Fue una canción que se coló de improviso en la discografía de Miguel Ríos. El rockero por excelencia nos regalaba una hermosa balada, compuesta por el argentino Rocke Narvaja, que llevaba por título Santa Lucía. En un principio el granadino pensó desecharla, un tanto Dulce en comparación con el resto de sus repertorio, pero decidió incluirla en sus Rocanrol Bumerang. El disco que en 1980 le colocó como el músico de más éxito del país.
La canción narra la historia de una joven invidente que un día recibió una llamada de teléfono. El hombre al otro lado de la línea había marcado por error ese número, pero quedó fascinado por la voz de su interlocutora. Palabra va y palabra viene fueron trabando una interesante conversación y después de un día siguió otro y otro y las llamadas se fueron sucediendo en asiduidad creciente. Hasta el punto de que acabaron siendo íntimos sin conocer ni un detalle físico el uno del otro. Cuando el teléfono comenzó a ser demasiado frío, él insistió en que fueran juntos al parque, para verse poquito a poco y sentir sus manos. Ella, que le había ocultado que era ciega, no sabía que decirle a pesar de que ya no concebía un solo día sin el.
. Y es que hoy es Santa Lucía, la patrona de las personas invidentes. Una joven nacida en Sicilia a la que querían casar con un joven al que no conocía. Ante la negativa de Lucía al matrimonio, el pretendiente la acusó de Cristiana lo que la valió el martirio. La relación entre Lucía y los ojos, que hace de esta santa la protectora de la vista, se explicita en la iconografía de la Edad Media y deriva quizá de la cercanía etimológica del nombre griego «Lucía» con el término latino lux. Existe la leyenda de que fue la belleza de los ojos de Lucía la que no permitía descansar a uno de sus pretendientes, por lo que ella se los arrancó y se los envió. Lleno de remordimiento e impresionado por el valor de Lucía, el pretendiente se convirtió al cristianismo.Otra leyenda medieval decía que, cuando Lucía estaba esperando al borde del cadalso, aun sin ojos, seguía viendo.
Asombrosas historias en torno a esta mujer de luz que hoy recordamos a través de una hermosa canción que habla de amores inconclusos. No sabemos si la pareja a la que cantaba Miguel llegó a colmar su deseo de conocerse. Ojalá así fuera.
Por cierto, Lucía es también patrona de pobres, de los niños enfermos y de las ciudades.
Luz la pedimos pues en este día, y que nos conserve la vista, que buena falta nos hace.
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