domingo, 13 de marzo de 2016

AL FINAL TODO ES CUESTIÓN DE AMOR










   Me produce tristeza constatar en las aulas cómo muchos de nuestros adolescentes son a menudo insensibles ante el dolor del prójimo. Observo entre ellos graves faltas de respeto tanto de palabra como de obra, se insultan con una facilidad pasmosa usando un lenguaje soez y chabacano.

    Me resulta muy difícil hacerles entender conceptos que parecen inherentes al mero hecho de ser personas como la compasión, el respeto por los mayores, la solidaridad, la empatía.

   En numerosas ocasiones me encuentro con adolescentes que parecen ser insensibles ante el dolor ajeno.

   Por eso cuando he leído un artículo en que Javier Urra - Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid y experto en el fenómeno de la violencia filioparental - afirma el creciente aumento de la violencia en el hogar entre padres e hijos me he acordado de lo que yo veo en las Aulas. Urra afirma que estamos haciendo jóvenes de cristal: duros pero frágiles. Capaces de soportar cruentos juegos sangrientos ante las pantallas pero blanditos ante cualquier frustración personal.  Por eso - afirma este psicólogo forense - es necesario educar en el tu. Y da algunas pautas: llevar a los hospitales a visitar a niños enfermos, donar parte de su dinero a una causa solidaria, potenciar el contacto con la naturaleza, que practiquen deporte, que ganen, pierdan. se cansen y se esfuercen. Enseñarles a expresar y verbalizar sus emociones. Que usen el lenguaje. La importancia del uso de la comunicación. Un defecto del que adolecen sobre todo los varones.
El experto en educación habla también de los "padres helicóptero", creciente fenómeno en nuestra sociedad actual. Estos padres son aquellos que tienden a sobrevolar por la vida de sus hijos advirtiéndoles de los posibles peligros, subsanan su posibles meteduras de pata ,y cometen excesiva injerencia en la capacidad de elección de sus hijos cuando son adolescentes. Estos padres impiden a los hijos una cierta autonomía de vuelo necesaria para aprender a desenvolverse en la vida.
Es vital dejarles que se estrellen un poco de vez en cuando, que conozcan de manera gradual y progresiva que el dolor también forma parte de la vida y es necesario para poder madurar.
El viernes los alumnos de 1º ESO trabajaron la parábola del "hijo pródigo". Se regalaron y me regalaron  uno de esos momentos míticos que se viven de vez en cuando en las Aulas.

.- ¿Alguien sabe alguna de las siete palabras que dijo Jesús en la Cruz?
...silencio sepulcral...
.- Venga hombre alguna sabeis. La más bella de las palabras que Jesús dijo y que da sentido a toda nuestra fe.
.- ¡Perdónales porque no saben lo que hacen!
.- ¡Muy bien Ana!...y eso lo dijo después de que le escupieran, golpearan, azotaran, le pusieran una corona de espinas y se burlaran de Él. Y nosotros no somos capaces de perdonar al compi que nos da un pisotón.
.- Profe ¿y por qué Jesús dijo eso?
.- Porque es Dios. Sólo Él puede ser así. Dios es amor, y a nosotros nos irían mejor las cosas si imistáramos esecomportamiento que Él tuvo con nosotros.
.- ¿Y por qué Dios es tan bueno?. Esa pregunta hecha por una jovencita de piel de ébano, cabellos de rizos ensortijados y sonrisa angelical un viernes a última hora sabe a gloria bendita

.- Vamos a ver la parábola del hijo pródigo en versión moderna. Por medio de esta parábola Jesús nos quiso enseñar cómo es Dios. Un Padre que nos perdona siempre.

   Muy atentos vieron el video y escucharon la canción. En el vídeo aparece al final el padre del hijo díscolo. El anciano divisa desde el porche de su casa cómo su hijo sucio, desnutrido, agotado y vencido por los avatares de la vida regresa con andar cansino cargando una maleta y un pesado fardo. Y entonces ese padre anciano corre veloz bajando apresuradamente las escaleras con el peligro de caer rodando y se lanza en inmenso abrazo para rodear a su hijo profundamente amado pese a tantos años sin saber nada de él.

   Acabado el audiovisual varios alumnos lloraban con intensidad y emoción. Una de las alumnas estaba desconsolada. Me sorprendió la reacción y le di un gran abrazo intentando consolarla. ¿Qué estaría sucediendo en aquel corazón para llorar de esa manera?

 Si han experimentado eso viendo la misericordia del Padre con los otros ¿qué no harían sintiéndola en la propia carne?

  Así que la tristeza que a veces siento ante algunos casos de dureza de corazón siempre acaba disipándose cuando veo que en medio de tanta oscuridad siempre hay luz y de toda la vida la luz ha vencido a la oscuridad por muy tenebrosa, persistente, grande y aplaudida que sea. Y esa luz siempre viene acompañada de un enganche: el amor. Ese es el que salva siempre y en todo lugar. ¿Quien no ha salvado a alguien o sacrificado algo grande por amor?

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