz crematístico pierda importancia y prestancia. Parece que para los seres de nuestra especie todo tiene que tener una tasación y   estar sometido a unos estándares o normas fijas. Ser susceptible de  traducción  práctica y palpable. 

Si realizo un voluntariado debe expedírseme un diploma para engrosar mi currículum. Si ejerzo cualquier responsabilidad debe ser constreñida a unos cánones previamente delimitados. Si desarrollo cualquier actividad profesional  ésta deberá aclimatarse a una serie de competencias prolijamente detalladas. Todo encauzado y determinado, como si de un cuadrante se tratase. Delimitado, pesado, medido, y perfectamente ajustado. Lo  que vaya más allá anatema.  Nos hemos acostumbrado a una suerte de inercia que repudia el libre albedrío y la sana iniciativa que pretenda conculcar el orden establecido aun cuando redunde positivamente en el otro. Parece que no actuar conforme a las estipulaciones de la tribu es políticamente incorrecto.

            Aunque a veces salimos respondones y decidimos rebelarnos contra esa norma autoimpuesta. Escaparnos del modo cuadrante que cercena toda innovación y permitirnos ciertas libertades dejando un espacio a la improvisación y a la imaginación. Regalar horas a los otros. Perder el tiempo liberándonos de horarios que fueron puestos para ser férreamente asumidos. Afortunadamente aún existen   maestros que se dedican  a sus alumnos más allá del horario lectivo. Médicos que atienden  a sus pacientes al margen de las meras horas de consulta. Incluso  garantes de la ley y el orden que obvian  el frío y aséptico espíritu de la ley porque estiman necesario  recuperar la  humanidad que requiere  cada supuesto.  Hay, en definitiva,  muchos  ciudadanos y ciudadanas anónimos que actúan al margen de los cuadrantes porque  sí entendieron aquel precepto evangélico de que se debe dar limosna, eso sin, sin que se  entere tu mano derecha  de lo que hace la izquierda. Por eso no acabo de encontrarle sentido a darle pábulo a toda buena acción cuyo objeto es mejorar algún aspecto de algo o alguien. Dar sin esperar recibir nada a cambio, por el mero sentido del deber ser o hacer. Sin esperar la consabida contraprestación.  Más allá de lo obligatorio, en silencio. Un silencio que ni tan siquiera se vea turbado por el sonido de las monedas aladas  que tintinean.

sábado, 29 de junio de 2019

¡QUÉ MARAVILLA!


  Eran tiempos recios en que la Guerra atrofia mentes y provoca dislates. Tiempos en que afloran demonios  que dan rienda suelta a la sinrazón de los conflictos armados y a venganzas sin sentido. Y en medio de todo ello se desataba  un profundo odio a Cristo y todo lo que a él incumbiera.
Corría el mes de mayo de 1936.
En el cerro de los Ángeles, inaugurado en 1919 por el rey Alfonso XIII, tras consagrar solemnemente España al Sagrado Corazón de Jesús,   las hermanas organizaban turnos de vela para proteger el monumento. 10 años antes, El 31 de octubre fiesta de Cristo Rey, se habían instalado en ese Convento del Sagrado Corazón de Jesús y Nuestra Señora de los Ángeles, la madre carmelita María  Maravillas y otras diez de religiosas que la acompañaron  en la fundación. Durante esos años su presencia discreta pero cercana les hizo ganarse el aprecio de las gentes del lugar incluido  el alcalde de  Getafe, un anarquista al que llamaban El Ruso  que había estado varios años exiliado en Francia y al le gustaba acudir al Cerro para  hablar en francés con la Madre Maravillas, a quien respetaba. Tal simpatía  propició que el edil protegiera a las hermanas al estallar la guerra. Ese momento llegó el 22 de julio de 1936, cuatro días después de iniciarse la Guerra Civil, cuando varios camiones de guardias de asalto subieron desde Getafe enviados por El Ruso y se llevaron a las monjas.
Antes fueron a postrarse a los pies del monumento al Sagrado Corazón de Jesús y a ofrecerse como víctimas.

En Getafe estuvieron en calidad de detenidas en el Convento de las Religiosas Ursulinas, y desde este lugar pudieron escuchar las explosiones que derribaron la imagen del monumento del Corazón de Jesús.

La madre Maravillas pidió a sus monjas que subieran todas al desván para acompañar al Sagrado Corazón caído y perdonaran a “aquellos infelices”.

Luego las llevaron a Madrid. La madre Maravillas no volvería al Cerro hasta tres años después. Entretanto su labor humana y social fue inmensa.  Desde fundaciones  de colegios para niños pobres hasta construcciones  de barriadas con numerosas casas e iglesias.  Fue canonizada en 2003.

El Cerro de los Ángeles, cuyo monumento al Sgado Corazón fue reconstruido, es considerado  el centro geográfico de la Península Ibérica(desde el tiempo de la dominación musulmana). Pues bien, se convertirá  en el centro neurálgico de los católicos españoles  este próximo domingo 30 ya que   se realizará la renovación de la Consagración de España al Corazón , dentro del Año Jubilar que celebra la diócesis de Getafe con motivo del centenario de la Consagración realizada por  Alfonso XIII.

Me imagino a la Madre carmelita en el cielo frotándose las manos con regocijo mientras exclama alegre comentando a las hermanas que tiene a su lado. ¡Loado sea el Sagrado Corazón! ¡Qué maravilla!


domingo, 23 de junio de 2019

SOL QUiETO



Columna publicada hoy en la sección de opinión de la Nueva Crónicade León.



Los hospitales son cúmulos de sentimientos, de esperanzas y penurias. Por doquier rebosan las historias a menudo más  de aflicciones que de dichas. A quien le ha tocado pulular por tales edificios a causa de tristezas propias y ajenas,  sabe que los episodios que relatan las dependencias de cualquier centro sanitario propician múltiples reflexiones sobre la fugacidad y fragilidad de la existencia humana. Y aún más cuando el motivo que te ha llevado a visitarlos te  interpela muy de cerca. Tener un familiar mayor enfermo supone estar en alerta constante, ante una incertidumbre que nos mantiene siempre al borde del continuado enganche a una botella de oxígeno o a la vía sanguínea resignadamente tendida  y rendida ante el antibiótico intravenoso.

Si acaso  los familiares del enfermo forman parte de una familia  bien avenida, los cuadrantes de turnos de acompañamiento y estancia nocturna se resuelven con negociaciones no exentas de naturales asperezas. Es lógico que surjan  tensiones. Cuando se entra en una dinámica constante de ingresos hospitalarios, el agotamiento familiar, amén del calvario para el enfermo, es patente. Todos somos celosos de nuestro escaso  tiempo libre, reacios a cambiar planes previamente concertados, amantes de la libertad de disponer de nuestras horas de asueto con libertad y albedrío. Diversos pareceres nos hacen asumir la realidad de nuestro enfermo desde distintas perspectivas no siempre concordantes y consensuadas. A menudo se producen disidencias sobre el modo correcto de proceder ante el  necesitado y sus necesidades. Además, a todos nos gusta olvidar nuestros problemas disfrutando del sol. Ese que justo estos días, en torno a San Juan, alcanza su solsticio de verano situándose en el punto de la elíptica donde el astro rey alcanza su posición más boreal.

Los solsticios, como el de verano en torno al día de  San Juan, ocurren por el movimiento de traslación de la tierra alrededor del sol y la inclinación de aquella. Solsticio significa sol quieto en  su traducción literal porque en los días anteriores y posteriores, el impasible sol no cambia demasiado su posición respecto a la inquieta tierra.

Mirando los cuerpos quietos de estos enfermos que ahora me acompañan, pienso en que  ese sufrimiento se aferrará a alguna esperanza. Siempre necesitamos pensar en alternativas y compensaciones   cuando el dolor aparece atizando tan de lleno. Creer que un horizonte mejor en algún sitio nos espera para que se cumpla    ese deseo de tener un cuerpo nuevo que , con cierto sentido del humor , pide el enfermo de la cama de al lado al preguntarle por lo que necesita.

Humanidad doliente, cansada y nostálgica de las delicias juveniles que el paso  del tiempo arrebató. Soles quietos que rebuscan el calor de una idealizada vida pasada. Quisieran danzar de nuevo al ritmo trepidante y golfo de las llamas de una ya nocturna hoguera bruja cuyos rescoldos aún pugnan por avivarse mientras les contempla  el espectacular ocaso rojizo.

Desde la habitación de un hospital de León y agradecida por  tener profesionales y una de las mejores coberturas sanitarias del mundo , tocó cuidar a un  sol quieto. Hoy hasta aquí dio de sí esta columna San Juanera.

viernes, 21 de junio de 2019

VIDAS ROBADAS

Aquel trío de amigas de  vestidos coloridos triscaban  pululando con desenfado  por el patio del instituto. Los chicos  acomodaban   las  pajaritas multicolores coquetamente en sus cuellos  bajo la atenta mirada de  madres que les ayudaban en el empeño. Se veían  distintos enfundados en trajes que les confería cierta  prestancia y empaque. El aire revoloteaba por el patio  impregnando todo de una solemnidad distinta. La familia y los profesores les acompañábamos. Aquel  era el día de su graduación.


Y en la mesa del convite  una familia distinta. La mujer  envuelta en  largo vestido y oculta bajo un velo negro.  Su marido, un atractivo hombre de rostro moreno y abundante pelo canoso. A su lado, el recién graduado, un muchacho alto. Su gesto rezumaba cierto aire de triunfo, como esos estandartes que después de sangriento combate aún permanecen erguidos tras una cruenta batalla.

Me acerqué a saludarles. Había conocido días antes  al muchacho en una actividad aquel  día en que les llevé  al comedor de la Asociacion Leonesa de Caridad. Me sorprendió su modo de escuchar.   Era  refugiado sirio. Intuía que él conocía mejor que nadie el desgarro de quien abandona las calles que arroparon su infancia. Es doloroso desertar por imperativo bélico de los lugares donde proyectaste tus sueños, alejarse de  los cielos bajo los que aún seguirán transitando tus  amigos y todos los familiares que ruegas sigan con vida. 

De pronto sentí el impulso de hablar con su padre. Aquel hombre  solo conocía el árabe pero  el  muchacho nos tradujo. En  sus gestos,  trazas y ademanes de quien ha ocupado una posición social desahogada, del que ha detentado cargos y competencias  para contratar personas, quizá  gestionado empresas. Esperaba  que su hijo pudiera ir a la universidad. Un  muchacho que ahora apenas  chapurrea un balbuceante castellano. Mientras hablábamos su madre, callada, observaba la escena absorbiéndolo todo con unos grandes e inteligentes ojos pardos.

Aunque le ha costado alcanzar los objetivos del curso el muchacho es hábil, puede, y tiene la sabiduría y constancia del que se ha curtido por el miedo, el hambre, la muerte temprana de los que ha querido, el oído acechante del que fue  acunado por la terrible banda sonora un éxodo  que no cesa. 

Mientras conversábamos,  y en derredor, el resto  de  estudiantes , felizmente  graduados, no cesaban de corretear en busca de la foto pérdida.
Ayer fue el día mundial del refugiado. Me acordé del recién graduado, y de su familia. Y de los que huyeron con ellos dejándolo todo tras de sí. En busca de una vida que les robaron. 

domingo, 16 de junio de 2019

HOMBRE RICO, HOMBRE POBRE



Por Marta Redondo

Colaboración en la Nueva Crónica de León 17 de junio de 2019



Fue una popular serie que Televisión Española emitió allá por los 70. La historia,   basada en la novela homónima de Irwin Shaw, narraba las peripecias de la familia  Jordache enfocada especialmente en  los hermanos Rudolph y Thomas , hijos de un inmigrante alemán dueño de una panadería en los suburbios de Nueva York. Rudolph, inteligente, atractivo y  ambicioso, creció bajo el permanente deseo de triunfo del sueño  americano. Mediante un certero matrimonio consigue ascender en la escala social norteamericana hasta convertirse en senador. Thomas, encarnado por un jovencísimo Nick Nolte, se nos presenta como juerguista dado a meterse en líos que le llevan a coquetear con el crimen organizado, lo que le obliga a huir en un buque mercante. 
No recuerdo si en la serie aparecía algún episodio escolar de los hermanos,  pero seguramente en el sistema educativo actual Thomas sería candidato a más de algún parte de actuación inmediata. Hay alumnos muy disruptivos cuyo comportamiento en el aula no da muchas opciones al docente. Aunque el problema se agudiza si además de un díscolo tienes unos cuantos. No siempre se acierta con los agrupamientos y gestionar personas es tarea harto  difícil.   Por mucho que se esmeren los equipos directivos en hacer clases  flexibles y se apliquen criterios cabales,  no siempre se logra el equilibrio necesario.   Pero a ese inconveniente puede añadirse una planificación educativa injusta que provoque , conscientemente o no,  la conversión de un centro en gueto. Entonces se produce una grave perversión que vicia el carácter de pública de   la escuela que debe ser igualitaria, inclusiva e integradora. Puede suceder que en un mismo área geográfica convivan , a escasa distancia, dos centros educativos cuyo alumnado    es claramente diverso en  procedencia, expediente y en  clase social. Eso  puede ser interpretado  como agravio comparativo para familias y estudiantes.
 Estos días,  la Asociación de Madres y Padres del instituto Giner de los Ríos denunciaba un hecho de estas características respecto al vecino centro educativo que se encuentra a pocos menos de 300 metros . Reclaman “más equilibrio entre los institutos vecinos , reparto más equitativo, y una heterogeneidad en el alumnado que no concentre a los estudiantes problemáticos”.
 Aunque esto de problemáticos también sería una cuestión analizable. Es voxpopulique la inteligencia emocional es cuestión fundamental a tener en cuenta en la educación de las personas. Y en este sentido resulta fundamental conocer la realidad de nuestro entorno, con sus luces y sombras. Si no les educamos en la empatía , la tolerancia, la compasión y la solidaridad con los que sufren,  difícil será lograr que alcancen, lo que serían necesario también, el  objetivo de convertirse en buenas personas. 
Los protagonistas hermanos  de nuestra serie, les voy a hacer un poco de spoiler,al final de la misma no obtuvieron las mismas notas. Fue Thomas, el hombre pobre, el único que a pesar de todo, consiguió su aprobado en humanidad.

EL SANTO JOB


Dibujo coloreado por Rubén Fernándes.

Y llega al aula, entre el alborozo de la concurrencia, a veces de modo inesperado.
Desplegando sus alas. Como cigüeña galana en cortejo. Exhibiendo las bellezas de su plumaje hermosamente entretejido de los artesanales trabajos de nuestro alumnado. 
Es el libro viajero. Una  imaginativa actividad cooperativa que cada año oferta la Delegación de Enseñanza para que los profesores de religión trabajemos con nuestros alumnos durante las clases. Hay un proyecto para cada etapa y este año primaria ha alcanzado su edición XI  mientras que  en  secundaria andamos por  la número IX. En nuestro caso  ha tocado trabajar los Personajes del Antiguo Testamento.Y mis alumnos se han ocupado de investigar, reflexionar e ilustrar sobre la figura de Job. 
Todo un carácter el de este buen hombre. Sufridor hasta lo indecible. Sus peripecias, ascensos y caídas tienen una interesante aplicación práctica para la actualidad. Comparábamos en clase al bueno de Job con ese gran Nadal que acaba de regalarnos el triunfo español en Francia.  Tras haber remontado lesiones y sufrimientos. Confiando activamente y superando lo que parecía insuperable.  Aplicando todo su  tesón y una gran dosis de esfuerzo y esperanza en que todo es posible. Aguantando entrenamientos y  partidos entre dolores y sufrimiento.
A Job la fe  le llevó a un total abandono en  un Dios por el que, pese a todo, se sentía amado.
Y la paciencia que le permitió   soportar todas las calamidades que recayeron sobre su hacienda, familia e incluso sobre si mismo, tristemente aquejado de una terrible sarna maligna  que le producía terribles picores que le mantenían en constante desasosiego.
La misma paciencia y empeño que nos ha ayudado a acometer todas las tareas docentes   que nos han traído a este final  de curso. Un nuevo año académico en el que más de uno, inevitablemente, se ha acordado, mirando encarecidamente al cielo, del santo Job.

viernes, 14 de junio de 2019

SUMA Y SIGUE

Que se lo digan a Carmen Emília, que va a celebrar sus 106.

O a Laureano García de 87  al que llaman nuestro sacristán por llevar detentando tan ilustre cometido durante más de cuarenta  años en la parroquia de San Antonio de Padua.

O que se lo digan a la valenciana  Clotilde Veniel,  que con  sus 107 primaveras es  voluntaria de Caritas en la localidad valenciana de Bicorp  donde reside y en la que continúa realizando la visita a enfermos y ayudando en la recogida de ropa usada para personas pobres. La veterana posee “una salud y vitalidad envidiables” que , según su hija, también Clotilde, de 78 años es lo  que le permite continuar con su incesante actividad en favor de los más desfavorecidos.

No le faltan los achaques pero  a pesar de todo, sigue ayudando a recoger ropa usada y a recaudar fondos, y sigue visitando enfermos, a los que – según sus propias palabras  “transmite  siempre alegría, cuenta  chistes, y trata  de darles esperanza”.



“No hay que hablar de problemas con los enfermos, ni de cosas tristes, ni de dolores, sólo de cosas buenas y alegres”, dice. Su hija nos cuenta el secreto:  “tiene mucho humor, raudales de  alegría y un espíritu muy positivo que transmite a todo el que tiene alrededor”
Hace años ya le parecía imposible llegar a cumplir un siglo de vida y ahora explica que vive “de prestado” y no se cansa de dar gracias a Dios.

Clotilde asegura que trabajar y mantenerse activa ha contribuido a su longevidad.. De niña y en su juventud ayudaba en casa pastoreando el ganado. Además, trabajaba en la carnicería de sus padres, acudía a la vendimia en Francia y, durante un tiempo, sirvió en la casa de una familia en Barcelona. Más tarde se casó con un labrador y siguió trabajando en el campo. 
Su familia está compuesta de  dos hijos, cinco nietos y seis bisnietos”. El párroco, don Andrés, le visita de vez en cuando, y ella le recrimina: “No te preocupes que aún puedo ir a la iglesia”.
Esa Iglesia a la que Carmen Emília, Laureano y Clotilde han  servido y siguen  siendo testigos que irradian La Luz  de Cristo resucitado.  Él también se hace presente a través de ellos en su piel cuarteada y sus miembros cansados. 
Sin embargo el paso del tiempo mantiene siempre joven su fe en Cristo y   las ganas de seguir a bordo de la  barca de Pedro en la que también reman con su presencia y experiencia. Toda una vida testificando a Cristo. Y suma y sigue.


lunes, 10 de junio de 2019

TENDIDAS AL SOL




Colaboración en La Nueva Crónica de León.
Columna lunes 10 junio 2019

Son animalitos apasionantes. Tendidos al sol en posición mimética como esos paisanines que sentados en el banco de la plaza del pueblo atisban al personal cacha en mano sin mover un solo músculo. Pero las lagartijas son bastante más escurridizas,  es necesario mantenerse muy quieto para poder observarlas  con serenidad. Y los niños de eso no saben mucho. Una estampa de mi niñez me recuerda aquella vez en que, empeñada en capturar una de aquellas  que cada día veía reptar  nerviosas por el muro, me quedé entre los dedos con un rabillo colgante que no paraba de moverse. Todo el día con el remordimiento de haber acabado con la vida de aquel pequeño invertebrado. Para más inri el mismo día hicimos una excursión a Correcillas y a alguien se le ocurrió el oportuno comentario: “ ¡Vaya curvinas! ¡Han debido soltar la lagartija para hacer la carretera!”  Y entonces a mi calenturienta mente infantil le asaltó de nuevo el fantasma de aquella criatura vilmente asesinada.
Menos mal que alguien me explicó que la cola se regenera y que esto no es sino un mecanismo de conservación. Cuando los enemigos las capturan pierden con facilidad la cola y el adversario queda tan ensimismado mirando cómo  se mueve que al no saber a qué atenerse, ellas aprovechan el despiste del enemigo  para escabullirse  tan airosas como aliviadas de una muerte segura.
Pero últimamente apenas se las ve corretear  por nuestros  muros y tapias. Debe ser que por eso las han incluido, al menos a la autóctona leonesa, en el  Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. La lagartija autóctona leonesa, con el ilustre y noble sobrenombre de Iberolacerta Galani, se localiza en la zona de La Cabrera y en algunas del Bierzo, siempre en áreas rocosas. De costumbres diurnas y muy dada a los baños de sol. 
Claro que  comparada con la de mi pueblo,  la que van a proteger  es como más exótica porque tiene la pancina verde.  Un  color que curiosamente va ganando  terreno al negro a medida que el ejemplar se va haciendo mayor en edad y estatura. Y es que la del Torío es la lagartija ibérica o Podarcis hispanicus, por eso a lo mejor todavía no la han debido  proteger,  por lo que la tocará esperar a la larga  cola vibrante  de asuntos a tratar tales  como: la agonía de un tren que no se acaba de recuperar pese a  dar vida a los valles tanto para los habitantes como para los turistas que se asoman a conocer los atractivos de la zona, la dolorosa desaparición de la minería, tradicional motor económico de la zona sin haber aparecido alternativas realistas y contundentes, la despoblación   debida al exilio de una juventud con falta de expectativas ,  la carencia de  planes integrales y con dotaciones económicas bien gestionadas y supervisadas, la merma de niños que está provocando cierres de colegios o agrupamientos complejos para estudiantes y docentes.
 Confiemos en la capacidad de regeneración de las gentes, la honestidad de los políticos que acaban de acoger el bastón de mando, la garra de los que permanecen enraizados a la tierra rural frente a todo y los que seguimos, todo lo cerca que podemos, las desdichas de nuestros pueblos con preocupación y ocupación. 
Nada de quedarse, como las lagartijas, tendidas  al sol.

domingo, 9 de junio de 2019

DÉJÀ VU NADAL


En colaboración con M. Q. M.

Sin duda has tenido  razón una vez más.
 En cada ocasión ha sido algo ya vivido aunque siempre diferente pese a ser lo esperado.
Como las perseidas que cruzan el cielo cada año, dejando una estela precisa, igualmente luminosa que las pasadas.  Volviendo a  evocarnos una agradable sensación de  déjà vu.
 El fulgor de las estrellas no siempre se observa de la misma manera por todos.
Aunque  algunas son tan asombrosamente arrolladoras que irradian  luz plena  como la que  nos regala  la ciudad del amor por excelencia.
Hoy Rafa Nadal volvió a deslumbrar en Paris.
Habrá personas que se queden en la gesta histórica que supone haber ganado por duodécima vez el gran torneo galo  de tierra batida o en sus diociocho grand slams, a tan sólo dos de su rival y sin embargo amigo,   Roger Federer, de quien también ha aprendido muchas estrategias para seguir en lo más alto. 
Habrá otras que  se hayan quedado deslumbradas por un gigante del deporte  que es capaz de salir a la pista tras dolorosas infiltraciones o envuelto en vendajes que cubren  las llagas de sus manos y mitiguen los dolores de sus articulaciones o alivien los calambres y demás molestias asociadas a largas horas de entrenamientos y partidos.
Más de uno sin duda se habrá emocionado ante las  palabras que pronunció en varios idiomas. Primero en inglés,  felicitando caballerosamente, tal como nos tiene acostumbrados,  a su rival el austriaco Dominic Thiem.  Luego  en francés asegurando, con la humildad y modestia que le caracterizan: “Todo esto es increíble, no puedo ni explicar la sensación que tengo. Es un sueño que nunca me hubiera imaginado cuando gané la primera vez en 2005". Y finalmente en un español con cierto acento mallorquín confesando que hace muy poco tiempo ni siquiera sabía si podría llegar a estar en Roland Garros.


Pero ciertamente lo que nos ha fascinado son esos dos atouts que le convierten en una persona y deportista extraordinarios: En primer lugar su capacidad de volver y volver pese a todo y contra todo. Cosido de lesiones, cargado de problemas personales y familiares que podrían restarle concentración y apartarle de la alta competición, la presión mediática de los que no confiaban en sus posibilidades por haber pasado ya la treintena.

Y en segundo lugar esa increíble capacidad de reinventarse alumbrando un Nadal nuevo que es capaz de revisar y modificar su juego pasando de ser un típico jugador español de fondo largo a volear como los mejores. Mejorar los saques, mostrando un juego más agresivo y acortando los puntos para combatir un posible desgaste físico a destiempo, angulando al límite, aprendiendo instantáneamente de los errores y desgastando, sin soberbia,  a un rival falsamente ilusionado tras ganar el segundo set. 
Pero nada es por casualidad y detrás de eso hay un gran esfuerzo y capacidad de lucha, superación, evolución constante, resiliencia y  autoconciencia de que era necesario adaptar su físico y mentalidad  a los nuevos cambios, perdiendo algo de peso a la par que masa muscular para ganar en agilidad  y reformando su estilo de juego.
El resultado lo disfrutamos hoy emocionados viendo cómo este nuevo héroe de la historia, embajador del deporte español,  nos ha hecho repensar en los grandes valores que deben regir no solo el deporte sino la vida misma. Ejemplo para jóvenes y veteranos.
 Verte nos ha permitido soñar  juntos pensando que también los demás podemos reinventarnos si le echamos el coraje suficiente.
  Seguiremos viéndonos en Paris. A bientot!



viernes, 7 de junio de 2019

TENTE NUBE


Pues si  que nos  proporcionaste una merienda deliciosa
Intrigados andábamos con eso de celebrar nuestro anual  encuentro de profesores de Religión  degustando  una merienda a lo CH. Antonio, al que familiarmente llamamos Toñín, nos hacía llegar una invitación con el siguiente sugerente  mensaje: Los afortunados que tenéis previsto asistir, disfrutaréis del entorno, la visión panorámica, el silencio y la paz “al natural”, la celebración dentro de la Ermita que es “casa madre” de los ribereños del Torío... y para rematar la faena, merendaremos un combinado típico de este pueblo que se hace llamar MERIENDAS CH
Algunos pensareis que se refiere a Carolina Herrera, y algo de razón tenéis... ES UN LUJO PODER HACER UN ENCUENTRO CON OTROS, SI ADEMÁS ES EN ESTE ENTORNO, EL LUJO ES DOBLE. 
Y el lujo fue escucharle a él en ese  pueblo cuna de intelectuales ,  con olor a manzanas y apellido de río mitológico. Y un privilegio también disfrutar de las lecciones de Jorge, joven sacerdote oriundo de Villabante, en cuya escuela de campaneros se formó en el ancestral oficio de pregonero campanil.  Jorge nos ilustró en lo alto de ese santuario dedicado a la Virgen de las Manzanedas con demostraciones prácticas de distintos toques de campana. Impresionante escuchar el tente nube:


“Tente nube, tente tu

que Dios puede más que tu;

tente nube, tente palo

que más puede Dios que el diablo”

A ver si alejamos  esos nubarrones que nos ha tocado vivir a los que impartimos la asignatura de Religión Católica, tan atenazada por los vaivenes electorales y los devenires  ideológicos. Dura profesión y misión ésta siempre en boca de todos.
 La nuestra es  materia  que versa y conversa sobre el lado más espiritual del ser humano  al invitarle  al alumno a interrogarse  sobre el sentido de su propia existencia a La Luz divina.  Una asignatura que descubre e interpela, que remueve y celebra la vida. 
Nubes espesas y negras se ciernen sobre ella, no cabe duda. Así que es bueno aprender a tocar campanas que alejen  rumores y que nos devuelvan la confianza en que la Religión  merece el mismo  decoro y respeto que se le dispensa   en nuestro entorno educativo europeo. 
Estuvo bien compartir y departir con los compañeros profesores, así como con miembros de la Delegación de Enseñanza y  de la Vicaría de Pastoral. 
Y al final supimos el significado de tan  intrigante merienda CH compuesta de Chicharro, chorizo, chocolate , churros y algún apaño más que ahora no recuerdo. Ciertamente Toñin, lo fue. Todo un lujo.

HASTA AQUÍ PUEDO LEER.



Hay personas que no se mueren nunca. Porque no las dejamos. Tiramos de su recuerdo y estiramos tanto su legado que logramos una larga intriga enredada entre unos sueños que están en suspenso porque alguien decidió contarnos una historia para no dormir. Magos que tejen imágenes e ideas regalándonos escenarios y mundos que solo ellos conocen y manejan. Tocados por una musa diferente. Seres que miran de otro modo.

Contamos 1, 2, 3 y cerramos los ojos para rogar La Paz necesaria que les acoja. Y musitamos  una breve oración para rogar por el alma de un narciso que se quedó dormido mientras se miraba en un río olvidado en cuya superficie bailan rutilantes las estrellas que se escaparon de una caja tonta. Nadie le dará calabazas Rupertas  ni botildes  al maestro ahora en ese viaje final cuyo billete ya fue validado. Escuchará  ahora  la voz de otro narciso padre que, enredado en menta quiso llamar al pequeño prestidigitador  que tanto nos hizo soñar a ritmo de música, premios, preguntas y respuestas. Batiburrillo de subastas envueltas en campanas y sirenas tacañonas. Aquellos  viernes tendidos en el sofá de casa mientras, viendo la televisión,  mi madre me acariciaba el pelo. Soñaba con ser una de aquellas hermosas azafatas. Vibraba con las coreografías y las intemperancias  de la explosiva rubia francesa de nombre Marlene, y la bombi, y 22 22 22, y Kiko y Jordi, y aquel otro que anunciaba las campanadas de Noche Vieja enfundado en una capa que se me antojaba leonesa, y...hasta aquí puedo leer no sin antes desearte felicitad eterna Chicho, al menos un pizquín de la que tú me procuraste a mi.

domingo, 2 de junio de 2019

XXXIII

XXXIII.

Columna de Opinión para la Crónica de León lunes 3 de junio



Envueltos en estos calores estivales y con visos de un verano que se espera como agua de junio a la vuelta de la esquina, nos enfrascamos en los sopores vespertinos. Este final de curso se está haciendo un tanto largo para el personal escolar. Así pues, los que nos dedicamos a la tarea noble de hacer de ellos y ellas ciudadanos ilustres y honorables,  no vemos el momento de dejarles y dejarnos descansar. Ya son muchas las horas compartidas en las aulas y ello demanda asueto y distanciamiento. Además el  agotamiento reclama más horas en horizontal. 

Respecto a este tema,  confieso, no sin cierto rubor a expensas de quedar de ignorante,  que son muchas las siestas que los relajantes sonidos de los golpes de la pelota en la raqueta de tenis  me han regalado  en el confortable sofá de mi  salón doméstico.  Aunque  nada comparable a aquella voz en of describiendo el paso de los ñus atravesando el río Mara a expensas de perecer en las fauces de los cocodrilos, o el cansino y reiterativo locutor que se viene arriba acunado por la melodía de los coches de fórmula uno mientras nos tortura contándonos lo que ya estamos viendo en las pantallas. Por eso, las retrasmisiones deportivas y documentales de animales son mis opciones para la fiesta estival. Hasta que llegó el. Con esa garra imbatible, tez morena y ese increíble coraje incansable persiguiendo las pelotas a lo largo de la pista. Esa aguerrida planta latina que se impone felina en la pista. Salvador y exaltador de un orgullo patrio que él tiene a gala exhibir con la discreción que le caracteriza. Ejemplo de superación
Considerado  uno de los mejores tenistas de la historia y el más grande  de todos los tiempos en pistas de tierra batida. Ha conseguido el Torneo de Roland Garros en once ediciones, siendo el tenista que más veces lo ha ganado. 

Estos días lo tenemos por nuestros televisores regalándonos sorpresas.

 Le hemos visto aceptar las derrotas con deportividad y decoro, ocuparse y preocuparse de los desastres naturales que dejaron a varios de sus paisanos isleños sin viviendas, pasear por Mallorca del brazo con su novia Xesca de toda la vida que pronto se convertirá en su mujer, recibir con modestia el príncipe de Asturias, ganar medallas de oro en dos Juegos Olímpicos en la modalidad individual y de dobles respectivamente y enarbolar con orgullo la bandera española en los mismos Juegos  de Londres en el 2012 y hasta abrazarse sinceramente con su eterno rival  y sin embargo amigo Roger Federer.

Hoy nuestro héroe cumple 33 años. Y despierta en Paris envuelto en plena gesta deportiva. Muchos ojos puestos en su trayectoria. Modelo para jóvenes y mayores por su tenacidad y capacidad de lucha. Una vida entregada al deporte y al sacrificio que demuestra que el empeño hace posible cualquier empresa deportiva, académica, laboral y  humanitaria. Rafa,  te  seguiremos estos días abanico en mano. Las siestas estivales tendrán que esperar. Toca acompañarte y disfrutarte. 

Y por supuesto hoy felicitarte. Salve Rafa. XXXIII  años. 

Gracias por salvarnos, aunque sea un poco.

LO QUE NOS DIO LA GANA