sábado, 23 de diciembre de 2017

EL DISCURSO DEL REY

Queridos amigos:

Me vais a permitir que comience mi mensaje navideño anual acordándome de vosotros niños.

Los pequeñines de la prole que dentro de poco recibiréis en vuestras casas la visita de los magos de Oriente, los mismos sabios a los que yo conocí hace más de dos mil años allá por tierras de Belén. A vosotros quiero pediros que queráis siempre mucho a vuestros padres, no sólo ahora porque os miman y os hacen regalos sino siempre incluso cuando sean tan viejecitos que ni siquiera puedan abrazaros por falta de fuerzas. No olvidéis todo el cariño que estáis recibiendo de ellos.
Quiero también dirigirme a los enfermos 


que ahora me estáis escuchando desde vuestras casas, o postrados en la cama de un hospital. Sois mis predilectos sin duda. Esos dolores que os laceran  tiene mucho sentido aunque os cueste encontrárselo ahora.Ofreced vuestro sufrimiento para la reparación de  este mundo. Estoy a vuestro lado.
Estos días muchos de vosotros miraréis con pena los escaparates repletos de abundancia con la pena de no tener  ni siquiera hogar. Pensad en mi. En mi vida terrenal no tuve ni siquiera  donde cobijar la cabeza. 


De vosotros, pobres, es mi Reino. Reino de verdad y de justicia. Bienaventurados vosotros.

Por último deseo transmitir todo mi amor a vuestras familias



que son las mías. Vuestros hogares en los próximos días se verán colmados de risas y abrazos, de regresos y confidencias. Dejad que la alegria corra a raudales. No reprimáis la dicha de estar reunidos en torno a la mesa. Pasad tiempo juntos, sanad heridas, recuperad momentos, revivid instantes. La familia es cauce y bálsamo y aún en las peores circunstancias es el hogar natural donde nacemos y el seno que nos acoge a la hora de partir.

Para terminar sólo quiero deciros que os amo entrañablemente.

Dejadme nacer en vuestras casas. No tengáis miedo a este rey de corona de espinas, ya sabéis que mi reino no es de éste mundo y que sólo  estoy deseando entrar en vuestro corazón. Si reino allí tened por seguro que alcanzaréis la felicidad que tanto anheláis.
Es mi deseo que esta Navidad y que todos los días de vuestra  vida reine La Paz en vuestros hogares

Feliz Navidad.
JESÚS DE NAZARET.

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