domingo, 28 de mayo de 2023

LAS GRADUADAS

 Convulsos tiempos de nuevas varias.

Me asomé a un mundo desconocido que me dejó amago regusto.

Descubrí que la noche no es para mí.

Pero el asueto me permitió acercarme, hasta donde pude. Nunca tanto como yo quisiera. Siendo que el terreno ha sido tomado antes, pero no importa, las migas también son nutritivas y forman parte del todo. Uno se gana sus propias migas desde la brevedad del instante ofrecido.

A veces solo toca eso, una porción.

Tuve la suerte de que alguien pensara en mí para hacer, en nombre del AMPA del ÍES Legio,  el discurso  para la Graduación de la promoción 2017-2023.

Ha sido enriquecedor y emotivo encontrarse participando de las tres naturalezas, porque por los tres estados naturales de cualquier persona que tenga una vida plena, porque  lo natural es que uno sea hijo, docente (formal o informal), todos enseñamos algo a alguien en algún momento de nuestras vidas, aunque sea inconscientemente y a menudo madre o padre.

Pues desde la suerte de ser hija, madre y profe, he escrito este discursín para la Graduación de Rebeca y sus compañeros de promoción.

 

“En la Basílica de San Isidoro, bien  cerca de nuestro Instituto, hay un Museo llamado Bíblico Oriental  que aunque ya haya  cerrado las puertas a los visitantes aquí en León capital,   sigue conservando tesoros dignos de ser puestos en valor. Entre ellos una tablilla sumeria de arcilla datada  aproximadamente en el  año 2.500 a. C. Eran estas tablillas,  soportes de barro,  donde el alumnado, como vosotras y vosotros, solía   tomar nota  a diario nota   de los ejercicios que constituían una parte de su trabajo cotidiano. Pues bien, en esta tablilla  concreta se puede leer el siguiente proverbio:

 “La escuela, es una cosa fundada en los cielos. En ella entran los que vienen con los ojos cerrados. De ella se sale con los ojos despiertos.”   Vemos pues, que ya desde los albores de la escritura, la  capacidad para aprender, inherente a todos nosotros,  era uno de los aspectos considerados básicos para lograr que vosotras y vosotros, ya casi   adultos, consiguierais    adaptaros al mundo.  

 

Cómo han pasado los años, desde aquellos primeros días en que cruzábais  el umbral de estas  puertas, recién llegadines,  con marcado aire de despiste,  la mayor parte de vosotros saliendo del cascarón de  los coles de primaria, con aires temerosos, gesto  asustado, algunos, o con la firme intención de entrar pisando fuerte para ser respetados otros. Evocaréis ahora con nostalgia o tal vez alivio  los recuerdos  vivos, las imágenes y rostros de aquellos  compañeros de primero de ESO, unos quizá en paradero distinto, otros compartiendo la alegría de hoy  entre todos nosotros. Algunos, incluso ,  habéis ejercido de cicerones en una de las muchas loables  iniciativas que el nuevo  equipo directivo ha tenido este año. Actuación  que ha consistido en acompañar al alumnado de nuevo ingreso en ese aterrizaje forzoso que supone el paso de la Educación Primaria a la ESO en una edad ciertamente temprana. 

 Las  vueltas que han dado las cosas desde aquellos primeros días de incertidumbres e inseguridades ¿verdad?. Cuántos proyectos, ilusiones, desencantos y renaceres, frustraciones y retos, idas y venidas se han gestado durante estos años entre las paredes de este instituto,  porque esa es la  seña de identidad que nos define a los seres humanos. Comenzar y recomenzar. 

¡Cuántas historias hemos vivido todos juntos durante  este camino recorrido! Desde las lágrimas  de impotencia ante lo que se figuraba inalcanzable, inseguridades, miedos, malentendidos, hasta las  risas de complicidad, encuentros y desencuentros, agobios y alivios que se sobreponen. 

Y aquellos desoladores días de pandemia cuando la ciencia ficción mordió a  la realidad transportándonos a un mundo distópico en el que nos secuestraron entregándonos al anonimato  tras pantallas acristaladlas  y mascarillas despersonalizadoras. Cuando  nadie nos había preparado para ello vagábamos por la redes sociales  como almas en pena dándonos cuenta de lo mucho que nos necesitábamos unos a otros. Afortunadamente todo aquello ahora se nos figura ahora como algo ya casi olvidado, como diría  Santa Teresa de Jesús, como una “Mala noche en una mala posada”

Pero también llegaron amigos  y amigas, que se fueron, que se quedaron. Descubrimientos como el de  aquel compañero o compañera con el que al principio no encajaba  y luego pasó a convertirse en imprescindible o aquel o aquella  profe tal vez algo  estrambótico  que parecía  iba a complicarme  el curso  y resultó ser alguien que me   va a marcar positivamente para toda la vida.

  Esos profesores que son determinantes. Gracias a todos y cada uno de  los miembros  del claustro de profesoras y profesores, guías y referentes , que habéis creado  esos vínculos que los   sustentan y que seguramente  irán   valorando más  cuando el paso de los años vaya   depositando  los sedimentos  de lo acontecido. Incluso aquellos que no fueron nuestros profesores más queridos veréis  que también nos ayudaron tal vez a desarrollarnos en la virtud de la paciencia. Todos  a buen seguro siempre han hecho esfuerzos  para acercaros  el  conocimiento por el camino más entretenido, intentando que no caigáis en el aburrimiento, esforzándose en  conseguir que la  materia os  fascine, cómo  lograr  que esas píldoras de sabiduría que cada día preparaban  para vosotros  fueran  ingeridas de la manera más nutritiva posible, captar vuestra  atención, lograr generar un pensamiento crítico aunque a veces jugara en su propia contra y les salierais un tanto respondones, disponer vuestras  mentes para que se esponjaran ante los mundos que pretendían  desplegar ante vosotros   cada día. Porque vosotros, sus profesores, sois claves en este proceso, habéis sido determinantes para sembrar  en ellos la más fructífera de las simientes, la del conocimiento.

Dice Joan Manuel Serrat,   ese entrañable cantautor catalán del que muchos de vosotros habréis oído hablar,  que a menudo los hijos se nos parecen, y es cuando nos dan la primera satisfacción. Y detrás de esa viene muchas una y otra, y otras muchas. Vosotros y vosotras sois, queridos graduados,  lo mejor que tenemos  por mucho que a veces la sociedad y el ambiente se empeñe en restaros el acento que por estar aquí habéis puesto en nuestras vidas. Ser madre y padre  es disponerse a soñar de por vida y apostar cada día por ese regalo que nos han donado de lo alto.  No dejáis  de  sorprendernos  por los  continuos cambios que os rediseñan y configuran. El a menudo  inadvertido milagro de ver reflejados en vuestros ojos, y vuestras manos, en vuestras reacciones y pareceres versiones entrelazadas de  nosotros mismos. Porque nosotros, vuestra  familia, primera educadora, es escuela primera ojalá siempre de los mejores valores y virtudes. No obstante,  no  importa cómo sea, quizá  no siempre estemos  o no a la altura de lo vuestras expectativas, pero aquí estamos, la familia, vuestra familia.

Es lógico que nos sorprendáis  con  sea  continuo desplegar  de alas, cuesta  ir soltando amarras después de haber estado durante mucho tiempo ayudándonos a permanecer a flote tanto con el  mar en calma como ante  tempestades varias.  Pero es necesario…

Aquí os hemos confiado estos años lo mejor que tenemos. Y a la vista está que no nos hemos equivocado.

Quiero deciros en nombre de toda la comunidad educativa, en nombre de toda esta tribu que hoy se congrega para celebraros por todo lo alto que creemos en vosotros.

Sois los escritores de vuestro propio futuro, hacedlo como dice un escritor también profesor  y padre  ya fallecido llamado José Luis Sampedro uno debe escribir su vida  desde estos tres pilares: amor, provocación y autenticidad. El primero es obvio, sin amor es imposible seguir adelante: rodearse de gente que te quiera y te valore, amar y apasionarse por lo que uno hace. El segundo quizá requiera algo más de explicación, la provocación supone novedad, buscar retos que nos mantengan vivos para seguir adelante, todo lo que suponga estancamiento mejor despecharlo y por ultimo autenticidad, ser fiel a uno mismo y  aceptarse tal y como eres,  cada uno de nosotros somos únicos, irrepetibles e insustituibles y por ello debemos respetar siempre nuestros deseos e intereses. Traicionarse uno mismo, que es traicionar también a los que nos rodean.

Comenzáis una nueva etapa de despliegue. Toca planear alto. Tenéis todo cuanto necesitáis, solo hay que desplegar las alas y dejarse mecer por viento, disfrutad del vuelo.





 

 


viernes, 26 de mayo de 2023

ALFA Y OMEGA

 Alfa y Omega

 


 

Alpha. En el principio la palabra, el descubrimiento de una realidad a la que se le dota de existencia mediante la elección de un  nombre que refleja y desvela el misterio. 

Recordaremos a  Alpha,   

Necesaria iniciativa de nueva evangelización orientado  a las personas en búsqueda, aunque a veces ellas mismas no lo sepan, y que propone encuentros en torno a una mesa, ágape y conversación en un ambiente fraterno.  Acaba de terminar la segunda edición. A buen seguro ha supuesto para muchos  la  novedad hacia un descubrimiento. Un descubrimiento que empieza a menudo  en las primeras catequesis, escuelas de fe  y testimonio. Mañana celebran los y las catequistas, testigos de la alegría, su encuentro. Nuestro más sincero agradecimiento por su labor desinteresada.

Estos días  son distintos... Los   adolescentes más veteranos de bachillerato y los universitarios más avezados,    se encuentran en su omega alfa, el final de una etapa que supone  el inicio de  una nueva, se gradúan al final de un largo camino de esfuerzo y aprendizaje para comenzar  un estadio distinto. 

Los caminos que se inician y entrecruzan, las decisiones que determinarán el futuro de nuestros hijos, nietos, hermanos, amigos, ellas y ellos, que preocupan y ocupan nuestro corazón.

El alfa y  omega de nuestras vidas.

Te los encomendamos, Señor.

No les faltes nunca, ni a ellos ni a nosotros. Tampoco tú, María. Que siempre nos guías y acompañas en este camino. De principio a fin.

NO VALE, TÚ NO ESTÁS MUERTO