Y el ataúd errante se precipitó al crepitar del fuego, dispuesto a evaporarse entregado a las cenizas, el olvido y las lágrimas fingidas de la viuda de alpargatas negras. Ella se olvidó de contratar el responso por el alma del difunto. En el fondo estaba segura de que su finado esposo se dirigía a las llamas de la condenación eterna. En mi cabeza sonaban las notas del Requien de Mozart, en re menor.
Belleza. Quiero captarte en esos instantes para apropiarme de un poco de eternidad...
domingo, 11 de julio de 2021
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
Soy profesora de Religión en un Instituto de Enseñanza Secundaria en la provincia de Valladolid, concretamente en Medina del Campo. El prime...
-
Libertador de Nazaret Por Marta Redondo para COPE León. DMV Hay una bonita canción de Adviento que se dirige al Señor como el Libertador...
No hay comentarios:
Publicar un comentario