No borraré tus poemas
ni una coma, ni una nube
ni una ausencia
ni una duda.
Magnificaré tu aroma
inventándome una esencia
dibujaré en arena
tu silueta de espuma.
Seguiré con mis aderezos
y con mis rezos,
y tú andarás entre atrezzos
enredando entre tus cosas
y vuelta al inicio,
al entorno,
en un río
sin retorno.
Ese río que hoy viene crecido, no quiere borrar nada, solo limpiar, llenar de música y de espuma y fertilizar a su paso, la ribera, y las tierras sedientas que se encuentra y alguna mente abierta que, como la tuya, desde alguna ladera le contempla. Un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
El río de la vida...¡qué bien lo describes!
ResponderEliminarUn placer que me leas...y una suerte.