domingo, 5 de mayo de 2019

LA CANCIÓN DEL RECUERDO

Andaba cantando por lo bajines el muchacho una cancioncilla a destiempo. El timbre había sonado y teníamos que comenzar ya la clase. Había que pacificar al personal. Un compañero mío dice que las semanas  en las que hay fiesta de por medio están perdidas. Pero queriendo evitar  que se cumplieran los malos augurios de mi colega,  puse el intelecto a pleno rendimiento. A ver. A veces es preferible recurrir a estrategias que les descoloquen.

Miré al cantarín entre desafiante y divertida.
Bueno, ya que quieres cantar hazlo en alto criatura. 
Y para asueto y deleite  de la expectante muchachada del aula, desgranó de manera impecable las notas de un canto del ramo a la Virgen del Villar. Comenzó un poco trémulo en la ejecución , pero a medida que veía que las caras de sus compañeros se tornaban en admiración por tamaña valentía, su  voz se fue aclarando y manifestando el orgullo de estar mostrando algo digno de elogio. 

Cada año es distinto profe, me decía. Esta canción es el ramo. Mi madre tiene guardadas las de siete u ocho años para atrás. Si quieres un día te las traigo.  Yo  soy danzante. Una tradición de aquí de Carrizo. Hemos ido a León a actuar delante de la catedral.



He constatado con  frecuencia en las aulas, sobre todo en las rurales, el apego y admiración que el alumnado adolescente siente por las tradiciones mamadas desde la infancia. Estas prácticas ancestrales que provocan cariño hacia el terruño y favorecen el apego para que los jóvenes y no tan jóvenes,  deseen quedarse o al menos volver con frecuencia a sus nidos de origen.

Por eso me ha alegrado conocer que se recuperan iniciativas que contribuyan a dinamizar los entornos rurales, a vivificar las calles que parecen abocadas a la desertización humana. Como las que la pasada semana se llevaron a cabo en Canales , organizadas por los participantes en el proyecto de cooperación del "Camino Olvidado". Estas  jornadas fueron auspiciadas por  la Diputación y el Grupo de Acción Local Cuatro Valles. Lo que se pretende recuperar es el  viejo  Camino de Santiago, también llamado de la montaña u olvidado. Una  ruta jacobea del Norte de España, que durante la Edad Media, se utilizó asiduamente por  los peregrinos. Pero a medida que la Reconquista avanzaba sobre los reinos musulmanes, este Camino fue perdiendo afluencia a favor del Camino de Santiago Francés hasta su total olvido en épocas posteriores. La ruta discurre por bastantes municipios leoneses tales como Boca de Huérgano, Riaño, Crémenes, Cistierna, Boñar, La Vecilla, Matallana, La Robla, La Magdalena-Canales entre otros y ya se han empezado a realizar etapas para dar a conocer  las innumerables virtudes de todo tipo que la rescatada vía puede ofrecer al viajero que a ella se acerque. Ahora toca que  se mantenga el impulso y se difunda cómo se merece para que la olvidada senda del Apostól reconquiste riquezas y esperanzas.

Necesitamos recuperar y dar a conocer viejas tradiciones. Rescatarlas de un impenitente olvido. Aunque los ritmos deban ser inevitablemente acompasados a los nuevos tiempos.

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NARANJAS DE ESPERANZA