lunes, 8 de diciembre de 2014

EL SILENCIO CÓMPLICE




«Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,

guardé silencio,
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a por los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío.
Cuando finalmente vinieron a por mí,
no había nadie más que pudiera protestar.»


Poema de 

Martin Niemöller (Pastor protestante 1892-1984)


Hay que saber rebelarse a tiempo contra las injusticias. Y enseñar a nuestros hijos a hacerlo.
Si no estaremos engendrando pequeños robotitos complacientes con el sistema.
Es necesaria una sana rebeldía para que este mundo camine hacia la igualdad. Necesitamos constantes cambios y esos sólo podrán generarlos generaciones educadas en la sobriedad, el compromiso y la compasión. Sólo poniéndonos en el lugar del otro y enseñando a los nuestros a hacerlo las cosas podrán empezar a cambiar.
Y nadie vendrá ni a por mi, ni a por ti, ni a por ninguno de los nuestros.

    No hay comentarios:

    Publicar un comentario

    PRIMER AMOR

      Es una ternura verles escribirse versos de amor. Amor de niños que despiertan a la primavera. El niño  que juega a hombre calándose una vi...