jueves, 23 de abril de 2020

PASEO


A primera hora de la mañana las persianas guardianas tirotean al alba y a los paseantes que vulneran normas.

Los confinados se rebelan frente al hastío. Miradas recelosas pretenden incautar la calle de revoltosos.

 De vez en cuanto se escuchan pisadas de muchos que atenazan las ganas.

Miradas inquisidoras.

Los pájaros siguen cantando ignorantes del drama que acecha al gentío.

Un niño cuelga una bandera en su terraza. Su padre preso predica la independencia de un pueblo que aún no ha asumido que el instinto territorial es vano.

Nada más. Solo pesa la humanidad. Ahora doliente, Y ausente...de la Vida.

2 comentarios:

  1. Seguro Manuela, mientras tanto drenamos aguas revoltosas mediante la palabra. Gracias por tu lectura, y por tus ánimos. Feliz día del libro.

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NARANJAS DE ESPERANZA