Horror

He visto las fauces del egoísmo abiertas. La deshumanización de una pobre chica asustada que fue capaz de renunciar a su hijo.
Los poster pegados a la pared anunciando las bondades del 8 de marzo, día de la mujer trabajadora. Ellos piensan que la liberación de la mujer pasa por la abolición de la maternidad. Y mientras las trituradoras hacen negocio a costa del miedo de dos críos asustados, o mejor dicho, de una cría asustada y de un muchacho que fue macho para disfrutar pero un cobarde para asumir la responsabilidad. "Es nuestro hijo" decía. Y eso le daba derecho a hacerle desaparecer y listo. Muerto el niño se acabó la responsabilidad. Nada importa: ni los padres, ni los abuelos, ni el niño, ni la VIDA. Todo es igual. Todo pasa. La vida todo lo borra.
 La sala de espera del abortorio estaba llena de errores que había que hacer desaparecer. Ellos lo llaman errores...yo pensé que se trataba de seres humanos ¿o acaso es lo mismo?.
Todo era aséptico, hasta la cara de la recepcionista, una asepsia que daba escalofríos. La frialdad sepulcral se respiraba entre aquellas paredes.Había que cerrar la puerta para mantener caliente el edificio nos previnieron ¿es que hay alguna manera de caldear el aire enrarecido por la muerte?
Mi querido niño o niña, descansa en paz y desde el cielo reza por tus padres. Te van a necesitar.