Lloro
porque matándoles
os matáis vosotros
y nos matáis a nosotros.
Sumiéndonos en un pozo
de anonimatos
acumulados.
Adocenados en medio de un
des
orden
que os inventásteis.
Tocásteis mi carne
y la vencísteis.
Ya no queda nada
solo
mirar al cielo
y esperar a que llueva
misericordia
y con ella se deslicen mis lágrimas.
Lloro.
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