sábado, 21 de mayo de 2016

EN ZAPATILLAS Y CON UN MOÑO "MU" GRANDE



El perro morao. Lita Cabellut

Allí estaba Rocío: una hermosa mujer, hembra de raza gitana, larga y frondosa melena de rizos  ensortijados con los que a menudo habrá jugado el viento.

Resultaba muy sencillo centrar la atención escuchando   su bello y gracioso  acento extremeño. Las palabras parecían entrar por el pabellón auditivo danzando. Hasta las  palabras nacen de sus bocas con ganas de danza. Pero los tópicos zíngaros  quedaron ahí ya que Rocío vino a  derribarlos con su apabullante testimonio que rezumaba autenticidad y compromiso.

   Escucharla fue una oportunidad que nos ofreció el Secretariado Gitano de León en el marco de una  actividad para dar a conocer la interesante labor que lleva a cabo en nuestra provincia. Nuestro Instituto  tuvo la suerte de recibir a cuatro gitanos y gitanas que orgullosos de serlo vinieron a prestar su testimonio a los alumnos de 1º y 2º de ESO.

   Rocío es química, máster en Educación y docente. Curiosamente tiene un hermano también gitano que ha  elegido una profesión curiosa para alguien de su raza. Es guardia civil. 
Muy niña perdió a su madre y lejos de hundirse se propuso estudiar con ahínco para que su madre,dondequiera que estuviera, pudiera sentirse  orgullosa de su niña morena. 
Comenzó obteniendo las notas más brillantes, pero con la adolescencia  llegaron las primeras crisis. Conoció a un novio poco recomendable que la empujó a "pirarse" las clases  para ir al parque a fumar porros. Pero un día su padre se detuvo a hablar seriamente con ella y le dijo unas palabras que fueron determinantes para cambiar de rumbo: 

¿Tu quieres estar en casa en zapatillas con un  moño "mu" grande?.

 Y el milagro se obró. Retomó los estudios con voluntad y consiguió acceder a la  Universidad. "Nadie que haya estudiado se ha arrepentido", este fue el mensaje profundo que transmitió al  auditorio entre los que se encontraba un nutrido hermanos de sangre caló.

Sus compañeros María, Sebas y Maribel contaron historias parecidas. Los  tres tuvieron que vencer grandes  obstáculos para llegar a tener estudios universitarios pero hubo un nexo de unión entre ellos: el apoyo de una  familia.

María repitió varias veces la necesidad de conquistar espacios para el pueblo gitano.

Gracias a ellos he conocido la fascinante historia de una gitana llamada Lita Cabellut:

Lita fue una a niña gitana nacida en una barriada de Barcelona.
Nunca supo nada de su padre y su madre que era  prostituta, la abandonó cuando solo tenía tres meses. Fue su abuela quien la crió, aunque no la permitía ir a la escuela. 


Vivió en la calle, pidiendo limosna por Las Ramblas o en el mercado de la Boquería hasta que su abuela murió , y fue  internada un orfanato a los ocho años. A los trece años una familia de clase alta la adoptó y su fortuna cambió. A pesar de ser analfabeta y disléxica pronto alcanzó el nivel de sus compañeros.


Un día que su nueva familia le llevó al Museo del Prado descubrió su vocación artística. Acudió a clases de pintura, ingresó en la  Gerrit Rietveld Academy de Holanda, país donde ha fijado su residencia y allí ha alcanzado el reconocimiento de ser la artista española más cotizada a nivel mundial. Según los expertos sólo hay dos españoles que vendan más que ella: Juan Muñoz y Miquel Barceló.




Una historia soprendente la que esta semana me han regalado las Aulas repleta de tópicos rotos: mujeres gitanas universitarias, un gitano guardia civil, y una mujer también romaní que pasó de estar perdida por las calles de la ciudad a convertirse en la reina de las principales galerías de arte 
  mundiales. 

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