La he visto defender su espacio con la energía de quien se sabe protegido por el altísimo. Con la dignidad del que bendice haber sido rescatado por la generosidad. Contemplo su rostro profundo, con cierto toque indómito quizá residuo de heridas atávicas. Rastros hindúes poblados de heridas y pena.Tenía doce meses cuando la adoptaron tras haber sido abandonada en las calles de una ciudad cualquiera del Estado de Orissa, al sur de la India. Siendo un bebé la dejaron tirada en medio de las calles, un hombre la recogió y la llevó al orfanato de Bashudara. Pronto una pareja generosa y ansiosa de ampliarse con la bendición de la paternidad se la trajo a León.
Es una alumna que estos días nos ha conmocionado con sus confidencias.
Ha querido compartir su historia con nosotros aprovechando que en clase estábamos hablando del hinduismo, sus mediaciones, dioses, fiestas y costumbres . Mientras les explicaba no pude evitar posar en ella la mirada que me deslumbraba con un brillo. Ojos hechos de noche y misterio.
Quiso traer una película a clase llamada Lion. Es una cinta que cuenta una historia que en cierto modo es la suya. Basada en hechos reales narra la vida de Saroo, un muchacho indio que vive en la extrema pobreza con su madre y su hermano en la ciudad de Calcuta. Con tan solo 5 años, se separa accidentalmente de su familia en una estación de tren y se pierde a miles de kilómetros de su casa.
Después de vivir durante algún tiempo en la calle y enfrentarse a numerosos desafíos, Saroo es adoptado por una pareja australiana, y crece rodeado de una cultura diferente, lejos de sus orígenes. Veinticinco años después, el joven decide localizar a su verdadera familia, embarcándose así en un difícil viaje hacia su pasado.
No entiendo cómo no se dan cuenta de todo lo que tienen. Yo vengo de un sitio donde no hay nada. A mi me encontraron en la calle. Podía estar muerta. Y ellos parecen no valorar todo lo que tienen. Habla con pena mezclada de melancolía
Pues bien, nuestra liona sueña con volver a esas calles de la India que impresionan y embrujan. Sus padres,que además son fervientes creyentes católicos, no la desaniman a que algún día regrese a su tierra para abrazar sus raíces, unas raíces que no se han cortado pese a estar separada de su tierra natal. Que lejos están ellos ¿verdad niña de tierra?
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