Mi Buenos Aires querido
Es uno de los porteños más queridos y conocidos. Por su cercanía y humanidad y por ese carácter bonachón y mirada tierna que nos fascinó desde aquel célebre 13 de marzo de 2013 en que desde el Balcón de la Basílica del Vaticano humildemente: “Recen por mí”
Y es que desde el principio el Papa Francisco ha sido un hombre de gestos y de obras. Cercano al pueblo con el que le gusta confundirse de vez en cuando realizando salidas que nunca pasan desapercibidas como la que hizo este martes 11 a la tienda de discos Stereosound, a pocos pasos del panteón. El Papa compró un vinilo de música clásica, del que es gran amante. Tiene especial predilección por Wagner aunque, como buen argentino, suspira por los tangos, ese género arrabalero tan unido al pueblo como el propio Papa.
Un pueblo por el que nunca deja de rezar, como hizo el pasado 25 de diciembre en su mensaje orbi et orbe, donde pidió por todos los pueblos del mundo, especialmente por los que se encuentran en guerra, en especial Siria, Palestina, Israel, Etiopía o Sudán.
El Papa Francisco, porteño querido. Vos SOS un gran tipo.
¡Que suerte que estés ahí!
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