Palabra que sana.
Por Marta Redondo. Programa el Espejo. Cadena COPE.
28 de febrero de 2020
Hay palabras que sanan según entran por nuestros oídos porque nos empapan de serenidad reconfortándonos el interior herido. Palabras como confianza , perdón, esperanza, amor. Nos ungen como bálsamo crismal. Vivifican el corazón y reparan espíritus resentidos. Los Cristianos sabemos mucho de eso. Somos seguidores del Maestro de maestros. Jesús sabía cómo decirnos las cosas. Sin grandilocuencia ni retóricas rimbombantes de esas que sólo buscan alabanzas huecas para el orador al que a veces poco le preocupa dejar huella de siembra a su paso. Las palabras de Jesús acarician con dulzura divina. Con esa firmeza regeneradora que sólo puede brotar de un Dios hecho hombre que conoce el corazón humano porque lo comparte y lo compadece porque con él ha padecido los rigores y zarpazos que deparan los días en sus tristezas.
Pero me temo que nos falta una palabra que siempre apuesta por rescatar nuestra mejor versión. Un vocablo que debería ser trending topic en nuestra vida. Influencer en todos nuestros actos. Un término que siempre es recomienzo de un nuevo camino. El que comenzamos de nuevo este miércoles de ceniza. Conviértete y cree en el Evangelio. Sencillo y complicado a la vez. Nos cuesta tanto a veces lo obvio.
El papa en su mensaje de Cuaresma este año ha recuperado lo que la Iglesia siempre nos recuerda. “Convirtámonos a un diálogo abierto y sincero con el Señor”
Y nos recuerda asimismo que nos dejemos fascinar por la Palabra de Cristo que siempre hace nuevas las cosas, esa palabra que ahora más que nunca endulza nuestros oídos regalándonos una dedada de miel en medio de la amargura como preludio a la Pascua futura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario