domingo, 15 de mayo de 2016

EL DIOS QUE ME VIVE DENTRO





Comprendo que para muchos sea un auténtico "cacao maravillao" esto de distinguir las tres personas de la Santísima Trinidad.
Ayer, de regreso tras una jornada inolvidable en la montaña,una amiga me confiaba su vivencia de Dios describiéndole como una energía interna que le movía a hacer el bien y sentirse a gusto consigo misma, los que le rodean y su entorno. En un principio pensé en que se estaba dejando llevar por esa peligrosa concepción panteísta que relativiza las cosas y  nos aleja del Dios Padre cercano que al darnos la vida  nos llamó a la ella poniéndonos un nombre y dotándonos de  un código genético único que nos hace originales. Pero agité la cabeza queriendo apartar todo prejuicio. Hago grandes esfuerzos por dejar de pensar y analizar cuando me están hablando  para centrarme en escuchar con plenitud. Sólo así es realmente cuando me enriquezco y aprendo de los demás.
A raíz de nuestra enriquecedora charla se me ha encendido una bombilla recordando la expresión con la que una amiga religiosa se dirige habitualmente al Sumo Hacedor. Ella siempre dice: Dejémonos llevar por el Dios que nos vive dentro. El que me reconforta, vivifica, anima y reanima. Ese que me hace resucitar y recordar lo increíblemente bello que es vivir aun cuando la belleza se nos resista...al final siempre rompe a salir por algún rincón. 
Reconozco que a ese Dios le tenía menos controlado quizá por ser una energía. La fuerza de Dios, su poderoso aliento. Seguramente siempre se le represente alado por ser el que nos da alas: el Ruah... El Espíritu de Dios.

Por cierto hoy se celebra Pentecostés, el día en que nació la Iglesia y los Apóstoles tuvieron el gran "subidón"  al ser inundados de una manera arrolladora por ese Espíritu Santo que nos vive dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

PRIMER AMOR

  Es una ternura verles escribirse versos de amor. Amor de niños que despiertan a la primavera. El niño  que juega a hombre calándose una vi...