Cuántos recuerdos se agolparon en mi mente cuando os vi en el escenario.
Recordé las sonrisas ingenuas y francas de aquellas tres caras tan preciosas que me reconfortaron recién llegada de mis periplos por tierras castellanas.
En cuanto os vi supe en seguida que "había caído con buena gente".
El pasado curso me deparasteis horas muy dulces.
Recuerdo haberos dicho en más de una ocasión que comenzar las clases con vosotros era como haber recalado en el paraíso, os reíais. Os aseguro que no exageraba en absoluto.
Generabais una paz que incitaba a la reflexión casi casi a la contemplación, por eso fue tan sencillo que Mari Pepa trabajara las Moradas con vosotros. Textos muy profundos e incluso complicados dentro de la producción de la mística avulense. Pero todo era sencillo con vosotros.
Recordé la encendida defensa de Mónica y Elizabeth (espero haber escrito de una vez bien el nombre :-) en torno a la vida humana. Elizabeth, me sorprendió la solidez de tu argumentación jurídica en torno al status del embrión perfectamente fundada en la Constitución Española y el Código Civil digna del más hábil de los letrados. Y cómo olvidar ese momento de emoción contenida de Mónica cuando recordabas a tus abuelos mientras te lamentabas de que en algunos países se practique con impunidad la eutanasia.
Imposible olvidar esa sonrisa franca y contagiosa de Óscar, mago de talento que contagia alegría por dondequiera que pasa. El entusiasmo musical de Conchi por los Auryn de los que conseguimos todos aprendernos vida y milagros, cuanta ternura y cariño he recibido de ti querida alumna. Los expresivos ojos azules de Silvia, reflexivos y profundos y esa cámara reflex que nos situó tan cerca del boulevard de las estrellas. La serenidad dulce de María. David y esas reflexiones tan profundas que denotaban un gran amor por su familia. La extraordinaria interpretación de Alba en el vídeo que desalambró nuestros corazones y el entusiasmo y afán de superación de Jairo ¡qué meteórica ascensión querido alumno cofrade!
Fue un curso inolvidable en el que aprendí ¡tantas cosas gracias a vosotros!
Por eso ayer no podía faltar, ni pude evitar un regocijo especial como si yo también me graduara un poquito con vosotros.
Me hubiera gustado deciros ¡tantas cosas!
Pero sólo os diré una. Nunca olvidéis que en los buenos y malos momentos siempre habrá Alguien al que podéis acudir, el que nunca falla. Aquel que siempre acude con solo comenzar una plegaria.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y quien quiera (sólo quien quiera) responderá....confío en Tí..¿os acordáis? ;-)
¡¡Buen Camino peregrinos!!
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