domingo, 25 de noviembre de 2012

DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS



No me extraña que te gustasen tanto los niños. Como madre día tras día no dejan de asombrarme y fascinarme.

Al término de la misa se acercó muy preocupada.

¡Ha pasado algo muy gordo mamá!

(¿Qúé habrán roto ahora?)

He comulgado y con todos los microbios que tengo en el cuerpo seguro que he contagiado a Jesús.

(Ayer estuvo con fiebre y acaba de pasar anginas)

¡Mi niña! Jesús estará encantado con  tus microbios.

Y pensé en muchas almas repletas de microbios y podredumbre. Han albergado al Señor y siguen siendo cobijo para un Jesús anonadado que se ha querido quedar en un simple trozo de pan para darnos la vida eterna exponiéndose a habitar a veces en sitios sucios e incómodos. Asume el riesgo. El amor lleva a hacer locuras y Jesús es un experto en este tema. Ahí está la locura de la cruz.¡Cosas de Dios!




Dios mío dame la fe e inocencia de esta niña para ser digna de cobijarte en mi corazón.


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NO VALE, TÚ NO ESTÁS MUERTO