lunes, 29 de abril de 2019

PAPÁ ¡YO NO ME CASO!




Por Marta Redondo

Colaboración sección opinión La Nueva Crónica de León. 29 de abril de 2019.

Tengo una amiga india que vive enfrentada con media familia por negarse a acatar un matrimonio de conveniencia. Ella no habrá podido votar, aún no le han dado nuestra nacionalidad. Pues bien, aunque Indira profesa el cristianismo y no frecuenta gran parte de las costumbres de la gente de su país, su familia,  mayoritariamente residente en EEUU, aún vive fuertemente aferrada a un sistema de castas que conlleva uniones previamente consensuadas.  Como mi amiga ya tiene una edad, los suyos la consideran poco menos que una descocada por la desfachatez de andar rozando la cincuentena sin haber formado una familia “como Dios manda”. Piensan que esa pobre hija ya está perdida.
Cuando hablamos del tema, los profundos ojos de mi cobriza amiga se tornan firmes para expresar  la seguridad de que es preferible continuar sola su camino de vida, que hacerlo mal acompañada. Asegura que los matrimonios a calzador,  generan gran dosis de infelicidad amén de frecuentes infidelidades y demasiadas falsedades que se mantienen de cara a la galería. Un buen compañero debe ser honesto, cumplidor en todos los sentidos, y sobre todo leal.
Y de  pactos conyugales y andanzas y  legislaturas varias vamos a cansarnos de oír hablar en los próximos meses. Viviremos con desasosiego la publicación de las capitulaciones matrimoniales, observaremos entre gozosos y estupefactos los cortejos nupciales, los escarceos amorosos que debe exhibir cualquier seductor que se precie, nos maravillaremos cuando cada uno de los cónyuges   despliegue su tapete de terciopelo para exhibir  las ofertas de las  más jugosas y codiciadas dotes para una feliz convivencia ( ¿o mejor deberíamos decir connivencia?), debatiremos sobre si los tortolitos han optado por el  régimen económico matrimonial adecuado. Seremos testigos mudos de enamoramientos, lances y peleas de enamorados. Desearemos reconciliaciones o rupturas dependiendo de nuestra vinculación o simpatía  con la pareja resultante de tanto tumulto y arrebato. Se sucederán los encuentros clandestinos, las declaraciones a pecho descubierto. Quizá se generen peleas con futuras familias políticas o tal vez alianzas insálubres para la comunidad de vecinos donde la nueva unidad familiar pretenda fijar su residencia. Los consortes se harán guiños de complicidad buscando una unión estable y duradera que asegure una larga y próspera vida política. 
Mientras,  los espectadores, asistiremos expectantes a todas las ceremonias deseando estabilidad y fecundidad para los nuevos y democráticos esposos por la cuenta que nos tiene.
El otro día Indira y yo hablábamos de lo difícil que es encontrar a la pareja idónea. 
Yo no me fío de nadie Marta, me decía , de novios todo es prometer pero a la hora de vivir en común, es cuando se les ve el plumero. Cada vez que mi padre  me saca el tema yo siempre le contesto lo mismo.
“Papá. ¡Yo no me caso!”

viernes, 26 de abril de 2019

CON LOS AÑOS QUE ME QUEDAN POR VIVIR




Con los años que me quedan por vivir quiero convertir las minas antipersona en fuegos artificiales.
De explotar que sea en las alturas, cuajando el cielo de estrellas luminosas que alegren la vista. 
Que el ruido no provoque sorderas, ni llantos de niños. Que sea estruendo de dichas, torbellino de placeres que componen.
No quiero minas que amputen miembros, sino ruido antesala de algarabía breve de pájaros asustados que se recompongan enseguida.
Estallar mirando al cielo y sin provocar más daños que los que pueda soportar mi alma.
Con los años que me quedan por vivir reclamaré cielos poblados de luces que mitiguen la pena de aquella mina abandonada que nunca estallará.
Y de estallar que sea en las alturas, con ojos ebrios de firmamento.

ALFA Y OMEGA




Últimamente mis amigos me preguntan por qué trabajo en algo de Religión.
Un chaval tan joven...cómo se ha podido perder tan rápido.
Así comienza Javier Fernández, redactor de COPE presentando un  audiovisual que ya se ha hecho viral, donde reflexiona sobre su trabajo y la fe, el alfa y omega de una vida que en su caso se hayan indisolublemente unidas.
Javier intenta justificar qué supone para él profesar la fe católica. Y para ello comienza por los sacramentos que recibimos a menudo sin conocer muy bien su significado y profundidad. El periodista asegura que ha hecho un profundo estudio y análisis de lo que los expertos han dicho sobre el tema. Pero al final se decanta por el lado humano, esa parte emocional que se haya profundamente inbricada en nuestra racionalidad y nos impulsa a buscar lo sobrenatural.
La fe, además de ser un conjunto de creencias en algo o alguien que llamamos Dios es mucho más que un simple  instrumento, una serie de personas, requisitos, normas, salvación. Ciertamente. No es  sólo eso. Es, explica Javier, 

la carta que escribíamos a los reyes pidiendo una cosa que no se podía comprar con dinero, es rezar el día antes porque aún habiendo sido un vago consideras que no te portas tan mal. La fe es saber que no se ha ido, que sigue ahí. La fe es cenar en familia a pesar de las peleas que todos tenemos en nuestras casas, es dejarle al compañero o compañera los apuntes aunque no se lo merezca y aguantar tus ganas de gritar a ese insoportable. La fe es la naturaleza. Es querer, querer y volver a querer. Es decidir amar a esa persona porque si y persistir en el compromiso contra viento y marea. Es confiar en que todo va a salir bien y en que si no ha salido es porque simplemente no es el final. Es comprender que no hay mejor aprendizaje que el fracaso y lo que duele. La fe es saber que no todo depende de ti. La fe es confiar y saber que hay algo más allá de tus preocupaciones y sufrimientos. Amar lo maximo que sea posible.
La fe es alguien una persona que te acompaña siempre. Es seguir su Camino porque te quiere y te quiere feliz. Es buscar su Verdad. 
La fe es El. El resucitado . El alfa y omega.

domingo, 21 de abril de 2019

LA CENICIENTA


Columna de lunes 22 de abril de 2019

La Nueva Crónica de León 

Por Marta Redondo.

Antes de que  puedan extenderse por contagio algunas  prácticas expurgatorias como las que han adoptado en   las bibliotecas de  algunos centros escolares allá por el noreste de España donde se han liado a retirar cuentos infantiles comoLa bella  durmiente o Caperucita Roja por considerarlos “tóxicos” para los retoños,  será bueno recordar este célebre cuento que ha hecho las delicias de generaciones de niños. Una de las versiones más conocidas es la del francés Charles Perrault. Narra la historia de una joven, tiranizada por su madrastra y humillada por sus hermanastras, que ha perdido hasta su nombre y a quien todos llaman Cenicienta por su sucio aspecto, pues su cama son las cenizas de la chimenea. Y de cenizas hemos hablado durante los últimos días al hilo del triste incendio de la catedral francesa, una tristeza que nos permitió empatizar con el dolor  galo recordando un hecho similar que nuestra pulcra leonina padeció aquel 29 de mayo de 1966. Y en seguida surgieron las comparaciones, inevitable práctica tan humana como los sentimientos de celos y envidia que el parisino Perrault nos cuenta en su versión de Cenicienta. Respecto a nuestro incendio, cuentan  las crónicas que fue el cantero Seoane, conocedor de los entresijos arquitectónicos de esa catedral  galana, quien advirtió rápidamente a los bomberos de León, Valladolid, Palencia, Asturias, Santander y otras provincias limítrofes que no sofocaran el incendio con agua. Bien sabía el artista que las bóvedas de nuestra  catedral gótica se sostenían , en un milagroso equilibrio, gracias a la ligera   piedra porosa, llamada toba calcárea.  Si se le hubiera echado  agua en demasiada cantidad, la sedienta piedra hubiera absorbido líquido  cual esponja, aumentando el peso de  la estructura  convirtiendo una inteligente  solución inicial  en garantía de desplome; el incendio de León de 1966 fue un ejemplo de ello, al evitar Seoane que se utilizara más agua y dejar que se extinguieran los rescoldos. Conocemos estos datos gracias a la catedrática de Patrimonio Histórico y Documental de Historia del Arte en la Universidad de León María Victoria Herráez Ortega tal y como se recoge an algún medio digital.
Las redes sociales han catalizado pronto las informaciones del rescate económico de la catedral de Notre-Dame. Ya son cientos los millones de euros anunciados para su restauración. Mientras,  por estos lares legionenses,  aún continúan los ecos de la campaña popular iniciada en 1992 para captar  fondos para una nueva restauración llamada 'Salvemos la Catedral' .  La actual restauración del rosetón de la fachada principal , va a costar medio millón de euros y es vox populi que el apoyo de las  administraciones públicas siempre ha sido parco.
 Di que es que igual nuestra Cenicienta catedralicia aún no ha bailado con el príncipe adecuado, o tal vez será cuestión de cambiar de hada madrina. Lo mismo después de estas elecciones encontramos una varita que la salve o tal vez una pascua que nos la resucite.

sábado, 20 de abril de 2019

AUTENTICIDAD




El diccionario de la RAE  define el término auténtico con dos acepciones. La primera de ellas , que  es realmente lo que parece o se dice que es . La segunda,  que  está autorizado o legalizado y tiene valor oficial. Pero si analizamos ambas e intentamos  interrelacionarlas, podemos llegar a descubrir que ambas definiciones pueden encontrarse enfrentadas. Es decir, algo que no es cierto, puede llegar a serlo si yo lo hago veraz a través de una ley que así lo declare. Y al contrario. Una certeza puede ser derribada por un reiterado empecinamiento en negar su autenticidad. 

Eso ocurre a menudo con muchas de las verdades históricas del cristianismo. Se niegan por el mero hecho de pertenecer al entorno de nuestra religión. Yo he escuchado con perplejidad a  compañeros docentes negar  la propia existencia de Jesús de Nazaret. Este hecho aparece  perfectamente recogido por historiadores y paganos  de los siglos I y II como el judío Flavio Josefo, los romanos Tácito, Suetonio y Plinio el joven; el griego Celso o el sirio Mara Bar-Serapión; textos no Cristianos como el Talmud y numerosos hallazgos arqueológicos que aún hoy siguen apareciendo. Lo mismo ocurre con la Resurrección. Ciertamente no hay pruebas físicas o tangibles que se puedan exhibir ante un auditorio ansioso de evidencias insoslayables,  pero sí tenemos  los testimonios oculares que aparecen  recogidos en los Evangelios y Hechos de los Apóstoles, además de la sangre de los mártires sobre la que se edificó la misma basílica De San Pedro del Vaticano. Tanta y tanta sangre derramada por defender el nombre de nuestro Maestro

. Ahí tenemos, además , una posible prueba científica depositada en la catedral de Turín. Esa misteriosa Sábana Santa, que ha sido analizada por un grupo de científicos de  la NASA arrojando unos resultados realmente inexplicables para la ciencia. 

Aunque algunos no harán caso ni aunque resucite un muerto.

martes, 16 de abril de 2019

LA NOTRE DAME DE EDITH




El bueno de Quasimodo se descuelga desolado por el bosque santo en llamas.

 Aúllan los miserables, y  las gárgolas heridas  mientras se despiden de  la casa que custodian . Se quiebra la tarde plomiza. Las lágrimas  de los querubines tampoco apagan el fuego . Y los amantes que soñaban con quererse   a la sombra clandestina de los muros santos se sobrecogen uniendo sus manos distantes.

Los turistas intentan captar en vano los  fuegos fatuos de las almas en pena que abandonan  presurosas las tumbas de la Catedral.
El Sena aminora su  curso queriendo detener el tiempo.
Paris contiene el aliento compungido mirando teñirse de rojo candente el atardecer. Hoy su Luz tiene un tinte de luto.

Y una mujer canta al amor soñando con volver a ver reconstruida Notre Dame aunque sea al final de sus días.
 En blanco y negro sueña Edith con su cielo mientras a su espalda se alza intacta la belleza de la dama engalanada como Jerusalén celeste.





lunes, 15 de abril de 2019

LEVANTAOS QUE YA ES HORA

Portada revista leonesa  Pregón .
Número 5.
Cortesía de Carlos García Rioja.


Por Marta Redondo
Publicado en La Nueva Crónica de León
Lunes 15 de abril de 2019

Comienza el pasional ritual de la Ronda. Rasga  el silencio un sonido de tambor rotundo.  Le sigue obediente el  tenue tañido de una sumisa esquila.  Suena luego claro un clarín que recorre  en lúgubre arpegio, las notas de una pena contenida. Funestos augurios que  perturban la calma de la madrugada. Y una imperativa  voz quebrada anuncia: “Levantaos hermanitos que ya es hora”. En solemne comitiva recorren las calles convocando al momento definitivo. Santos días de angustia y zozobra. 
Ya se oyen los fieros tumultos de  soldados sedientos  de sangre. Ya claman las voces de muerte hambrientas de hombre inocente. Y apartados de la multitud, un grupo de hombres custodian, aunque dormidos, la angustia del  amigo Divino  que el beso de Judas entregará. 
 Al paso del solemne cortejo,  la ciudad de León se despereza penitente. Se prepara para interrumpir el ordinario discurrir de los días y tornar   sus ritmos a compás de  horquetas procesionales. 
Vienen días  de contrastes  diseñados  a medida  de creencias y conciencias. Que se vivirán  con intensidades varias en función de expectativas sacras o profanas.  Por doquier se suceden reencuentros gozosos con familiares y amigos  que retornan. Y las calles se hacen retablo viviente llenándose de arte y flores mientras los ojos de propios y extraños quedan fascinados al contemplar la belleza de tanto  regalo visual. Las dieciséis cofradías legionenses escudriñan  los cielos deseando alejar lluvias que impidan culminar tan intensos días de espera. Se coronan y fructifican intensos tiempos de ensayos.
Y en una habitación concurrida de curiosos inquisidores  un hombre piedra niega por tercera vez  a su Maestro  antes de que  la garganta de un gallo quiebre por segunda vez el silencio reinante. A su lado, en animada charla,  grupos de amigos departen mientras brindan entre tapas y limonada. Y en la calle juegan niños mordisqueando obleas mientras agarran con fuerza el alado globo de helio que la abuela les compró.
Ya suben  por la cuesta, y precedidos por una gran cruz,     el niño monaguillo agitando el incensario que embriaga todos los rincones   de Semana Santa y los papones cubiertos portando  velas y hachones.  Ya les siguen las manolas expectantes como cigüeñas en la torre portando los rosarios que se balancean al compás de los pasos  sonoros. Ya se vislumbran los conjuntos de esculturas  casi vivientes que vienen  pujadas por braceros que sufren.
Y  surcan , en ascenso sonoro,  multitud de racimos de notas que cuajan  los aires de melodías de angustia. Se sienten ritmos premonitorios de una muerte anunciada.
Ya retumban  los golpes de mazos que taladran manos sin culpa, y se escuchan los   gemidos y clamores  de los  mujeres y hombres que en todo el orbe sufren   cosidos por la indiferencia de un mundo  que a menudo observa  el espectáculo del dolor humano como el que compró una entrada sin más. 
Ya asoman silenciosas las lágrimas de los que se compadecen. Se elevan las plegarias de los que  rezan.
Y en una Basílica que se encuentra a la orilla de un Camino, la madre del Amor ,   llora desconsolada portando en sus brazos el cuerpo muerto del Hijo. Un triste rey al que pretendieron destronar  matando  en una Cruz.

viernes, 12 de abril de 2019

DESCANSE EN PAZ. Y YO TAMBIÉN.



Escrito por Violeta Stein.

14 de febrero

¡Buenos días Doctor Cabrera!  Parece que amaneció soleado. ¿Verdad? Se le ve buen semblante. Hoy habrá marejada nocturna con la señora ¿no? ¿O usted es también de esos que piensan que San Valentín es un invento comercial? Ya siento lo del Barça de ayer hombre. Pero este va a ser el año de los merengues asúmalo…los catalanes tienen que pagar tanto mal que nos hacen.

Buenos días Matías


Cada mañana el mismo ritual. La misma sarta de sandeces a bocajarro. Este hombre es insufrible.
Sería bueno diseccionarle por completo. Más que nada para ver si encontramos algo más que serrín. No se si en ese cerebro quedará alguna sinapsis cerebral.

Entro en mi sala de autopsias y enciendo la lámpara. Sobre la mesa de acero inoxidable está el primer cadáver de hoy. Un anciano de tez morena. Parece ser que le encontraron flotando en el río. Tiene el vientre hinchado. Pero no como el de ese gordo incontinente de Matías. Este reventó de ingesta de agua. Yo reventaré algún día de tragar las  sandeces de ese bedel cretino de la entrada.

. 21 de febrero


Buenos días Doctor Cabrera. Parece que hoy no dormimos eh? Qué andaríamos haciendo por la noche…yo creí que los médicos eran más metódicos y comedidos pero ya veo que como todos…llamaron del Juzgado de lo Penal nº2. La fiscal esa con la que toma tantos cafés últimamente. Esa que está tan buena.  Rosa Ruiz.   Preguntaba por no se que informe. Le dije que cuando llegara le llamaría. Sabe una cosa? Dijo mi nombre al darme las gracias. Gracias Matías. Caramba con la  fiscala …

Buenos días Matías 


Cada día soporto menos a ese conserje metomentodo. Esa  manera tan estúpida que tiene de carcajearse de todo. No se de donde le vienen las  confianzas. Que yo sepa jamás le he dado pie.  Una vana  existencia inútil. Una de esas piezas sobrantes que no le aportan nada a la sociedad. Pronto se convertirá en un jubilado oneroso al que yo tendré que mantener con mis cadáveres. Detesto el espectáculo de ver agitarse  todas las  lorzas que recubren su seboso cuerpo cada vez que suelta una de sus necedades.  La  manera histriónica que tiene de moverse espasmódicamente a golpe de risotada. Parece un buda burlón.

Me imagino cómo será su cráneo. Le haría una incisión precisa en el cuero cabelludo replegando esos colgajos sebosos hacia la nuca y despejando su frente de orate ignorante.

Pero vamos a concentrarnos  en esta pequeña  niña que me espera gélida en la mesa. Sus livideces muestran que hace días que dejó el mundo de los vivos. Pobre criatura, menuda agonía debió sufrir. La debieron hacer de todo. 

Como yo a ese viejo…pero tendrá que esperar.

28 de febrero

Buenos días Doctor Cabrera. Pero¿ qué le pasa hoy? Cualquiera diría que se le ha muerto el canario con la cara de funeral que me trae. Ya le he dicho que no tiene que trabajar tanto. Si de vez en cuando hiciera caso al viejo Matías otro gallo le cantara. Ya sabe que sabe más el diablo por viejo que por diablo. Le veo muy envejecido hombre con esas bolsazas en los ojos.  Que tiene que vivir la vida y trabajar más. Se le está poniendo la misma cámara de embalsamado que las de esos fiambres que se guardan en el frigo de abajo. Debe ser deformación profesional ja, ja, ja. 
Por cierto, ha llamado su mujer. Ya me dijo que está de Congreso en La Coruña.   Se ha mosqueado un poco cuando le dije que estaba con la fiscal Doña  Rosa desayunando. Tiene buen gusto¿ eh?

Buenos días Matías 


Definitivamente hay seres que sobran en este planeta. Ese viejo gordo tiene que desparecer de este noble edificio. Desentona  con ese andar torpón, desacompasado , paticorto. Se mueve como una mula vieja que pide a gritos un sacrificio. Todo tiene su fin. El suyo está muy cerca.

Pero he de centrarme  en el trabajo de hoy. Sobre la mesa multitud de fragmentos cadavéricos.  Restos mortales de los ocupantes  de una avioneta militar  a la que derribó un fuerte viento. Por todas partes quiero ver los restos  de ese viejo inútil que perturba mi paz cada mañana. 

Tengo que mirar mi agenda. Tal vez alguien quiera hacerme un favor. 

5 de marzo


Buenos días Doctor Cabrera. No se si será por La Luz o que pero como que le veo más gordo. Hágame caso y apúntese al gimnasio ese que han abierto aquí enfrente. Es de los que tiene 24 horas abierto. Ya verá como pronto se le baja esa barriga cervecera que se le ha puesto. Además hay unas tías que están buenísimas. Y ya sabe que esas van por la pasta. Y los médicos siempre han ligado mucho. Como Doña Rosa. Por cierto hoy se ha ido a desayunar con el Magistrado Varela. Se ve que ahora le van jovencitos. Hágame caso Doctor Cabrera. Vaya al gimnasio.

Hoy ni le contesto. Solo me apetece agarrarle del cuello.


Mientras abro el tórax de este hombre desearía poder rajar  en canal a ese cerdo meticón de la entrada. El si que está gordo como un rollizo pavo navideño. Quisiera poder trincharlo. Y meterlo en uno de estos frigoríficos llenos de fiambres…
Tengo que perderle  de vista. 
Siempre le deben a uno favores, alguna ventaja tiene que tener esto de trabajar al servicio de la muerte. 
Cómo se llamaba aquél hombre…que me hizo aquel trabajito. Valladares…no este estaba en prisión todavía Vargas, Villescu…si ese era…Boikov Villescu…¡aquí está! Matías…estás muerto…


21 de marzo


No se puede empezar la Primavera de un modo más gozoso. 
A la puerta del anatómico han colgado su esquela. 
Mira que caerse al río. 
Claro que el viejo Matías andaba ya torpón. 
Pronto llegará su cadáver. 
Le he pedido a la directora ser yo quien determine la causa de su muerte.
Se que le apreciaba mucho Doctor Cabrera, me ha dicho, les oía departir amigablemente al principio de la jornada.
Yo he bajado la mirada fingiendo compungido dolor.
Bendita calma la que me ha recibido esta mañana.
Descansa en Paz Matías. Y yo también.






lunes, 8 de abril de 2019

GITANOS



Las veo volando por la pista con los sticks melena al viento luchando contra la gravedad y procurando cumplir las normas.  Clase de Educación Física. Un deporte similar al hockey llamado flooorball. Integradas entre el resto. Participan animadas en las actividades. Quizá dentro de poco desaparezcan. Porque alguien las pida o porque deben ayudar a sus padres en el mercado. Nómadas que vienen y van. Pululan por el sistema escolar impelidos por las obligaciones y el temor de que el celo de una comisión de absentismo entre en su vida y les dejé sin subvención o las ponga en manos de alguna institución fuera de la custodia de unos padres que la sociedad juzga indolentes. Un pueblo errante que debe arraigar. Una sociedad que les escruta y acecha. Que les teme y a menudo les juzga. Cuando uno se acerca la primera mirada es recelosa y esquiva. Temen a nuestras  intromisiones porque les van arrancando la libertad.
A la menor invitación surge la música, el cante, la danza y el toque de palmas. Regresa el ritmo y el pandero, el embriago del  fandango y el rumor del  río  que corre entre música zíngaras.
Aquel gitano me lo dijo en una guardia. 
“Profe, si me pinchas sale una gota de sangre bailando”
No me olvido. Danza en mi cabeza aquel recuerdo con la misma insistencia del zapateado gitano de Sarasate.
Levanto la vista y las melenas siguen ondeando desafiantes a un viento que trae ecos calós.
Hoy se celebra su día, pero muchos probablemente no lo sepan. Tal vez porque nadie se lo haya dicho.



DIVINAS PALABRAS


Colaboración lunes 8 de abril de 2019.
La Nueva Crónica. 

Eran tiempos de verano en que los ritmos se ralentizan y se hacen propicios para charlas y confidencias. Nos sentábamos en aquel muro pétreo que nos protegía de las vías del tren, quizá buscando algo del calorcín restante que la piedra conservaba tras un intenso día de baño de sol estival. O tal vez porque nos gustaba situarnos cerca de el cauce por donde discurría el  tren hullero que marcaba los horarios de los habitantes de la estación de  Matallana de Torío. Ese tren al que tanto queremos y por el que tanto sufrimos por el desprecio con que nos lo tratan. 
Eran nuestros filandones de recreo nocturno. La pandilla de verano nos citábamos en el muro cada noche para desgranarnos historias, a menudo  plagadas de sucesos macabros, animadas por la presencia inquietante de las montañas y la mirada cómplice de una luna inspiradora.
He recordado estas vivencias al hilo de la lectura del último libro del célebre psiquiatra sevillano Somos lo que hablamos. En él,  este conocido médico español jefe de los Servicios de Salud Mental, Alcoholismo y Drogas del municipio de Nueva York hace una interesante apología sobre el papel que desempeña el lenguaje hablado. Hablar, dice Rojas Marcos, es la actividad humana para proteger la autoestima, gestionar nuestro programa vital, disfrutar de la convivencia y las relaciones afectivas y facilitar nuestro bienestar físico, mental y social. Asegura que la comunicación oral está íntimamente relacionada con la buena salud. El psiquiatra pretende compartir el conocimiento científico que ha acumulado durante más de treinta años de profesión en la Gran Manzana en la que también dirigió el sistema de sanidad y los hospitales públicos. El lenguaje hablado – asegura- contribuye poderosamente a la promoción de la salud y la longevidad vigorosa. 
Decía el célebre científico Stephen Hawking que los más grandes logros del ser humano vienen por hablar. Y los más grandes fracasos por no hablar. Bien valoraba el genio  esta capacidad fundamental del ser humano. Hawking  perdió el habla por completo en el año 1985, tras sufrir una neumonía,  pero en 1997  empezó a usar la máquina que le permitió comunicarse hasta el final de su vida. La diseñó él y la construyó Intel Corporation. El científico utilizaba sus mejillas, que eran la única parte del cuerpo que podía mover, para que la máquina descifrara lo que intentaba decir. En la última etapa de su vida tan solo podía mover un músculo debajo del ojo y con ese movimiento tenían que construir palabras. Lo que nunca consiguieron los de Intel fue cambiarle el tono. “La voz que utilizo es la de un antiguo sintetizador hecho en 1986. Aún lo mantengo debido a que todavía no escucho alguna voz que me guste más y porque a estas alturas ya me identifico con ella”, explicaba Hawking. Le gustaba como sonaba.
A nosotros también nos gustaba cómo resonaban en medio de la noche nuestras  cómplices risas adolescentes que, junto a los lejanos ladridos de perros insomnes,  rompían la tranquilidad de los grillos. 
Aquellas divinas palabras confidentes que nos acompañarán siempre. 



sábado, 6 de abril de 2019

EL MUNDO SE HA OLVIDADO DE LLORAR



VIÑETA DE PETER  SCHRANK

     Aquella mañana en el laboratorio forense de Milán ,  la doctora Cristina  Cattaneo se disponía a realizarle la autopsia al siguiente de los cadáveres.  Era un  día de abril parecido al de  hoy. El equipo estaba agotado, el número de cadaveres pendientes ascendían aún a 128 de los 528 que habían aparecido  tres días antes. Como casi siempre,  en las aguas del canal siciliano. Todos procedían del último naufragio. Una barcaza de grandes dimensiones. Pero aquel cadáver la tenía extrañada.. Pesaba  menos que el resto. Cuando abrió el saco mortuorio vio  que se trataba de un cuerpo de un muchacho de piel negra, de unos 14 años. Estaba vestido con chaqueta, chaleco, camisa y pantalones vaqueros.

Comenzó  a desvestirlo. Mientras palpaba la chaqueta, sintió algo duro y cuadrado. Y allí se encontró  entre las manos con un pequeño haz de papeles de diversa naturaleza. Trató de separarlos sin que se rompieran y luego leyó: ‘Boletín escolar’. En una columna, con las palabras un poco descoloridas, estaba escrito: matemáticas, ciencias físicas…». La forense se quedó tan sorprendida como los otros miembros del equipo. Tenían frente a ellos el expediente, escrito en francés y en árabe, de un muchacho de educación secundaria. El muchacho, procedente de Malí,  estaba seguro de que aquellas referencias serían el salvoconducto para una vida próspera y feliz.

     De aquella ilusión sólo quedaba un cuerpo sin vida y un puñado de papeles descoloridos por el agua del Mediterráneo.

     No se si vieron el pasado fin de semana la entrevista que el periodista Jordi Evole le hizo al papa en la sexta. El Papa accedió al reportaje para hablar sobre  el drama de los refugiados. Hubo muchas preguntas, muchas palabras en esa entrevista pero sólo cuando el Papa se encontró en las manos con un trozo de alambrada acuchillada que el periodista le enseñó, para explicarle la misma sólo en ese momento a nuestro Papa se le nubló la vista y una sombra de tristeza ensombreció su rostro. Nos hemos acostumbrado a esto. 


     El mundo se olvidó de llorar.

     El periodista le preguntó qué opinaba de las  políticas que no favorecen la acogida de estas personas que se ven abocadas a abandonar su tierra para huir de las guerras, el hambre y la miseria. El Papa, mirándole a los ojos le dijo con ese Dulce acento bonaerense “Pues que se lean el Evangelio”

jueves, 4 de abril de 2019

ALBERTO CORTÉZ, POETA DEL ALMA



   Mi infancia son recuerdos de viajes por carretera. En un SEAT 1430 que pasó por distintos maquillajes antes de quedarse en un marrón chocolate definitivo. Por entonces se me hacían interminables los viajes porque aquella música  era  lejana y extraña. Pero con el paso de los kilómetros los ritmos se hacen propios y se asumen e interiorizan como por ósmosis al convertirse en la banda sonora de los momentos de esparcimiento. Luego pasan a ser música vital.

 La cinta se escuchaba una y otra vez y aquel acento argentino surcaba de historias y ritmos mi imaginación infantil. Creo que fue entonces cuando comencé a componer historias alimentadas de sus palabras.  Y Alberto se hizo mío y nuestro con sus castillos en el aire que no eran de aquí ni de allá, mientras un grupo de palmeras mecía  la tarde en la que una anciana se quedaba ensimismada acariciando con sus ojos las correrías infantiles de aquel niño. Quiso tener un hijo la pobre vieja para llamarlo Luna. Y aquel árbol que plantamos hace tantos años mientras él abuelo un día me hablaba de España 


     Recuerdo algún domingo de verano en que mis padres decidían pasar el día por las montañas de aquel Riaño que olía a hierba. Aparcábamos el coche en la plaza aledaña a la Iglesia del pueblo y yo me quedaba dentro escuchando a ALBERTO prometerme que a partir de mañana empezaría a ser un sujeto más serio mientras viajábamos por sus recuerdos a través de vientos campos y caminos distancia ¡Qué cantidad de recuerdos! 
Hoy, Alberto, llora mi alma en medio de la noche acordándose de que en un rincón del alma ya no se aburrirá el poeta que tus letras crearon. Porque cuando un amigo se va queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro amigo, un tizón encendido. El que tus versos dejaron, el vacío doloroso de un poeta, mi poeta. El poeta de mi infancia.
Descanse en Paz.


martes, 2 de abril de 2019

JUVENTUD SIN DIOS



Cuando terminas de leerlo te quedas como huérfano.
No sucede con frecuencia. No como te sucedía antes. Y es que con el paso de los libros cada vez son menos los que te seducen. Será que subes el nivel de exigencia.
Paladeo el regusto de  la lectura de Juventud sin Dios. De Ödön von Horvát. Narrador austriaco de origen húngaro que murió prematuramente sin llegar a la cuarentena de una manera inaudita: Cuando el escritor iba caminando por los Campos Elíseos parisinos se desató una tormenta eléctrica. Un rayo impactó en un árbol cercano seccionando una rama que cayó sobre su cabeza, fatalmente en la nuca. La muerte le sobrevino así de manera casi instantánea. Meses antes una adivina le había dicho: “En Paris, señor, vivirá la gran aventura de su vida”...la última y más intensa sin duda.
Antes de morir le dio tiempo a regalarnos su genio narrativo especialmente enredado en esta novela.
El libro narra el modo en que el nacionalsocialismo fue lentamente inoculándose  en la mente  de los escolares sirviéndose de todo el aparato mediático de esta maquinaria política de destrucción moral. Como capitana del adoctrinamiento estaba la radio. Ella era considerada el mejor medio para conseguir la unificación alemana. 
El protagonista, un maestro, se debate en un continuo diálogo de enfrentamiento entre una ideología mezquina, totalitaria y deshumanizada y la búsqueda de la justicia y la verdad.
La historia comienza en un destartalado inmueble donde el protagonista corrige las composiciones escritas de sus alumnos sobre la cuestión colonial, una auténtica obsesión de Hitler que quería recuperar territorios perdidos. El maestro queda perplejo ante la afirmación de un niño que, en la línea de la doctrina imperante afirma: “Todos los negros son ladinos, cobardes y vagos”. Negro era sinónimo de inadaptado, marginado, judío e impuso. Cuando el docente devuelve el cuaderno al alumno le hace el siguiente comentario:”Los negros también son seres humanos”. Es entonces cuando comienzan los problemas. El posicionamiento frente al pensamiento único nazi. El mismo pensamiento que luchó por engendrar una juventud fría, despiadada, desprovista de toda capacidad de empatía. Que - reflexiona el escritor- ha dejado de creer en Dios. Dios como Leit motiv omnisciente en toda la novela bajo distintas imágenes: cruel, despiadado, utilizado, pero también un Dios ignorado cuyo olvido genera las peores atrocidades. 
Se entrecruzan las historias de los escolares que padecen adoctrinamiento: las distintas reacciones, los posicionamientos, la búsqueda de la verdad. Se suceden las reflexiones de Horvàth desde su propia experiencia vital. Ödön también sufrió en sus propias carnes la ignominia de una ideología perversa que a él mismo le convirtió en proscrito en el momento cumbre de su fama como narrador y dramaturgo.
Uno de los párrafos más soberbios:

“Quien tiene que vérselas con criminales y con locos tiene que actuar como un criminal y como un loco; de lo contrario tiene que desistir para siempre.
Tiene que llenar su hogar de banderas, aunque ya no tenga un hogar.
Cuando ya no se tolera el carácter, sino tan sólo la obediencia, la verdad se va y llega la mentira.
La mentira, la madre de todos los pecados.
¡Banderas fuera!
Antes comer que perecer.
He encontrado entre sus páginas también una hermosa descripción sobre la mirada de Dios:
“Tranquilos, como los oscuros lagos de los bosques de mi tierra. Y tristes, como una infancia sin luz.
“Así nos observa Dios, tengo que pensar de repente,
En una ocasión pensé que Él tenía unos ojos maliciosos, penetrantes...¡No,no!
Porque Dios es la verdad.

lunes, 1 de abril de 2019

CON BUENA LETRA

Columna Sección Opinión.
La Nueva Crónica de León.
1 de abril de 2019

CON BUENA LETRA



En aquel año, mientras en Alemania Daimler y Maybach  presentaban  el primer automóvil de combustión interna y Plank publicaba su principio de conservación de la energía,  el polaco Zamenhof inventaba un idioma  con aires de concordia llamado esperanto. En Rusia, raudos violines gitanos desgranaban ritmos hispanos por capricho de un  compositor apellidado Rimsky-Korsakov mientras en España las galdosianas  Fortunata y Jacinta escandalizaban enfrentándose  por su chico. Por entonces, también el controvertido Nietzsche, alumbraba su genealogía de la moral donde realizaba una profunda revisión de todos los valores vigentes proponiendo un nuevo orden.
Hablamos de 1887. Y en todo este maremágnum, la ciudad de León aparecía como un pequeño microuniverso de  10.000 habitantes donde la mayoría de  la población se dedicaba a la agricultura y la ganadería. Los días se sucedían apacibles.  Lo propio en una ciudad de provincias. Aunque con un feliz  rasgo distintivo: La ciudad presentaba el mayor índice de escolarización de España. Fue durante esa época cuando él lacianiego Francisco Fernández Blanco y de  Sierra Pambley, conocido como “D. Paco”, cumplía un sueño: una obra educativa que facilitara el acceso  de los más desfavorecidos a la cultura. Nacía así la Fundación Sierra -Pambley.
 La primera tarea consistía en  buscar docentes formados para alumnos necesitados. Se seleccionaron profesores que se enviaron  a los centros industriales y a las escuelas francesas e inglesas para ampliar su formación. Tras el período formativo, los profesores regresaban y enseñaban con los métodos aprendidos. A los alumnos, se les proporcionaba gratuitamente el material. Los deseos del fundador a los maestros se expresaban en su carta de nombramiento : «Nada de libros de texto para los chicos: que escriban en sus cuadernos las ideas que recojan de las lecciones que Vd. les dé, a fin de que se desarrolle en ellos el entendimiento con preferencia a la memoria». Los niños escribían así las lecciones en sus cuadernos, eso sí, con buena letra, que se llevaban a sus casas al terminar el período escolar  siendo el mejor resumen de un buen aprendizaje. 
Se fundaron escuelas en Villablino, Hospital de Órbigo, Villameca,  Moreruela de Tábara y León.  Y se optó por un  método educativo intuitivo y experimental rompiendo moldes con la enseñanza tradicional.
Son conocidas las conexiones de la fundación con la Institución Libre de Enseñanza que después, derivó en la prestigiosa Residencia de Estudiantes de Madrid. Allí residieron  y compartieron los Buñuel, Dalí, García Lorca, Eugenio D’ors , Severo Ochoa, Manuel de Falla   y numerosos nombres destacados de la ciencia y cultura española de los primeros años del siglo XX.  Sería interesante poder resucitar a  alguna de estas personalidades para preguntarles qué recuerdan de sus maestros. Descubrir en qué medida fueron responsables de sus procesos creativos. 
Al fin y al cabo a una siempre le gusta que la recuerden,  aunque sea para bien.


NO VALE, TÚ NO ESTÁS MUERTO