Se nos muere la vida de no usarla.
Y los versos de emponzoñarlos
disfrazando los instantes
de liturgias estériles.
De vanas palabras
que no dicen nada
porque no sienten
ni declaran.
Se nos muere la vida de no gastarla
doblada con los pliegues
del olvido innombrable
que derramaste.
Sísifo perpetuo
que neciamente perece
sin destino incierto.
Se nos mueren los sueños
de apuñalarlos
con la cordura de la rutina
que atenaza quimeras
mientras Pandora se ríe
mirando las cometas
que se escaparon
para no morir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario