jueves, 6 de abril de 2023

PLEGARIA LITERARIA VIRGEN DEL CAMINO 2023

 Plegaria Literaria a la Virgen del Camino.








Domingo, 26 de marzo de 2023.

 

 

Dulce Reina y Madre, Virgen del Camino, patrona de la Región leonesa. Excmo. Y Reverendísimo Sr, Obispo de León, Reverendísimo Prior de la Basílica de La Virgen del Camino, Excelentísimo Señor Presidente de las Cortes de Castilla y León, Sr.  Alcalde de Valverde de La Virgen, Ilustrísimo Señor Coronel de la Academia Básica del Aire. Autoridadesreligiosas, civiles y militares, cofradespaponas y paponeshermanas y hermanos, señoras y señores.

En primer lugar agradecer al amable coordinador de este acto organizado ex aequo por el Excmo Ayuntamiento de Valverde de la Virgen y nuestra queridísima Comunidad de Padres Dominicospor haber confiado en mí para escribir esta plegaria literaria a nuestra Madre, Virgen del Camino.

Mañana empieza la Semana de PasiónAntesala de nuestra Semana Santa, en la que el  cotidiano son de nuestros díascederá al sonido rotundo de los tambores.  Le seguirá obediente el   tañido custodio de una sumisa esquila.  Funestos augurios, que quebrarán la calma de la madrugada.  Los murmullos imperantes nos prevendrán de que la hora es cercana.  Desde los distintos puntos de nuestra geografía leonesa comitivasde pequeños pueblines unas vecessobrias y sencillas, otras majestuosas y más multitudinarias en municipios de más posibles  recorrerán las calles conmemorando la Pasión de Nuestro Señor. Santos días de angustia y zozobra. 

Ya se preveén los fieros tumultos de  los soldados que le prendieron sedientos  de sangre. Esperamos las voces de muerte hambrientas de hombre inocente. Y apartados de la multitud, un grupo de hombres custodiarán, aunque dormidos, la angustia del  amigo Divino  que el beso de Judas entregará.  Mientraslas mujeres mantendrán la esperanza aguardando la Resurrección prometida.

 Al paso del solemne cortejo,  nos despertaremos, penitentes, preparándonos para el Encuentro esperadoYa estamos dispuestos, Madre, para interrumpir el ordinario discurrir de estcuaresma que expira en espera de que tornemos  nuestros ritmos acompás de  horquetas procesionales. 

Hemos querido acudir hoy aquí ante ti para que nos ayudes en el empeño de vivir estos días con la reverencia y primaveral sosiego que demandan

Vienen días  de contrastes  que se desplegarán   a la medida  de creencias y conciencias. Que se vivirán  con intensidades varias en función de expectativas sacras y profanas. En que nos recuperaremos de ausenciasen amigable charla que reconforta y vivifica.  Por doquier se sucederán reencuentros gozosos con familiares y amigos  que regresanHabrá retornos a los hogares para recuperar raíces y empaparse de tierrina y paisaje. Reminiscencias de aquellas Semanas Santas de la niñez. 

Las calles de nuestras ciudades y pueblos se convertirán en retablos vivientecuajándose de arte y flores mientras los ojos de propios y extraños volverán a fascinarse al contemplar la belleza y mimo con que todo se ha previsto 

Ya están nuestros ojos escudriñando las predicciones meteorológicas,   te pedimos Madre que intervengas para evitar esas lluvias que impidan culminar tras intensos días de espera. Se coronan y fructifican  tiempos de trepidantes ensayos, esperanzas, ofrendas acumuladas, culmen de la devoción popular. 

Ya suben  por la cuesta, y precedidos por una gran cruz,     el niño monaguillo agitando el incensario que embriaga todos los rincones   de Semana Santa y las paponas papones cubiertos portando  velas y hachones.  Ya les siguen las manolas expectantes como cigüeñas en la torre portando los rosarios que se balancean al compás de los pasos  sonoros. Ya se vislumbran los conjuntos de esculturas  casi vivientes que vienen  pujadas por braceros y braceras que sufren.

Y  surcan , en ascenso sonoro,  multitud de racimos de notas que cuajan  los aires de melodías de angustia. Se sienten ritmos premonitorios de una muerte anunciada sobre el lomo del Gólgota, al pie de una cruz. Donde Juan te sujetaba en medio de ese sufrimiento terrible, para evitar que te desplomaras, Madre Mientrastú Hijo, pendía completamente bañado en sangre, absolutamente desfigurado por el sufrimiento. Es difícil mantener en tu dolor, la mirada durante mucho tiempo. La pena anega. Pero en medio de toda esta triste escena rezumas serenidad y pazLa enseñanza que continuas transmitiéndonos , querida Madre, en la debilidad se encuentra nuestra fortaleza.

Ya retumban  los golpes de mazos que taladran manos sin culpa, y se escuchan los   gemidos y clamores  de los  mujeres y hombres que en todo el orbe sufren   cosidos por la indiferencia de un mundo  que a menudo observa  el espectáculo del dolor humano como el que compró una entrada sin más pretensiones que la de pasar un buen rato

Ya asoman silenciosas las lágrimas de los que se compadecen en medio de una desolación inmensa mientras Cristo agoniza y exhala el último suspiro diciendo con voz entrecortada “Todo está cumplido”

Y en una habitación concurrida de curiosos inquisidores  un hombre piedra niega por tercera vez  a su Maestro  antes de que  la garganta de un gallo quiebre por segunda vez el silencio reinante. A su lado, en animada charla,  grupos de amigos departen mientras brindan entre tapas y limonada. Y en la calle juegan niños mordisqueando obleas mientras agarran con fuerza el alado globo de helio que la abuela les compró. Se ase a él con fuerza, para que no se escape y se eleve al cielo, como esta plegaria de culpa asida al pecho que se escapaahora:

 

 

 

Fui de las que te señaló  sin fundamento 

Uniéndome al sanedrín

Que te acusaba con un fin:

Clavarte al sufrimiento.

 

Fui de las que aseguró lealtad

Y luego de ti se burlaron 

y hasta te vapulearon

Desoyendo la verdad.

 

Fui de las que te cubrí de flores

Colocándolas en ramos 

En derredor de tus manos

Mientras desoía tus dolores

 

 

 

Y al interrogarme la criada luego

Negué saber nada

Mientras miraba alelada

el crepitar del fuego

 

Pero todo tiene su castigo

No sabía que pudiera llorar tanto

Al escuchar del gallo el canto

apenado ante tan triste testigo.

 

Mientras te insultaban y escarnecían yo huí. 

Cuando te humillaban, bajaba los ojos

deseando encontrar lugar muy lejos.

Si Señor, yo también fui de los que me fui.

 

Y ahora ante la cruz, Cristo hermano

que nos trajo tu amor extremo

Debo decirte, me temo 

que esos clavos que te taladran también salieron de mi mano.

 

 

Hoy queremos asirnos con fuerza a tu manto, Madre buena, con la tenacidad del niño que se refugia entre los ropajes de su madre, con la cara escondida, tras haber cometido un montón de desaguisados, pidiendo la protección y asistencia de esa madre que todo lo perdona.

 

En esta Basílica que se encuentra a la orilla de un Camino, que es tu casa y es la nuestra, la de todos las leonesas leoneses, madre del Amor que lloras desconsolada portando en tus brazos el cuerpo muerto del Hijo. Ahí queremos estar nosotros, en tus brazos, perdónanos, Madre, Virgen del Camino, Nuestra Señora de los Dolores, no llores, Madre, no llores, pronto nos lo devolverán. regresará a la casa del Padre, a donde queremos ir nosotros, contigo, siempresanos y salvos, con tu ayuda, ¿cómo si no?.

 

 

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