El perro es el mejor amigo del confinado.
Los balcones....también.
Los sueños hibernados tras
los planes trastocados.
Vuelve el extraperlo
Ay que verlo para creerlo.
Miramos anonadados
un mundo que se desploma
por un virus que es la carcoma
de los pulmones gastados.
Nuestros mayores agotados.
Ni un beso
en la cara del preso
que permanece oculto y en penumbra
tras una ventana que se vislumbra
perdida en un futuro incierto.
El niño colgó un arcoiriris
pronto volverán los parques.
Un aplauso roto
al viento por los que no descansan.
Una lágrima se desliza
tras los párpados cansados.
Seguimos los confinados,
gimiendo y llorando en un sueño de lágrimas,
que empieza a ser perpetuo.
En la calle a lo lejos
se escucha
un ladrido abandonado, o tal vez sea una sirena que aúlla
detrás de un pobre desgraciadoque ya no estará confinado
finado.
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