Ayer se vivió una jornada muy emotiva en esta casa.
Se inauguraba , con ocasión de la celebración del día de la radio, el ciclo de actos por el sexagésimo aniversario de COPE León. Con este motivo pues, se celebró una misa en la catedral presidida por nuestro Obispo D. Julián. Comenzaba Esther Peñalba en la monición de entrada citando a los auténticos protagonistas: tú , que trajinando en la cocina nos escuchas inmerso en mil y una labores, taxista que entre el asfixiante tráfico de la urbe trasladas a tus viajeros con esta sintonía o tú que desde tu cama doliente te asomas a la vida aupado por las voces de Esther, Maribel, Carlos o José María llevadas a buen puerto por Rocío.
D Julián nos recordaba la necesidad de comunicarnos, que es la esencia de la radio. Una manera netamente humana de relacionarnos, de convertirnos unos en miembros de otros como decía San Pablo a los efesios. Nos animaba, también, a seguir promoviendo los valores Cristianos de orden moral: La Paz, la concordia, el humanismo cristiano. Manteniendo de este modo el espíritu COPE y siendo fieles al espíritu fundacional. Finalizaba la celebración con una intervención de nuestra directora Nuria González que tras agradecer la presencia de representantes de otras emisoras resaltando la necesidad de trabajar unidos, realizaba una ofrenda floral a Nuestra Sra del Camino. Resonaron entonces en mi cabeza las palabras del evangelio de la misa: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien. Felices 60.
Se inauguraba , con ocasión de la celebración del día de la radio, el ciclo de actos por el sexagésimo aniversario de COPE León. Con este motivo pues, se celebró una misa en la catedral presidida por nuestro Obispo D. Julián. Comenzaba Esther Peñalba en la monición de entrada citando a los auténticos protagonistas: tú , que trajinando en la cocina nos escuchas inmerso en mil y una labores, taxista que entre el asfixiante tráfico de la urbe trasladas a tus viajeros con esta sintonía o tú que desde tu cama doliente te asomas a la vida aupado por las voces de Esther, Maribel, Carlos o José María llevadas a buen puerto por Rocío.
D Julián nos recordaba la necesidad de comunicarnos, que es la esencia de la radio. Una manera netamente humana de relacionarnos, de convertirnos unos en miembros de otros como decía San Pablo a los efesios. Nos animaba, también, a seguir promoviendo los valores Cristianos de orden moral: La Paz, la concordia, el humanismo cristiano. Manteniendo de este modo el espíritu COPE y siendo fieles al espíritu fundacional. Finalizaba la celebración con una intervención de nuestra directora Nuria González que tras agradecer la presencia de representantes de otras emisoras resaltando la necesidad de trabajar unidos, realizaba una ofrenda floral a Nuestra Sra del Camino. Resonaron entonces en mi cabeza las palabras del evangelio de la misa: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien. Felices 60.
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