DE TODOS

Los momentos más importantes de la vida de un cristiano se hallan indisolublemente unidos a los sacramentos. Esos signos sensibles que el propio Cristo dispuso para comunicarnos la gracia divina. El nacimiento a la vida de la Iglesia, el reconocimiento de nuestra condición de Hijos de Dios, se produce por el Bautismo. Las  caídas que necesitan los reencuentros con el Padre, nos llevan al sacramento de la reconciliación. El Pan de vida que nos alimenta y edifica para atravesar el desierto mundano lo recibimos en la Eucaristía. En la adolescencia nos reafirmamos en nuestra fe por la confirmación. Al  ser amado con el que transitaremos y decidiremos formar nuestra familia nos unimos en el sacramento del Matrimonio. Abandonamos el mundo recibiendo el óleo de la Santa Unción. Y en todas esas circunstancias relevantes de nuestra existencia media un hombre al que Dios ha llamado a una vocación de servicio mediante el sacramento del Orden Sacerdotal.

Los sacerdotes son esas personas tan presentes en nuestras vidas por los que transitan muchas veces, de manera inadvertida,  pero dejando una profunda huella. La huella del Señor. Vasijas de barro portadoras del caudal que diviniza nuestra vida terrena.

Surgen de nuestras comunidades cristianas gracias a una llamada insistente de un Dios que no ha dejado de buscar entre su mies a los obreros que cuiden de ella.

Este año  celebraremos el día del Seminario con el lema El  Seminario de todos reconfortados por la buena noticia de que el número de sacerdotes ha crecido en España. Madrid está a la cabeza en número de seminaristas con 172 aspirantes al sacerdocio, seguida de Toledo con 67, Valencia y Sevilla con 63, Cartagena con 60, Córdoba con 58, Alcalá de Henares con 45, Barcelona con 35 y Granada con 31.

En 2018 , 135 seminaristas fueron ordenados sacerdotes (26 más que en 2017) y es la primera subida experimentada desde 2015. En este año se ordenaron un total de 150 sacerdotes. En León se ordenarán 3. Un regalo para nuestra Iglesia Diocesana por el que no dejaremos de orar  dando gracias  a una providencia que sigue estando atenta a las necesidades de todos.