20 de junio. A la puerta del verano. Tiempo de despreocupación y algarabía. De soles y sonrisas.
De alejar sombras y abrazar el descanso. De olvidar problemas y disfrutar de la familia y el hogar...cuando lo tienes...
Nadie abandona su hogar a menos que sea la boca de un tiburón.
Así comienza el poema de Warsan Shire. Joven poetisa somalí que describió a la perfección los sentimientos del refugiado.
El 20 de junio es la fecha elegida para conmemorar el día del refugiado.
El pasado jueves un grupo de alumnos de diversas nacionalidades y credos del IES Antonio García Bellido - Imane, Yeray, Kouna, Héctor, Adrián, Indira, Paula, Lucy - representaron este poema partiendo de una extraordinaria adaptación de la profesora y escritora Mari Paz Brasas Martínez.
Nuestro Centro es refugio de sensibilidades y comunidad de gentes que saben acoger con el corazón bien abierto. Por eso fue tan fácil trabajar con estos chicos y chicas.
Disfrutad del poema y no os olvidéis de estos 60 millones de personas desplazadas que vagan clamando porque alguien cercenó sus raíces.
Nadie deja su casa a menos que el hogar sea la boca de un tiburón
sólo corres hacia la frontera cuando ves toda la ciudad corriendo
también tus vecinos corriendo más rápido que tú
el aliento sangriento en sus gargantas
el muchacho que fue a la escuela contigo,
el que te besó detrás de la antigua fábrica de estaño
está sosteniendo un arma más grande que su cuerpo
sólo sales de tu casa cuando el hogar ya no te aloja.
Nadie se va a menos que su hogar le persiga
con fuego bajo los pies
sangre caliente en su vientre
es algo que nunca has pensado hacer
hasta que la hoja de acero amenaza tu cuello
y aun entonces llevas el himno bajo tu aliento
solo rasgando tu pasaporte en un baño de aeropuerto
llorando con cada bocado de papel que te asegura
que no regresarás.
Tienes que entender,
que nadie pone sus hijos en un barco
a menos que el agua sea más segura que la tierra
que nadie se quema las manos bajo los trenes debajo de carros
que nadie pasa días y noches en el estómago de un camión
alimentándose con periódicos
a menos que las millas recorridas signifiquen algo más que el viaje.
Nadie se arrastra bajo cercas
nadie quiere ser golpeado escupido
nadie elige los campos de refugiados
o búsquedas de comida donde el cuerpo queda dolorido
o en la cárcel, porque la prisión es más segura que una ciudad de fuego
y un guardia de la prisión en la noche es mejor
que un camión cargado de hombres que lucen como tu padre.
Nadie puede soportarlo
nadie podría digerirlo
ninguna piel sería lo suficientemente fuerte
El váyanse a sus casas negros refugiados
sucios inmigrantes,
solicitantes de asilo dejando secos a nuestros países ,
negros con sus manos pedigüeñas .
Ellos huelen extraño , salvajes arruinaron su país
y ahora quieren arruinar el nuestro cómo hacen las palabras las miradas sucias
ruedan sobre sus espaldas tal vez porque el golpe es más suave que un miembro cortado
o las palabras son más tiernas que los catorce hombres entre tus piernas
o los insultos son más fáciles de tragar que los escombros
que el hueso que el cuerpo de tu niño en pedazos.
Quiero ir a casa,
pero mi hogar es la boca de un tiburón
hogar es el cañón de la pistola
y nadie querría salir de casa a menos que la casa te persiga hasta la orilla
a menos que la casa te diga que aceleres tus piernas
dejes la ropa detrás que avances cuerpo a tierra a través del desierto
vadees atravieses los océanos
te ahogues te salves estés hambriento,
pide limosna olvídate del orgullo la supervivencia es más importante
Nadie sale de casa hasta que el hogar es una voz sudorosa en tu oído diciendo:
-vete, corre lejos de mí ahora
no sé en lo que me he convertido
pero sé que cualquier lugar es más seguro que aquí.
Warsan Shire, poeta somalí
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