AUTENTICIDAD A RITMO DE BOLERO

    Llevo días dándole vueltas a esto de la fidelidad a uno mismo. En esto consiste la autenticidad en definitiva; En ser fiel a la esencia aún cuando no a todo el mundo le guste.

    Me ha venido a la mente una historia que bien podría ser el colmo del sabor a lo auténtico.

  Sucedió en un hospital. A la madre enfermera de una vieja amiga. Una mujer gitana acudía urgencias con rotura de aguas para dar a luz in extremis. Su olor era insoportable para los que se encontraban cerca de suerte que hubo de someterla a un baño ultrarápido antes de acometer la tarea de traer al mundo a su hija. Una vez adecentada el desenlace trajo a un habitante más a este feliz planeta. Mas el hecho sorprendente se produjo a los pocos días cuando su desolado marido acudió al servicio para pedirles que le devolvieran a su hembra el olor a mujer. El hombre buscaba aquel aroma al que estaba acostumbrado y que al resto de los mortales le resultaba prácticamente insufrible. Para él pese a quien pese era el sello de autenticidad de su media naranja.

    Y es que la autenticidad es algo que todos buscamos y apreciamos. Es lo que nos hace enamorarnos de tal o cual persona o valorar a nuestros amigos. La fidelidad a lo que uno ama, a lo que uno siente o a lo que uno cree.

     Por mucho que cambie la carcasa el contenido no varía. La esencia del ser permanece.

     Hoy he ido con mi madre a ver al Auditorio a los Panchos. Recuerdo escucharles desde niña. Esos largos viajes interminables al ritmo de boleros. Sonaron como antaño, como han sonado siempre. Un amigo colombiano me ha contado que el secreto de su éxito aún en la actualidad reside en la fidelidad que siempre han mostrado a su estilo personal desde los inicios. Los hijos de los Panchos iniciales han respetado las armonías , los ritmos, la puesta en escena. ¡Qué delicia escuchar esas guitarras acariciando nuestros oídos y almas! 

     Disfrutamos intensamente tarareando todas esas bellas canciones que hablan de amores imposibles y eternos.

    La belleza de lo auténtico nos trajo un instante de los que edifican.

  ¡Yo quisiera que tu siguieras siendo fiel a ti mismo! ¡No dejes que ni la vida, ni los acontecimientos, ni el paso del tiempo te roben la esencia, tu esencia!