Me ólvidé de muchos compañeros: de Rosa, de Nuria, de la fantástica Ruth, qué triste es esa memoria que tanto olvida.
Buenos momentos en aquella cocina, y en el chorco , al calor de la magdalena confidente.
Belleza. Quiero captarte en esos instantes para apropiarme de un poco de eternidad...
No hay comentarios:
Publicar un comentario