sábado, 10 de agosto de 2024

BESOS DE CARNE YERMA

 


Carne trémula y fría,

carne yerta 

que se enreda en la madrugada.

Sonaron dos besos desnudos 

a las 10 de la mañana. 

Dos besos vacíos y yermos.

Final del trayecto furtivo.

La nube de la indiferencia

quebró los sueños de 

la niña de cristal.

Lágrimas de nieve 

que nadie vela.

Mientras, los rizos rojos

de la carne muerta

devoran a dentelladas 

la lozanía de un amor 

que se muere.

 

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