“Y busqué unos versos...para drenar la tristeza. La suya y la mía.
Y llovieron las cicatrices propagándose por la estancia. Las suyas y las mías...”
Violeta Stein.
Te los regalé por pequeñina y malhumorada.
Por ser tan niña y mujer al unísono.
Porque eres hija del abandono y el coraje.
Aún cuando los cardenales te surquen los brazos
en violencia callada que grita.
Ella apostó por tu vida
se enfrentó a cuchilladas al cafre
de hielo y niebla.
Al indigno que bautizaste
como “hijo de puta”
y que es tu padre.
El hombre que quiso matarte dos veces.
Por eso ahora son tuyos
y duermen en tu cajita de música
esperando lucir pronto en el ojal
de un padre que te quiera.
Niña de vida triste
que llevas bruma en la mirada.
Te los regalé por chiquitina y abandonada.
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