lunes, 26 de octubre de 2009

Una inyeccion de animo para los que se sientan cansados...


UN ARTICULO DE JUAN MANUEL DE PRADA. PUBLICADO EL 17 DE OCTUBRE EN ABC
Escribía Chesterton que sólo quien nada a contracorriente sabe con certeza que está vivo. Se trata, desde luego, de un ejercicio nada plácido, pues la energía que el nadador a contracorriente emplea en cada brazada no se corresponde con un avance proporcional; y basta con que flojee en su ímpetu para que la tentación del desistimiento haga mella en él. Quien nada a favor de la corriente, en cambio, no tiene que molestarse en bracear; y ni siquiera es preciso que esté vivo, pues la corriente seguiría arrastrándolo como si tal cosa. Las grandes batallas del pensamiento, las conquistas que han ensanchado el horizonte humano, siempre se han librado a contracorriente; y, con frecuencia, quienes se atrevieron a protagonizarlas fueron contemplados por sus contemporáneos como retrógrados, incluso como peligrosos delincuentes. Pero, junto al rechazo o incomprensión de su época, estos pioneros que osaron contrariar el «espíritu de los tiempos» pudieron proclamar con orgullo que estaban vivos; y con su sacrificio irradiaron vida en un mundo acechado por la muerte, convocaron a la vida a quienes por cobardía, por estolidez, por conformidad con las ideas establecidas nadaban a favor de la corriente.Así debió ocurrir con los primeros patricios que, en la época de máximo esplendor del Imperio Romano, empezaron a manumitir esclavos, como aquel Filemón que, siguiendo las instrucciones de San Pablo, decidió acoger a su esclavo Onésimo como si de un «hermano querido» se tratase. Cuando Filemón manumite a Onésimo, la esclavitud no era tan sólo una institución jurídica plenamente reconocida, auspiciada y protegida por la ley; era también el cimiento de la organización económica romana. Según establecía el derecho de gentes de la época, los esclavos eran individuos que, aun perteneciendo a la especie humana, no eran «personas» en el sentido jurídico de la palabra, sino «bienes» sobre los que sus amos podían ejercer un «derecho» de libre disposición. Los nadadores a contracorriente como Filemón alegaron entonces que, más allá de los preceptos legales, existía un estado de naturaleza que permitía reconocer en cualquier ser humano una dignidad inalienable; y que tal dignidad era previa a su consideración de ciudadano romano (...)Como ocurriera hace dos mil años a los primeros patricios romanos que empezaron a manumitir esclavos, ocurre hoy a quienes se oponen al aborto. Los nadadores a favor de la corriente los anatemizan y escarnecen, los calumnian presentándolos como detractores de los «derechos de la mujer», los caracterizan como sombríos «retrógrados» que amenazan el progreso social. Pero, como aquellos primeros patricios romanos que reconocieron en cualquier persona una dignidad inalienable, quienes hoy se oponen al aborto no hacen sino velar por ese meollo irrenunciable de humanidad que nos constituye, que nos permite reconocer como miembro de la familia humana a quien aún no tiene voz para proclamarlo, que nos impone proteger la vida gestante, la más desvalida e inerme, como garantía de nuestra propia supervivencia moral, para que no nos ocurra lo que Marcel Proust denunciaba, al describir el clima de corrupción en el que se desenvolvían sus personajes: «Desde hacía tiempo ya no se daban cuenta de lo que podía tener de moral o inmoral la vida que llevaban, porque era la de su ambiente. Nuestra época, para quien lea su historia dentro de dos mil años, parecerá que hubiese hundido estas conciencias tiernas y puras en un ambiente vital que se mostrará entonces como monstruosamente pernicioso y donde, sin embargo, ellas se encontraban a gusto».

miércoles, 21 de octubre de 2009

Aborto ¿por qué pretenden llamarlo derecho cuando quieren decir negocio?


Reproducimos aquí un interesante artículo de Jose Román Flecha Andrés

INGENUIDAD Y NEGOCIO

El sábado 17 de octubre una inmensa manifestación recorrió el centro de Madrid para pedir respeto a la vida y pronunciar un decidido “no” al aborto. Esa tarde, los telediarios italianos dedicaron un buen espacio a la manifestación.

El domingo, día 18, el prestigioso diario “Il Corriere della Sera“ dedicaba tres cuartos de página a la manifestación con una amplia información de la corresponsal Elisabetta Rosaspina. En un estilo directo dice que esta vez no era el Partido Popular ni eran los obispos conservadores los que arengaban a la multitud contra esta determinación laicista del gobierno. “Hubiera sido más fácil defenderse de los anatemas de los prelados, atrincherados detrás de sus preceptos, que de estos estudiantes armados de huchas y empeñados en recoger fondos ‘para la causa’ como devotas muchachas de la Cruz Roja”.

Como para ofrecer una segunda estrofa a este párrafo de tonos épicos, añade la periodista: “Sería más convincente desmontar las ‘pretextuales’ acusaciones del partido adversario que las ingenuidades de una masa convencida de ser el último dique en defensa de la familia”. El resto del artículo glosa los dolores de Zapatero, pero no es el caso aquí de echar leña a ese fuego.

Otra pluma femenina comentaba la manifestación en el periódico católico “Avvenire”. Un millón y medio de manifestantes calculaba Michella Coricelli, subrayando el protagonismo de las mujeres en este grito a favor de la vida y en contra de un negocio brutal. A este tema dedicaba la periodista un recuadro impresionante para afirmar: “Un negocio en continuo aumento: un aborto cada cinco minutos. Detrás del drama se ocultan cifras de vértigo En torno al 97 por ciento de las interrupciones del embarazo en España se realiza en clínicas privadas. Cada año esas instituciones se embolsan más de cincuenta millones de euros”.

La periodista dice que esta cifra se obtiene calculando un coste medio de 500 euros y multiplicándolo por los 112.000 abortos del año 2007. No son sólo las ganancias las que subraya, sino también el grueso fraude fiscal que puede haber detrás. Citando un estudio del Foro de la Familia y la Concapa, escribe que “los ingresos anuales de las 82 clínicas abortivas españolas oscilarían entre los 50 y los 150 millones de euros”. Estas asociaciones denuncian que algunas clínicas reciben pagos al contado y a veces no entregan recibo. Coricelli termina calculando en 138.000 los abortos que podrían alcanzarse en este año.

Estas son algunas de las miradas que han observado desde Italia la dramática realidad española. Dos mujeres con curiosidad periodística y con genio literario. Se omiten aquí las anotaciones políticas que reflejan. Pero quede constancia de esa lucha dramática que contemplan. Por un lado la ingenua libertad de los manifestantes. Por otro el negocio inmenso favorecido por la ley. De nuevo David contra Goliat. La historia interminable.

miércoles, 14 de octubre de 2009


Hoy fuimos de visita. Los chicos de 1º de ESO y su profe de Reli estuvimos conociendo a las hermanas del Convento de San José, fundado por Santa Teresa de Ávila allá por el siglo XVI y que fue la primera fundación de la Santa fuera de su ciudad natal. Silenciosos los alumnos observaban cómo las hermanas salían por una puerta tomando pausadamente asiento al otro lado de las rejas del locutorio. Las preguntas se sucedieron ininterrumpidamente, por algo la actividad requería que los muchachos -ejerciendo sus dotes de periodistas - investigaran sobre la vida de las hermanas así como sobre las causas que les han llevado a permanecer enclaustradas alejadas del mundanal ruido. La interacción alumnos-monjas fue mágica, los visitantespermanecieron callados respetuosos mientras las hermanas desgranaban con preciosas reflexiones las razones que les llevaron a elegir la vida contemplativa. ¿Por qué hay tan pocas vocaciones?. Hay demasiado ruido a nuestro alrededor, es difícil escuchar la voz de Dios. ¿Y dónde está Dios?. En todas partes pero sobre todo dentro de ti. A veces pensamos que el claustro realmente está ahí fuera. ¿Por que se visten así?. Es nuestro testimonio en medio del mundo. Al final una alumna, sin duda sintiéndose a gusto en aquella casa, exclamó espontáneamente ¿Por qué no rezamos todos juntos una oración?. Y allí estábamos 18 alumnos de 1º de ESO, la profe de Reli y las 5 hermanas rezando el Padre Nuestro al unísono mientras seguramente el Señor sonriera con satisfacción. Inolvidable.

GRUPO ILUSION ADIOS MAMA

Para mis chicos de ESO y Bachillerato

ÁGORA, LA OFENSIVA CONTINUA.


¿Es casualidad que desde julio hasta el estreno de la película se hayan publicado más de cuatro biografías sobre Hipatia, paradigma de las cuales es la de Clelia Martínez Maza, financiada por la Dirección General de Ciencia y Tecnología? Más de 10 novelas, ejemplo de las cuales es la escrita por el hermano de Carmen Calvo, ex ministra de Cultura, además de multitud de estudios de historia sobre la época. Y todo ello con el mismo mensaje. Que todo salga al mismo tiempo no puede ser casualidad. Una vez más, nos encontramos con un ataque ideológico perfectamente orquestado, del cual, por cierto, Amenábar suele ser pistoletazo de salida, como lo fue en el caso de «Mar adentro» con la eutanasia.

Ahora la cosa va directamente contra la religión y particularmente contra el cristianismo. Lo malo de la trama que cuenta la película es que es mentira desde el principio hasta el final. Forma parte de la estrategia de reescribir la Historia a la que es tan aficionada nuestra izquierda. Hipatia no fue asesinada siendo una joven tan hermosa como Rachel Weisz, de 38 años, sino que murió en el año 415 y tenía 61. No fue famosa por sus dotes de astronomía por más que en la película se empeñen terca y cansadamente, atribuyéndole haberse adelantado a Kepler más de mil años; sino porque era una «divina filósofa» platónica, en palabras del obispo cristiano Sinesio de Cirene –única fuente coetánea que se conserva sobre ella–, a la que llama en sus cartas «madre, hermana, maestra, benefactora mía». El citado obispo, a quien en la película se le hace traidor y cómplice en el asesinato de la filósofa, murió dos años antes que ella, así que es imposible que tuviera nada que ver con su muerte. Ella fue virgen hasta el final, pero no vivió la castidad como ha dicho la protagonista, que se ha declarado feminista radical, «para ser igual que un hombre y poder ejercer una profesión con plena dedicación». Lo hizo porque, coherente con su filosofía, ejercía la Sofrosine , es decir el dominio de uno mismo a través de las virtudes entendidas como el control de los instintos y las pasiones.

Hipatia nunca fue directora de la Biblioteca de Alejandría, ni ésta fue destruida por los talibanes cristianos. La biblioteca fue incendiada por Julio César, saqueada junto con el resto de la ciudad por Aureliano en el año 273, y rematada por Diocleciano en 297. Es verdad que en el año 391 fue destruido lo que quedaba del templo del Serapeo después de la destrucción por los judíos en tiempos de Trajano, y también el repaso que le pegó Diocleciano, quien, para conmemorar la hazaña, puso allí su gran columna, razón por la cual los cristianos lo destruyeron, ya que él era el símbolo de las persecuciones que sufrieron durante trescientos años. Pero lo que allí quedaba de la biblioteca era tanto como lo que restaba en otros sitios. El paganismo siguió existiendo en Alejandría hasta que llegaron los árabes. Y el neoplatonismo siguió floreciendo, hasta que lo recuperó el renacimiento cristiano. Por cierto, que yo sepa, su más brillante exponente se llamaba San Agustín, coetáneo de Hipatia.

NO VALE, TÚ NO ESTÁS MUERTO