Fue entrañable esa multitudinaria foto de familia que nos hicimos al finalizar la eucaristía en la Parroquia de San Lorenzo presidida por nuestro obispo D. Julián.
Y para mi fue especialmente emotivo estar al lado de Blanca. Religiosa Vedruna que ha sido profesora de mis hijas que la profesan un profundo cariño.
El motivo del encuentro era la celebración de la jornada de las escuelas católicas de Castilla y León que este año ha alcanzado su séptima edición.
En nuestra provincia hay 30 centros concertados con ideario católico en el que imparten docencia más de 400 docentes altamente cualificados. Como profesora en la enseñanza pública he asistido a multitud de formaciones compartiendo filas con compañeros de la concertada. En esos encuentros he podido constatar que son pioneros en innovación pedagógica y su apuesta por los idiomas y la tecnología. Quizá sea por aquello de que la necesidad agudiza el ingenio. Y los conciertos nunca son lo suficientemente generosos para poder afrontar todos los retos que las nuevas generaciones exigen en las aulas.
Con posterioridad a la eucaristía se celebró en el Colegio Nuestra Señora del Carmen-Carmelitas Vedruna una jornada sobre educación a cargo del catedrático de Filosofía Francesc Torralba en la que disertó brillantemente sobre la educación estética en la escuela 3.0. Como siempre escucharle fue ensanchar horizontes en la búsqueda de un sentido para nuestra pedagogía. La experiencia estética, ética y religiosa es inherente al ser humano. Educarla es humanizar a nuestros alumnos.
Mientras le escuchaba miraba en derredor aquellas paredes que formaron parte de mis paisajes infantiles. Y es que yo estudié en ese colegio donde me prepararon para ser persona con la seña de identidad de CRISTO: MI MAESTRO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario