MANNEQUIN CHALLENGE

Esto de trabajar con el sector adolescente le obliga al personal docente y a cualquiera que quiera ser bien recibido en este universo estudiantil de secundaria a mantenerse al día para no ser tildado de trasnochado, carca, o como se dice ahora vintage. Aunque de lo malo malo esto último es más aceptado porque conlleva cierta dosis de glamour  del que es calificado con semejante modismo francés. Indudablemente lo vintage está de moda.

Desde que una vez fui acusada por una alumna de poner música "muy antigua" en clase me prometí a mi misma iniciar una cruzada contra el inmovilismo así que procuro mantenerme informada en la medida de lo posible.

Últimamente me tienen la cabeza loca con esta moda importada de Estados Unidos -precisamente el primer mannequin challenge se grabó en un Instituto de Secundaria - El reto consiste en quedarse quieto como un maniquí mientras suena una canción. Los actores adoptan las más diversas posturas mientras la cámara en un barrido rápido capta los instantes en que los alumnos permanencen pétreos como estatuas de sal.

.- Profe ¿hacemos hoy un mannequin challenge?

A lo mejor no es mala idea que eso suceda de vez en cuando y más a final del trimestre en que todos parecen padecer una preocupante incontinencia psicomotriz  fruto del nerviosismo por la inminencia de las notas.

Así que me replantearé invitarles a congelar la imagen alguna que otra vez. Lástima que la fase de congelación dure tan poco.

Siempre será mejor eso que  ser agredido por una botella de plástico volando por los aires esperando a caer de pie, otro reto viral que causa furor también entre los peques  conocido como "bottle flippin".

Aunque lo realmente flipante es que sean capaces de pasarse horas lanzando botellas de plástico sin acordarse para nada del dichoso móvil.

¡Ole por los teenagers, cuanto más les conozco más molan!

Flipo con la peña