Me ólvidé de muchos compañeros: de Rosa, de Nuria, de la fantástica Ruth, qué triste es esa memoria que tanto olvida.
Buenos momentos en aquella cocina, y en el chorco , al calor de la magdalena confidente.
Belleza. Quiero captarte en esos instantes para apropiarme de un poco de eternidad...
Es una ternura verles escribirse versos de amor. Amor de niños que despiertan a la primavera. El niño que juega a hombre calándose una vi...
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