martes, 20 de diciembre de 2016

Y AHORA ES CUANDO SALMA SUEÑA





Tímidamente se acercaron las dos una vez tomaron el acuerdo de hablar conmigo.

Distintas en apariencia. Una rubia y pálida como la nieve de diciembre. La otra de cabellos cobrizos y  profundos y expresivos ojos, unos ojos rebosantes de historia que son ventanas opacas  que  albergan toda la tristeza de la nostalgia.
Las alumnas querían proponerme algo. Que les contara a sus compañeros de clase la historia sobre
 la pena que anida en el corazón de la niña  de piel canela. Recuerdo cuando les pedí los datos personales para la ficha que les hago a principio de curso. Sin preguntárselo ya me dijo  que su padre, de nacionalidad árabe, vive en un campamento de refugiados en Tinduf.

Profesora, ahora en Navidad nos piden ayudar a muchas personas, pero nadie se acuerda de ellos.

Sorprende oírla hablar con esa firmeza. De ordinario es silenciosa y muy reservada.
 Pero esto es distinto.

 A Salma le crecen las alas de la justicia cuando necesita reivindicar su inquietud.

Así que he investigado sobre la tristeza de estos olvidados. Una masa de personas sin nacionalidad ni identidad legal  que viven en el desierto en mitad de ninguna parte. Apátridas sin recursos que subsisten  gracias a la caridad internacional, pero que defienden con uñas y dientes una dignidad que nuestra indiferencia no ha logrado arrebatarles. La tragedia del pueblo saharaui.

Mientras la niña habla de sus orígenes sus ojos se llenan de noches de desierto buscando respuestas.

Yo soy de allí aunque viva aquí. Mi madre y hermanos son católicos, mi padre es musulmán.Yo soy mestiza.

 Mi alumna es un puzzle humano perfectamente diseñado por las manos del Creador  y construido a base de retazos procedentes de múltiples lugares. Amalgama de culturas y razas. Diversidad necesaria y esperanzadora

La niña apenas sabe nada de aquellas gentes. Nunca ha dormida en una jaima, y sus ojos no se han perdido entre la lejanía de las dunas del desierto. Nunca ha visto a su padre, sólo conoce su nombre aunque le ha escuchado y sabe que Fahdir la quiere y no la olvida. Suspira por conocer aquellas gentes de las que procede su herencia tal vez bereber.

Cumplo ahora su deseo  de mantener vivo el recuerdo de estos refugiados que al igual que otros de Siria, Afganistán, Eritrea, Nigeria, Somalia y otros muchos claman nuestra atención. Mantener viva su memoria es justo y necesario  espoleando a nuestros políticos. Es preciso que tomen decisiones honestas y cabales en favor de los escluidos. Y es necesaria nuestra comprensión y compromiso firme más allá de la mera declaración de intenciones de acogerlos e incluirlos.

 Ellos  que son los preferidos del nazareno, aquel que pronto, hará unos  2017 años hubo de nacer en una cueva en Belén porque siendo pobre no había sitio para él en la posada.

FELIZ NAVIDAD

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NARANJAS DE ESPERANZA