.- Profe, lo que yo no entiendo es
por qué hay tantas vírgenes distintas
.- Bueno Benja, es sencillo. Seguro
que tú tienes más de una foto de tu madre que repasa distintos momentos de su
vida. De su infancia, adolescencia y juventud. Pues en el caso de la Virgen
María sucede lo mismo. Cada pueblo la honra bajo una advocación distinta que a
menudo representa escenas importantes de su vida narradas en los Evangelios:
recibiendo la buena nueva de Gabriel, visitando a su prima Isabel, en estado de
buena esperanza, velando a su pequeño durante el Nacimiento, desgarrada por el
dolor durante cualquiera de los funestos acontecimientos de la Pasión o exaltada
en su gloria durante la Asunción, fecha estival en la que gran parte de los pueblos de España la jalean
con júbilo filial.
Cada año en el mes de mayo mis
alumnos han de realizar un trabajo donde eligen la imagen de la Virgen que más
les gusta. Traen fotos de la romería de su pueblo, escapularios, anécdotas
personales donde vieron patente la mano milagrosa de María, historias que les
cuentan sus padres y abuelos y que a menudo viene cargadas de mucha emotividad.
Y al hilo de todo esto hablamos del rosario. Ese cúmulo ensartado de fragantes
rosas con las que piropeamos a la mujer que Dios encumbró a lo máximo. Bien lo
sabían los redactores de National Geographic cuando eligieron el siguiente título para su portada: Mother
Mary, the most powerful woman in the world, la mujer más poderosa del mundo. La
misma mujer que – tal y como me contó un
alumno - inspiró una de las canciones más famosas del célebre cuarteto de
Liverpool de sobra conocido por todos. Let it be, déjalo estar. Como a ella. No
serías la primera ni la última persona a la que ella rescatara. Si yo te contara...
No hay comentarios:
Publicar un comentario