viernes, 8 de marzo de 2013

La perla escondida




       Es aguerrida, peleona, obstinada, desafiante, arrogante. Tiene esa rebeldía desbordante que les inunda provocando una riada incontenible de sentimientos encontrados que bullen a un ritmo frenético. Inquieta y desinhibida. Descontrolada y efervescente. Es una de mis alumnas adolescentes. 

      Más de una vez ha conseguido subirme los colores a la cara. Reconozco que muchas veces me he sentido superada y lo único que me queda es elevar los ojos al cielo para suplicarle que le de luz en medio de tanto desvarío. En esos momentos le pido que me ayude a encontrar la brújula idónea para entregársela. ¡Dónde señalarle el norte!...yo me veo incapacitada...pero a pesar de todo remo y siembro confiando en que la luz llegará. Pero el otro día mi querida alumna me hizo un regalo sublime, profundo, tierno. 


       Contemplábamos una escena de la película "Bella!. Un hombre plantaba flores mientras otras personas le ayudaban: José, su hijo y Nina, una mujer embarazada que se estaba planteando abortar. El hombre le preguntó a la chica: ¿Te gustan las flores?. Y mi queridisima alumna, la que he comenzado describiendo comentó: ¿Pero cómo no le van a gustar las flores si dentro lleva una?.... Al unísono las cinco cabezas que contemplábamos la pantalla giramos los ojos hacia los profundos ojos claros de doña antisistema: ¿Ha dicho lo que creemos haber oído que ha dicho?. 


       Pues ¡claro que lo dijo!. Un sentimiento tan bello surgió del mismo corazón y boca que otras veces nos ruboriza. LA belleza emergió. Y si lo ha hecho una vez ¿por que no puede volver a repetirse?. Y entonces nuevamente ocurrió. Recuperé la confianza en que es posible extraer lo mejor de ellos. ¡Que es tanto!. 

     Y pensé en lo que me molesta esa manía que tienen de comentar cada fotograma de la película en alto...a o mejor no es tan malo dejarles que hablen y se expresen tal como son y piensan. Gracias a esa espontaneidad descubrimos que dentro de cada corazón por muy cubierto que se halle de tantas cosas se encuentra una flor...una auténtica perla...como la de mi aguerrida y querida alumna...

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