sábado, 20 de abril de 2013

UN ÁNGEL EN LA NOCHE




Hasta ayer todos los días la escena se sucedía de la misma manera.

 Manuel caminaba por la calle en dirección a la cochera. Las 6:30 de la mañana. La calle desierta se prepara para el gentío pero aún respira la soledad del amanecer. Una figura requeante se acerca. Es la misma monja con la que que todos los días se cruza. Debe venir de cuidar enfermos ya que regresa cansada, su ritmo al caminar es lento. Siempre realiza el mismo ritual. Extrae de su bolso el pañuelo de papel y sacude con el poco vigor que le ha dejado el insomnio la pieza de celulosa para arrebatarle las últimas migajas que quedaron del bocadillo y que serán alimento para los pájaros; con esta intención la Sierva de Jesús se detiene en su camino de regreso. 

Luego tira el pañuelo a la papelera y prosigue su camino deseosa de encontrarse con el lecho que de reposo a su cuerpo envejecido y cansado. Son muchos años de insomnio, horas robadas a la noche para dárselo a los enfermos que sufren en sus carnes la zarpa de la enfermedad y la vejez. 

Pero ayer la hermana decidió detenerse para hablar con Manuel. 

.- ¡Todos los días nos cruzamos y nunca nos saludamos ¿verdad?

Y comenzaron su conversación. Ella es una Sierva de Jesús, las sonrisas de Dios en el mundo del dolor. Se dedican a la asistencia a domicilio.

.- ¿Sabes?. Todos los días cuando me cruzo contigo rezo por ti para que no pierdas el trabajo, pienso que tienes familia y que lo necesitas.

Y ella piensa en todo eso después de haber pasado la noche prácticamente en vela, al pie de la cama de un enfermo...todavía le quedan fuerzas para pararse a rezar por ese desconocido con el que se cruza todas las mañanas...bueno ahora no tan desconocido.

Y mientras Manuel me cuenta todo eso no puedo evitar emocionarme y darle gracias a Dios por haber hecho tanta gente buena que aunque no sale en los telediarios ni llena las tertulias contribuye sin duda a hacer un mundo más humano, un mundo en el que Dios se hace más presente.

Afortunado Manuel, todos los días un ángel reza por ti...

3 comentarios:

  1. Muy bonita historia!! hay gente que se siente hermano de todo ser humano sin necesidad de ningún contacto, lo lleva dentro. Que grande esta actitud frente al individualismo que reina en nuestra sociedad, cruzándonos con gente a todas horas, compartiendo tantas cosas y sin pasar de ser desconocidos que no nos importan.... y todo ello a pesar de las redes sociales, que nos acercan más unos a otros?

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  2. No creo que nos acerquen más...pero si nos permiten compartir historias con personas muy diversas. Me alegro de que te haya gustado. Gracias por tu comentario amig@ lector.Personalmente prefiero un café con una buena o buen amigo a la frialdad del teclado ;-)

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  3. Vaaale ahora ya se por qué me decías lo de que Manuel no va a perder nunca el trabajo...sospechaba yo que podías ser tu. Ese comentario...es tu estilo. Ahora ya se que fuiste tu el que hizo el comentario ¡Gracias!

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