Esta semana con motivo del aniversarios de la muerte de Ghandi en 1948 se celebraba en los centros educativos la jornada escolar de la paz y la no violencia. Algunos centros nos sumamos a la iniciativa de UNICEF que consistía en enarbolar una bandera blanca tras reflexionar sobre el significado de este símbolo cultural y universalmente reconocido de tregua, cese al fuego y negociación pacífica cuya su importancia radica en su valor como instrumento para favorecer el entendimiento, establecer acuerdos y “hacer las paces”. El uso de la bandera blanca es a la vez un ofrecimiento y una petición de confianza: quienes la usan se comprometen a no atacar y confían en no ser atacados. Este símbolo es poderoso porque, sin confianza, no es posible la paz duradera.
Los actos celebrados en los distintos centros educativos tenían como finalidad Reivindicar la paz en el mundo y el fin de las guerras llevaban aparejados una serie de compromisos:
Contribuir a un entorno escolar más pacífico y dialogante.
Comprometernos personalmente a construir relaciones de paz y respeto con las
personas que nos rodean.
Defender el derecho de la infancia a la paz y a la protección frente a la violencia.
Ojalá sigamos trabajando en pacificar nuestros centros, nuestras familias, nuestro entorno más cercano enarbolando una perenne bandera blanca.
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