viernes, 20 de abril de 2018

PARTE DE LA TRIBU


Consciente de que había que redirigir el asunto entré aquella mañana remangada y con el vigor suficiente para recuperar una disciplina presumía un poco tocada.
.- ¡En fila de a uno como en la mili!.Y la rayita del suelo como referente para que las filas estén perfectamente alineadas.
El orden ante todo. ¡Guarda el orden y el orden te guardará!
Y empecé a soltar una serie de retahílas y refranes varios ensalzando la virtud del orden.
Ellos se miraban entre asombrados y divertidos como preguntándose. ¿Que le pasa a la profe que hoy viene en este plan?

Entre aliviada por el efecto conseguido y divertida por su asombro quise ofrecerles una explicación.
Cuando las cuerdas de la guitarra están desafinadas hay que tensarlas un poco. Y estas últimas clases estábamos todos un tanto desafinados. Quizá la primera yo.
Aquí no solo venimos a aprender conocimientos. También venís a educaros.

Entonces un alumno levantó la mano.

.- Pues hay profes que dicen que tenemos que venir educados de casa.
.- Pues no hijo. Esta es una labor de todos.

   El proceso educativo es aquel participado por escuela y familia y otros ámbitos en el que se produce una interacción en la que se transmiten conocimientos, valores , habilidades, hábitos y creencias.
   Y en este último apartado entra en juego la Parroquia a través de los catequistas.  Esos testigos de la fe. Personas voluntarias que dan su tiempo de manera generosa transmitiendo de manera fiel el mensaje del Evangelio. Abandonando muchas veces sus quehaceres y ocupaciones diarios. Una labor callada, constante, cuidadosa y muy necesaria dentro de la Iglesia. Una misión a menudo poco reconocida y agradecida por los padres. El lunes tendrán un encuentro para celebrar la alegria de ser llamados a esa misión única de sembrar la semilla del Reino en el corazón de nuestros niños, adolescentes y jóvenes.

  Dicen que para educar hace falta una tribu. Gracias catequistas por ser parte fundamental de ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA MELENA AL VIENTO

  Los padres marroquís son muy duros con sus hijas, profe. Bajaba la mirada, avergonzada por no saber que más añadir a su mirada velada. Est...