ADOLESCENCIA Y OBSOLESCENCIA

 

UNAS CUANTAS PRIMAVERAS

 

EL SÍNDROME DE BLANCANIEVES

 

DIGNIDAD

En un lugar en el día, en un lugar junto al río, bajo un parador de lujo, un sin techo decidió hacer suyo el puente. Y anidó junto al lecho del Bernesga disponiendo sus pertenencias como si de un museo de vida se tratara. Y dibujo a su mujer secreta, la que hubiera querido tener esperando, a su vuelta cada mañana y dispuso sus cosas para marcharse pronto ya fuera a París o donde quiera.

De momento allí fijo su residencia entre un montón de sueños húmedos expuestos a la vida de todos los que hasta allí se acercaran.

Hasta las piedras del río gritaban ¡dignidad! 

SL

 

UN RECUERDO PARA UCRANIA

 

Providencial mente me encontré a Fuencis por la

Calle, que iba a la

Concentración.

Yo no lo tenía en mente pero algo me dijo que debía ir. Todo lo que  viene de Fuencis es bueno. Todos los días recibí su “Rezando voy”. Ella es de Valladolid y todo lo que me viene de allí es bueno (algún leonés se me va a enfadar) pero tengo que reconocer que así es. Valladolid me ha regalado muchas cosas…

En la concentración conocí al Padre Orostyslav, que atende espiritualmente a la comunidad ucraniana en Valladolid y León. Y luego coincidí con él en COPE. Hablaba de la paz justa, de la Osita de fallecidos que no deja de crecer, de la acogida que les reconforta. 

¡Cómo duelen las guerras!

El padre Rostyslav está casado porque el rito católico oriental lo permite. Tiene un niño nacido en España. 

Ojalá pueda regresar pronto a qué su pequeño conozca el país de sus padres. Mientras tanto les cuidaremos…

EN PRISIÓN