Yo era tan incáutamente joven como los adolescentes con los que todos los días me encuentro en las aulas.
Él iba tambaleándose por la acera en un Ordoño II a oscuras.
Iba puesto de heroína hasta arriba.
Me empeñé en ayudarle y acudí al día siguiente a Proyecto Hombre para que le recogieran.
Pero nada podían hacer. Mi nuevo amigo llevaba varias tentativas frustradas de tratamiento.
Al final apareció muerto por sobredosis un día en un parque de León.
Supongo que eso fue determinante para que yo me hiciera voluntaria de esta institución.
Por eso acudí contenta con mis alumnos a esta tercera convocatoria que los profesores de Religión hemos preparado en torno a la dignidad de la persona este año centrada en el mundo de las adiciones. Esperaba que Proyecto Hombre les previniera por ejemplo contra el abuso del cannabis tan tristemente de moda entre nuestros jóvenes. Pero el discurso se centró en las llamadas nuevas adiciones sin sustancias que han generado neologismos tales el de nomofobia o miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil, o el de infosurfing que es la navegación continua y prolongada en internet sin objetivos claros u oniomania que es la compra compulsiva online en internet. Gambling que es la adición a juegos de azar por internet. Términos todos ellos tan recientes que conservan su ropaje de neologismo prestado de la,lengua inglesa al no haber tenido tiempo ni siquiera de que la Real Academia de la Lengua les haya incorporado a su diccionario. Cualquier actividad que nos produce satisfacción , puede convertirse en conducta adictiva si perdemos el control sobre su uso. Inadvertidamente se puede pasar de forma progresiva del uso al abuso y de éste a la dependencia; del divertimento a la servidumbre. Ciertamente algunas personas por su temperamento o carácter pueden ser más proclives a caer en las redes de la tiranía de las pantallas incluso hay teorías que aseguran cierta predisposición biológica para la adicción en determinados individuos pero lo,cierto es que la voluntad también es posible educarla.
Proyecto Hombre en su fundación especializada para jóvenes llamada Proyecto Joven ha lanzado un sugerente rap con este mensaje:
Cada 5 minutos miras la pantalla ¿que andas buscando que es tan importante?
Si pierdes el móvil te falta el aire.
Nuevas sustancias, viejas batallas.
La vieja batalla, una de las más importante por ser la que el hombre libra contra sí mismo. Nunca es tarde para comenzar la lucha.
Todo menos morir de sobredosis.
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