El mar se ensalza en la noche reposando en la belleza de tus ojos oscuros.
La brisa marina balancea ese mechón rebelde de pelo que se resiste a ser domado
Bajo la seda de tu camisa adivino el terciopelo de ese brazo nube que me arropa
rescatándome del hastío mundano que arrojan los días grises .
No permitas que la noche cómplice deje escapar nuestros secretos.
Déjalos que sueñen con ser jazmines que perfuman soledades.
¿Ves aquellas luces lejanas que llegan como rumores?
Vienen dejando una estela
de esperanza en que lo imposible es certeza que alumbra
queriendo hacerse vida en mi regazo
Déjalas deslumbrar con sus destellos,
quieren devolvernos las risas de antaño
que acunaron días felices.
Hasta este mar adentro llegan sueños y quimeras
nieblas livianas que traen una marea de sueños que nos mecen.
Déjate seducir por el canto de las sirenas que acompañan
los rumores de recuerdos mimosos y de caletas lejanas
que desgranan rosas y caricias bailando como duendes
al son de los acordes rasgados de una guitarra que gime.
De sueños también se reza ,vive y pervive.
Vienen flotando por ríos y mares
atraídos por los lamentos de un alma sedienta
que te busca indolente entre los restos del naufragio.
Captúrales cuando les intuyas entre esas notas
o presientas que estén enredados
entre los hilos de la cometa que maneja aquella niña trigueña.
Si, la que a lo lejos camina descalza por la caleta entre espumas y caracolas.
Cae la noche de nuevo y el mar vuelve a ensalzarse reposando en la belleza de tus ojos pardos...
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