Es una técnica para lograr el silencio total que usamos habitualmente los profesores que trabajamos en el Aula con el método de Aprendizaje Cooperativo.
Desde que la descubrí estoy segura de haberme ahorrado más de una afonía.
Consiste en que cuando se producen disrrupciones en la clase de tipo sonoro (ruido de toda la vida) cualquiera - tanto alumnos como docente - puede levantar la mano. Los que observen el gesto acompañarán al que haya izado su mano elevando a la vez la suya y guardando silencio. El objetivo es lograr que todo el mundo esté en completo silencio. Una vez logrado tan ideal estado el "profe" de marras podrá continuar instruyendo a sus pupilos.
Pues bien ¡a mi me funciona!, sobre todo con los cursos iniciales de ESO y con el Bachillerato cuando son de los que yo llamo fieles, es decir, aquellos alumnos que funcionan y obedecen al que enseña sobre todo desde una aptitud de respeto ganada a base de cariño y unos cuantos años juntos. Esos alumnos te acompañarán en lo que les pidas.
TODOS de vez en cuando necesitamos una señal de ruido cero en nuestra vida. Hay momentos en que la rutina puede con nosotros, esos días en que nos pasamos las horas corriendo de un lado para otro en pos de un tiempo que no logramos retener, coleccionando proyectos que no vamos a poder afrontar,queriendo acumular relaciones sociales que no merece la pena mantener. Se nos va la vida en quimeras inútiles perdiendo de vista lo realmente importante: aquellos a quienes realmente merece la pena QUERER.
Así que me propongo firmemente nunca más correr inutilmente, confesarme de mis pérdidas de energía en banalidades que no merecieron mis cuitas y cumplir la penitencia que la vida me imponga en aras a aprender a valorar lo REALMENTE IMPORTANTE.
Levanto la mano...¿me acompañas?
Aunque bien pensado la ausencia de sonidos me resultaría difícil de llevar. Estoy diseñada para la eclosión constante. Necesito cierta dosis de "ruido" en mi vida.
Mira qué bonito es el "ruido" que al declinar el día te propongo para que te pierdas un rato hoy. Te dejo este vídeo. Acompáñame...te llevo a mi planeta imaginario...de la mano de Claude Debussy y su Arabesque...en versión un tanto maquillada por el japonés Isao Tomita. Me quedo con la pieza compuesta para piano pero esta tiene el atractivo de evocar la nostalgia infantil de los de mi generación.
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