viernes, 7 de septiembre de 2018

ENTIMISMARSE






Usuaria confesa de las redes sociales, estos días no me he resistido a la tentación  de compartir una imagen en mi tablón de Facebook. Se trata de una mano joven que exhibe entre sus dedos índice y pulgar un pedazo de papel que reza: Septiembre siempre es el principio de algo. Atreverse a arriesgar una vez más. Tras esa mano en el primer plano de la foto, un fondo difuminado en el que se adivina un sendero. El caminín está  jalonado por un par de  hileras de árboles dispuestos a cada uno de los lados. Los árboles parece preludiar el otoño a juzgar por sus vestimentas ocres y anaranjadas.
  Acunados  por los recuerdos del verano que nos enredan en acontecimientos pasados que muchas veces nos producen nostalgia o instados y desazonados  por proyectos que nos revolucionan y arrebolan parecemos a menudo como distraídos de la ralidad que nos circunda. Así que corremos el riesgo de perdernos estos dorados días de septiembre en que las quietudes retornan a los pueblos y las rutinas viene a instalarse de nuevo en nuestros hogares con haztargo de jarana y sed de vendimia, frutas y paisajes salpicados por el  revoloteo de las hojas multitonales que se precipitan al vacío.
Es bueno analizar, recordar,  proyectar y evaluar. Conjugar tiempos pretéritos y futuros, condicionales y subjuntivos.... pero sin desterrar el presente del aqui y ahora.
Puede ser un buen propósito para este curso qué comienza. Ensimismarse en el presente mirando a los otros con aire de novedad. Recrearse en esos instantes deliciosos que nos regalan los niños y ancianos, la calle y los parques, los bancos, las paradas de buses y la cola del supermercado. Capturar las miradas de ternura, la sonrisa cómplice de los que se quieren, el gesto amable del que no tenia por qué hacerlo. Pararse a escuchar al compañero de trabajo, a la amiga que siempre se recrea en lo mismo, sonreír al pobre que todos los días pide en el mismo sitio.
  Mirar paisajes y paisanajes  con la misma dulzura con la que lo haría  ese Padre que siempre hace las cosas nuevas.
Y que sin duda seguirá guiando nuestros pasos en esta andadura que hoy reiniciamos.
  Comienza el curso. Gracias por estar ahí.

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